En esos momentos no había tiempo para el amor, eso estaba en segundo plano.
Primero debía hacer lo correcto; luchar por saber la verdad para dejar de estar sumergida en una mentira.
¿Creías saber algo de lo que en realidad pasaba? En serio que estab...
No podía creer la reacción de Carissa, ella me miraba con incredulidad desde el momento en el que dije algo malo sobre Dylan, sabía que le dolía, pero jamás imaginé que lo haría tanto.
—Carissa yo...
—–No sé si creerte—soltó de repente, hasta ahora lo único que mencioné eran las cosas que había hecho Dylan, sin contar que éramos algo parecido a hermanos—. Conozco a Dylan desde hace siglos y jamás ha hecho...
—Que el amor no te aturda —dije interrumpiéndola, ella se sonrojó en el momento en el que esas palabras salieron de mi boca—. Él es malo para cualquiera de nosotros, no podemos confiar en él.
Ella bajó la mirada algo sonrojada, no esperaba que yo supiera algo sobre sus sentimientos hacia él, para Carissa era como si jamás me lo hubiese dicho.
Además ella y James serían algo... Pensé en él, vaya, creía que por el momento no lo conoceríamos.
No tenía tiempo de ir a Andem, primero debía solucionar los problemas de aquí, además no tenía ningún propósito para ir, eso sería muy sospechoso para Laab.
Miré a Max para tratar de ver su reacción, tenía la mirada fija en el frente pensando en algo que me daba curiosidad saber.
Si entraba a su mente le sería fácil persibirme... Pero lo intenté, debía saber que rayos cruzaba por su cabeza.
«Ashley dice la verdad, conozco sus gestos y expresiones como la palma de mi mano ysequees ella, pero... ¿Dylan?, a él lo conozco desde que era joven... él es como mi hermano.»
Suspiré, ninguno de los dos me creía al cien por ciento.
Ambos tenían lazos afectivos hacia Dylan así que les era difícil hacerlo, debía comprobar que lo que decía era verdad.
—Llámenle —dije cerrando los ojos, no sabía que tan buena idea era pero debían verlo por si mismos.
—No digan nada de esto, quiero que vean su reacción al verme... estará eufórico —dije sentándome en un sillón de Carissa, ambos me miraban sorprendidos, ni yo misma sabía que estaba haciendo, eso fue un impulso.
—¿Estas segura? —preguntó Max, abrí los ojos y noté que estaba mirándome con el ceño fruncido, yo asentí.
Lo observé detenidamente, su rostro estaba lleno de sorpresa.
Por supuesto, en un instante le decía que no hablara con Dylan porque era un traidor y al siguiente le pedía que lo hablara.
—Llámenle, no le tengo miedo.
—No tendrías porque tenerlo Ashley, Dylan es un buen ángel, ya lo verás, tal vez simplemente te confundiste —dijo Carissa, por el tono de voz sabía que lo decía honestamente, pero ella no lo conocía como en realidad era.
—Alas grises —solté de repente ganándome la atención de ambos—. Dylan tiene alas grises porque es hijo de un ángel y un demonio —añadí.
Aún no les diría que era hijo de Lucifer con la madre de Laín, eso no lo diría aún.
—Pero eso no dice nada, no hay que juzgar a nadie sin conocerlo —dijo Carissa interrumpiéndome.
–El problema es que lo conozco demasiado bien –confesé.
–Lo llamaré –dijo Max poco convencido, agradecí que no se diera cuenta de que entré a su mente.
—Llama a Liam –pedí, si la memoria no me fallaba, había algo que el podía hacer.
Entrar a mi mente porque eramos almas gemelas, eso significaba que de alguna manera estábamos aún más conectados que Max y yo...., tal vez él podría entrar y ver todo lo que yo hice... él podía hacer eso, ¿Cómo no se me había ocurrido?.
—Llama a Liam, es urgente —dije levantándome de un salto.
Una pequeña sonrisa se formó en mis labios, no tendría que estar completamente sola en esto, tal vez al ser almas gemelas el pudiese ver algo en mi cabeza.
—Olvida por completo a Dylan, quien en verdad necesito es a Liam.
Esto debía funcionar y si no lo hacia... No se que haría.
El lado bueno era que por fin vería a Liam.
Max asentió y caminó hacia la puerta, su forma de caminar era tensa, seguramente estaba negándose a creer las cosas malas que había dicho sobre Dylan.
—¿A dónde irá? —pregunté, Carissa me miró con el ceño fruncido.
—Por Liam... En el cielo no hay celulares —respondió de forma sarcástica, sabía que estaba molesta por las cosas que había dicho de Dylan, pero prefería que se encontrara así a que él la lastimara.
(...)
Pasaron algunas horas en las que reinó el silencio, Carissa no se dignaba a dirigirme la palabra y eso me hacia sentir mal y al mismo tiempo enojada. Ella era mi mejor amiga, y de alguna forma ahora me estaba dando la espalda, aunque entendía sus razones. Ella seguramente había convivido con Dylan muchisimos más años que los que lo había hecho conmigo, además, él era una ángel. ¿Quién desconfía de uno?
Aunque sabía que todo eso no era mi culpa, pero tal vez ella lo tomaba como tal.
El timbre sonó y en ese instante mi corazón comenzó a latir con fuerza.
Liam y Max estaban aquí.
(...)
Muchas gracias por leer, poco a poco iré subiendo todos los capítulos porque ya están listos xd
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