Capítulo #7: S-si...me sentí satisfecho...

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Entré a mi habitación, me coloque mi pijama y me acosté en la cama junto a un libro, para saborear unas palabras antes de dormir. 

Todos los días, antes de dormir, pienso en mamá y en Cole. 

Los extraño tanto...

Ya ha pasado un mes...

Las cartas llegaran pronto. 

¿Qué estará haciendo Cole? ¿Estará estudiando, verdad?

Supongo que si, es lo mejor que sabe hacer y le encanta, sobre todo.

¿Y mamá? 

Seguro dando una sonrisa como siempre lo hace, aunque las situaciones sea feas. 

Extraño el calor de casa, el aroma a pan horneado y vainilla, la comida, reír con Cole sin preocuparme, tener tiempo libre y sobre todo, abrazarlos.

Pero esto lo estoy haciendo por ellos, y por muchos. Así que no tengo que caer...sólo ser paciente y esperar a salir de aquí. 

Y obvio, que nadie se entere quien soy realmente. 

De repente, llegó Derek y se sentó en su cama. 

 —Perdón por lo de hoy— Susurro pero se entendió claro y preciso. 

— No quiero las disculpas de alguien que se hace cargo de los problemas de otros— Cerré mi libro y lo mire fijo.

— El chico no quiere disculparse, por eso lo digo yo— Interrumpió frunciendo su ceño. 

— Pero tú no me hiciste nada. Bueno...si me hiciste cosas, pero las disculpas de recién no van respecto a eso— Coloque el libro en la mesa junto a la cama y me acomode para dormir.

Luego de unos segundos, apago la luz y nos fuimos a dormir. 

...

— ¡RÁPIDO!— Gritaron los jefes militares y abrieron las puertas de todos, mientras se escuchaba la campana de alerta. 

Me levante rápidamente, me coloque mi traje y salí afuera de mi habitación. Luego, Derek salió y sus ojeras eran muy grandes. 

Son las 4 a.m. 

Todos estaban fuera de sus habitaciones, con sus trajes de guerra, y una jefe repartía armas a cada uno, con mucha velocidad. 

— Ustedes irán en el últimos camiones, porque son nuevos en todo esto, así que creemos que no les pasará nada— Dijo este en voz alta.

— ¿Pero qué esta sucediendo?— Pregunto Derek preocupado. 

— Recibimos amenazas del país vecino...no puedo decir nada más, sólo estén listos para lo que sea— El jefe frunció sus cejas y hablo en un tono muy serio. 

Luego nos llevo hasta el camión militar, nos sentamos y nos preparamos para lo que sucediera. 

La situación es atemorizante, algunos chicos lloran y tiemblan del miedo, mientras que otros simplemente rezan y otros esperan cualquier movimiento. 

Tengo mucho miedo la verdad, no se dejan de escuchar las ruedas de los camiones en la tierra, los llantos y lejanos pero fuertes bombardeos. 

Pero debo ser fuerte. No tengo que dejar que el miedo me domine. Estoy lista. 

Lo hago por mi familia.

Derek se ve normal, el no se ve con miedo alguno y es más, esta atento a todo. 

¿Tendrá miedo realmente? ¿Estará fingiendo? ¿Será que se preparo mucho antes para esto? ¿Él sabía que esto era así? ¿Será que no quiere que nadie salga lastimado? ¿O...sólo estará escondiendo sus fuertes y reprimidos sentimientos de tener miedo por la simple palabra "Marica"? 

Si así fuera, pensaría que es un estúpido. Pero...somos personas, y todas alguna vez sentimos el miedo del que dirán. 

Salí de mis pensamientos y vi que todos se abrazaban y suspiraban. 

— ¿Qué pasa?— Le pregunte a Derek, que se limitaba a cerrar sus ojos y tener una pequeña sonrisa en su rostro. 

— El grupo vecino parece que se rindió y hay pocos heridos. No sólo eso, nosotros no entramos a la guerra, la verdad que tenia miedo— Dijo riendo vivamente.— Todavía estamos en pañales para entrar a la guerra

Le mire y una sonrisa se formo en mi rostro. Evitando el simple hecho de que era Derek, le abracé fuertemente y le di un beso en cada mejilla. 

El me miro asombrado y no dijo nada al respecto. Seguido, volvimos a nuestra rutina normal. 

...

— No puede ser...— Mire el examen sorpresa que el profesor nos dio antes y maldecí. 

— Suerte para la próxima— Dijimos todos juntos al unísono, menos Max, que se encontraba con un 10 y una sonrisa enorme. 

— Maldito momo y tu puto 10— Derek lo miro de mala forma y siguió caminando, seguido por su gente. 

— ¿Me dijo momo? ¿Soy momo?— Max pregunto curioso y asustado. 

— No, momo es una gallina con bubis, tu no tienes de esas— Dije riendo. 

— Pero lo pareces cuando sacas una buena calificación— James se unió a la conversación y seguimos hablando un rato más. 

Luego, fuimos a la cafetería y cenamos. Al terminar, me dirigí a mi habitación lentamente y pensé.

Cenamos hamburguesas y de postre...helado, por la victoria que lograron. 

Fue divertido y me reí mucho con mis amigos. Ellos son buena gente, aunque sean tan imbéciles a veces. 

Abrí la puerta de mi habitación al llegar y me encontré con Derek, que leía una revista en su cama. 

— Buena cena, ¿Verdad? ¡Hace mucho tiempo no me sentía tan satisfecha!— Dije muy feliz, haciendo que se escape mi voz chillona.— S-si...me sentí satisfecho...

El me miro sospechosamente y siguió viendo su revista. 

Tocí incomoda, fui al baño, me coloque mi pijama y fui a mi cama. 

— Oye...— Derek se digno a hablar. 

— ¿Qué?— Pregunte abriendo mi cama. 

— ¿Me das otro abrazo?— Dijo inocentemente y con sus mejillas un poco coloradas. 

Lo mire sorprendida por un largo rato. 

— SOY UN ESTUPIDO, ME VOY— El se avergonzó provocando que su rostro estuviera completamente rojo y se levantara de la cama.— ME VOY AL BAÑO 

Antes de que lo hiciera, le abrace. 

— No eres estúpido por pedir lo que necesitas— Le dije luego de un silencio tranquilo y notara que su cuerpo estaba rígido.— A veces hace falta estas cosas. Tuviste miedo y lo entiendo, yo también estaba como tú

El también me abrazo con fuerza, como si me cubriera de todo. 

Y...él también es buena gente. Lo sé. 









El plan que jamás penséWhere stories live. Discover now