Cap. 9

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Tenía miedo, no podía negarlo.
Liam no despertaba y me llenaba de pánico la idea de que al haber visto todo lo que yo tenía en la mente haya quedado demasiado débil.

Habían pasado unos veinte minutos desde que Max se había ido, aún no volvía.

Carissa observaba a Liam desde el otro extremo de la habitación con los brazos cruzados mientras que yo me encontraba a un lado de él.

—¿Crees que esté bien? —Sus ojos se dirigieron en mi dirección y ella asintió.

—Tiene que estarlo, después de todo es un dios, ellos no mueren tan fácilmente —respondió, si tan sólo supiera que somos tan débiles como los humanos.

Lo único que nos cambia son los poderes, cosa que nos es muy útil.

Asentí mientras lo pensaba mejor. Liam no estaba tan mal, aún vivía, su respiración era normal.

Además, si algo más grave le ocurría lo sentiría, después de todo estábamos conectados de alguna manera.

Si él moría sería un golpe muy duro para mí, no solo de manera física ya que me debilitaría, sino también de manera emocional.

Yo lo quería, no podía negarlo, tal vez él en estos momentos no supiera muy bien quién era yo realmente ni sintiera las mismas emociones por mi como en mi visión, pero después de todo sentía algo por él.

Liam había sido una de las personas que más me habían apoyado y en las que podía confiar plenamente.

Yo lo quería, después de todo era algo parecido a un primo... Era mi familia y a ellos se les amaba.

—Max llegará pronto, él sabrá que está sucediendo... seguro simplemente está cansado—levanté la cabeza para poder mirarla, no me había percatado en qué momento quedé absorta mirando el cuerpo de Liam.

—Tranquila Ashley, estará bien... no entiendo por que te preocupas tanto. —Vaya, la verdadera pregunta era porque no me preocuparía.

—Quiero que esté bien, es de mi familia —Carissa soltó una risa que estaba cargada de humor.

—Sabes que ustedes no son primos en realidad, ¿cierto? —bajé la mirada sin poder creer lo que me decía—. Vamos Ashley, ustedes no comparten ningún lazo de sangre, simplemente sería algo... podríamos llamarlo espiritual, ustedes podrían hacer lo que quieran sin problema —revoleé los ojos mientras sonreía.

Esa era la Carissa que conocía, esa clase de comentarios hacía antes de que se enterara de quién era. En mi sueño, ella se había alejado de mí poco a poco al descubrirlo, solo esperaba que no sucediera de nuevo.

—Olvida lo que he dicho, si Max me llegara a escuchar me mata —dijo mientras se despegaba de la pared, fruncí el ceño sin comprender.

—¿A qué te refieres? —pregunté levantándome del suelo, ella suspiró mientras miraba hacia la puerta.

—Digamos que Max siempre ha tenido un interés por ti —dijo regresando sus ojos hacia mí—. Cree que no me he dado cuenta, pero lo hago, pregunta más cosas sobre ti de lo que debería, se supone que solo debía saber lo vital y protegerte, pero siempre pregunta sobre temas que no tienen nada que ver con tu seguridad–revoleó los ojos—. Cosas como tu color favorito, qué te gusta, todas esas clases de cosas que no te ponen en peligro —sonrió mientras negaba con la cabeza—. Es un tonto.

Traté de no sonreír, pero era inevitable no hacerlo.

Vaya, vaya... así que Max sí sentía cosas por mí desde un inicio.

No debía estar así, en esos momentos ocurrirían cosas serias, pero no podía evitar tener esa sensación en mi pecho al pensar en él.

—Parece que se mueve —dijo Carissa provocando que mis ojos se dirigieran a Liam en tan solo segundos, era verdad, su brazo comenzaba a moverse.

De repente, abrió los ojos de golpe y se incorporó en la cama, comenzó a toser fuertemente y me acerqué a él para ayudarlo.

Le di unos pequeños golpes en la espalda intentando que dejara de toser.

Poco a poco su respiración se fue tranquilizando y comenzó a respirar con normalidad.

—Tenemos que irnos de aquí —susurró mientras me tomaba de los hombros, en sus ojos podía notar lo preocupado que se encontraba, también sentía lo tenso que estaba su cuerpo.

Fruncí el ceño sin entender su actitud.

—Piénsalo, es estúpido quedarnos, de esa forma solamente haremos que te descubran y te maten. —Negué con la cabeza, podía decir lo que quiera, podía ser la reencarnación de Laín.

Pero una pequeña parte de mi, demasiado estúpida, extrañaba su vida humana, sin preocupaciones de quién o quienes querían asesinarme ni pensar en que tenía que proteger a ángeles y demonios de Laab.

—No pienses así —dijo Max entrando por la puerta, ambos nos sobresaltamos, Liam me soltó y se sentó en la cama.

—Tu cargo en el cielo es muy importante... eres vital para nuestras vidas —añadió caminando hacia Carissa, ella sonrió levemente.

—Digamos que te creemos.

—Ella dice la verdad —dijo Liam interrumpiéndolo, Max lo miró y suspiró.

—¿Cómo estás tan seguro?, sabes de lo capaces que son algunos demonios, cualquiera podría haberle metido esas ideas para confundirla —dijo Max, Carissa le dio un suave golpe en el hombro.

—¿No crees que Ashley podría simplemente haber sido escogida por Lobden? —preguntó—. Aunque yo... no sé, Dylan no es un mal ángel.

—Yo lo vi, entré en su mente y me lo mostró todo, yo sé que todo lo que dice es verdad, no tienen idea de cuanto me costó entrar en su cabeza.

—Bueno... perdón por mi atrevimiento pero lo de Laab no lo dudaría ni un instante —comentó Max—. Sabes lo que le hizo a ese pobre ángel solo por considerarlo un peligro.

—James —susurré dándole una rápida mirada a Carissa—. Aunque tu también ayudaste a desterrarlo.

Max me miró asombrado.

—¿Lo sabías?

—En estos momentos sé más cosas de las que te imaginas—respondí.

Carissa frunció el ceño.

—¿Quién es James? —preguntó, cosa que me hizo elevar un poco la comisura de mis labios.

Vaya... si ella supiera quién es James.

—Un ángel caído que vive en Andem —respondió.

No hice ningún comentario pues era verdad, y por ahora ir en busca de los ángeles de ese lugar no estaba en mis planes.

—¿Entonces qué haremos? —preguntó Carissa mientras fruncía el ceño.

—¿Ahora?, poner a la madre de Ashley a salvo y buscar a los demonios... debemos llegar a un trato con ellos y después... —hizo una pausa mientras miraba en otra dirección, lo conocí lo suficiente como para saber que eso significaba que venía la parte que no le gustaba o simplemente len incomodaba—. Después llevaremos a un juicio a mi padre.

(...)

Espero que les haya gustado 😘

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