Mi cuerpo tambaleaba en él aire, aún no pude ver el rostro de quien estaba haciéndome esto, mi cabeza daba vueltas y mis brazos tiraban. Mis muñecas estaban atadas con cadenas y sujetadas a una viga. Había estado aquí toda la noche, él sol comenzaban a entrar por la pequeña rendija que estaba en una de las paredes.
Duros pasos se oían detrás de la puerta de acero, comencé a moverme, tratando de que mis manos se soltaran, pero fue en vano, lo único que logre es que se lastimaran más de lo que ya estaban.
La puerta se abrió y un hombre con un impecable traje azul entró, sus manos dentro de sus bolsillos y ese sombrero negro que cubría su rostro le daban un toque más serio.
-No en todo lugar se encuentra una mujer tan bonita como usted señora D'Amico. No le he dicho que sus enemigos estaban mucho más cerca de lo que pensaba. Pero tranquila estoy aquí para ayudarla.
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The Kray Twins.
De Todo"Los aristócratas y los criminales tienen mucho en común. Ambos son egoístas, se aburren con facilidad y tienen acceso a un montón de dinero que consiguen sin trabajar. Y lo más importante, no les interesa ni las normas burguesas ni la moralidad. Po...