Cap. 18

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El corazón casi se salía de mi pecho en cuanto puse un pie dentro de la casa, escuché unos pasos y una maldición detrás de mi, por lo que estaba segura de que Max estaba viniendo conmigo.

—¿Mamá? —pregunté. Miré a mi alrededor y no había rastros de nadie.

Maldije en un susurro mientras miraba el reloj de la sala.

Eran las cinco de la tarde, de un día miércoles... no podía creer tantas cosas que habían pasado en apenas tres días.

—¿Mamá? —repetí mientras caminaba hacia las escaleras.

Volví a maldecir al no encontrarla por ningún lado.

Comencé a subir las escaleras pero apenas di un paso alguien me tomó del brazo para impedírmelo.

—¿Estás loca? —preguntó Max mirándome con el ceño fruncido—. Si Dylan esta ahí arriba...

—Lo asesinaré —dije interrumpiéndolo.

Y no bromeaba en lo que había dicho, en serio estaba dispuesta a asesinarlo si se cruzaba en mi camino.

Me zafé de su agarre y continué subiendo las escaleras, sentí la presencia de Max detrás de mí, por lo que de alguna manera me hizo sentir aún más segura, aunque por dentro me moría de nervios.

Si Dylan le había hecho algo a mi madre lo asesinaría lentamente, no me importaba tener que hacerlo delante de mi madre.

No podía sacarme de la cabeza el hecho de que necesitaba asesinarlo, el recuerdo de él clavándole una navaja me parecía tan real que enserio quería hacerlo.

Al llegar a la planta baja caminé en dirección a la habitación de mi madre, doble a la derecha y me acerqué a la puerta.

No escucha ningún ruido, solo el sonido de mi corazón latir contra mi pecho.

Abrí y miré en el interior.

No había absolutamente nada ahí.

Entré y comencé a buscar.

Los miércoles en la tarde mi madre llegaba temprano, solíamos almorzar juntas.

—No hay nadie en ningún lado —dijo Max a mis espaldas, asentí sin mirarlo y caminé al teléfono de casa que se encontraba a un lado de la cama de mi madre.

Marqué su número pero me respondió la contestadora.

Sentí que mi corazón oatia de una forma apresurada, no, me convencí a mi mismas que tal vez aún se encontraba en el hospital trabajando por lo que llamé ahi.

—¿Lucía? —pregunté sentándome en el borde de la cama.

—¿Ashley? —preguntó la compañera de trabajo de mi madre.

—Si, solo preguntaba si mi mamá estaba por ahí —dije, miré en dirección a Max, notando que él estaba revisando la habitación, salió de mi vista en el momento en que fue en dirección al baño.

—No cariño, ella se fue como normalmente lo hace —apreté nos puños al oír eso—. ¿Está todo bien? —preguntó al percatarse de mi repentino silencio.

—Si, no te preocupes, gracias por todo —dije mientras finalizaba la llamaba.

—¡Ashley! —exclamó Max desde el baño, caminé hacia ahí y entré.

—Lo lamento —dijo mientras miraba el luego, señaló el espejo que había frente a él, por lo que dirigí mis ojos a éste.

Sentí las lágrimas formarse en mis ojos, pero sobre todo, la impotencia al leer las siguientes palabras escritas ahí.

"Si quieres a tu madre, ven por ella".

(...)

Estábamos de nuevo con Scott, había tomado una decisión que me dolía, pero no podía hacer nada más.

—Todos nosotros nos iremos al cielo —dije, lo suficientemente fuerte para que todos los presentes me escucharan.

Habíamos hablado de todo lo que sucedió en mi casa, Liam había comenzado a decir que me ayudaría a encontrar a mi madre pero yo no haría eso. No la buscaría, creía que esa simplemente era una excusa que Dylan había usado para llevarle a él, y no le daría la satisfacción de verme ir.

—¿Qué? —preguntó Max con incredulidad.

—No pienso ir tras Dylan, eso nos quitará tiempo... —hice una pausa y miré a Carissa—. Tú y Jessica irán a Andem en busca de James.

Max comenzó a toser en cuanto escuchó ese nombre salir de mi boca.

—Sé perfectamente quién es, no te preocupes —dije en su dirección—. Sólo él podría ayudarlas con Dylan, ustedes irán tras de él y tratarán de traer a mi madre con vida.

—¿Y nosotros?—preguntó Liam claramente confundido.

—No quiero que los sentimientos por ella me hagan ir tras él, necesito sacrificar algo por lo mejor, y lo mejor es ir tras el pez gordo... Laab —respondí—. Él es quien esta detrás de todo lo malo que pasará, y necesitamos asesinarlo.

En ese momento aparentaba ser fuerte, pero por dentro solo quería llorar como una niñita.

No quería dejar ir a mi madre, pero era lo mejor.

Ella era una persona a la que amaba con todo mi corazón, en realidad, no quería irme, mis corazón se volvía pequeño con tan sólo pensar en la solución que había pensado. Al final del día, aunque me costara aceptarlo habían muchísimas más personas que me necesitaban.

(...)

Espero que les haya gustado, no olviden votar, comentar y compartir la novela para que sigamos creciendo día a día 😘

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¿Qué les parecería un maratón? 7u7

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