Vete al diablo, Scott.

512 28 11
                                    

Permanezco en mi habitación por el resto del día. No puedo pensar con claridad mientras intento calmar la tormenta de emociones que hay en mi cabeza. Eliot está mal de nuevo. Después de llegar a casa con Scott, revise mi teléfono, encontrándome con mensajes de Candice, quien estaba desesperada por encontrar una solución y me pedia que volviera a enviar cartas a Eliot. Hay grandes probabilidades de que el las tire a la basura en cuanto las vea, pero tengo la esperanza de que las lea.

Me muerdo la uña de mi dedo pulgar conforme veo la pantalla de mi laptop. Apenas presto atención al video que estoy editando. Tan solo espero que no sea tan horrible como me siento, porque podría despedirme de mi canal de YouTube, la razón más importante por la que había aceptado a estar en un reallity show. Mi dedo se desliza por el panel táctil, y escucho a alguien entrar en ese momento.

Por favor, que no sea Scott, no puedo lidiar con ese asunto ahora mismo.

Por suerte, Charlotte esta recargada sobre el marco de mi puerta. La veo por un segundo antes de levantar la mano a modo de saludo.

— ¿Está todo bien? — Dice lentamente.

Quito un mechón de mi cara y fuerzo una sonrisa. — Por supuesto, ¿qué pasa?

Se deja caer sobre mi cama. Su cabello está atado en una coleta y no lleva maquillaje, lo que es raro porque siempre esta maquillada y lista para cualquier ocasión. — Scott, James y Jay me enviaron a preguntártelo. Han pasado toda la tarde haciendo locas teorías. Les dije que tal vez es por la sesión de fotos.

— ¿Sesión de fotos? — Pregunto.

— ¿No lo sabes? Mañana tenemos una sesión de fotos para la publicidad del show.

Niego. No tenía idea, pero no doy mucha importancia a ese hecho. — ¿Eso significa que pronto aparecerá al aire el primer capítulo?

Asiente y se inclina, recogiendo un bolso del suelo. La abre, hay muchas cosas que no puedo diferenciar qué es qué. — Exacto. Pensé que podríamos tener una noche de chicas y poder ponernos mascarillas y exfoliantes para lucir sexis para mañana. Puedo pedir a Holly que cambiemos de habitación hoy.

Necesito una amiga, y aunque no estoy segura de que pueda contarle a Charlotte de Eliot, porque una cámara podría filmar nuestra conversación y no puedo sacar al sol los secretos de mi ex novio. Pero necesito compañía. No me importa tener que soportar tener una mascarilla sobre mi cara y pintarme las uñas de los pies, solo quiero tener a alguien cerca por un tiempo.

Me aclaro la garganta y sonrío. — Me gusta la idea.

Chilla y se va hacia el primer piso, diciendo que hablara con Holly, y me quedo sola. De nuevo. Hago los últimos ajustes al video y dejo la laptop en el suelo, esperando que el video se suba.

Scott aparece un segundo después. Está vestido y su olor de colonia llega hasta mi nariz desde la puerta. Me da una sonrisa que no puedo interpretar, quizás por la avalancha de emociones con piernas y brazos que soy en este momento.

— ¿Noche de fiesta? — Pregunto.

— James y Guz quieren ir a un nuevo bar que abrió en el centro. — Responde.

— ¿Iras con la chica de McDonald's? — Tan pronto como las palabras salen de mi boca, me arrepiento de haberlo dicho. No importa que haya usado un tono divertido, porque su cara tiene la misma reacción que supuse tendría si hubiese actuado celosa. Porque no lo estoy. Tal vez lo estuve esta mañana, cuando aún no sabía que Eliot había vuelto a su depresión y yo lo único que puedo hacer es mandarle una estúpida carta.

Una hipster en Geordie ShoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora