Una hipster en Geordie Shore

Sorpresa

- Sophia, tienes visita. - Vicky entra al recibidor luego de atender la puerta. Lleva una sonrisa extraña, pero hace una mueca cuando ve a Scott haciendo un masaje a mis pies. - Y eso es desagradable.

- ¿Quién es? - Quiero saber, ignorando su observación.

Las visitas en la casa son un poco complicadas. A menos que quieras tener a las cámaras grabando cada parte de tu conversación, debías de avisar con tiempo que alguien vendría, así de esa manera podrías llevarlos a la terraza delantera sin cámaras. Y si por alguna razón no avisabas, se entendía que no te importaba que tu visita fuera parte del show. Aunque, si contabas con la suerte de encontrar a Anne de buen humor, podrías convencerla de que los dejen en paz.

La sonrisa de Vicky vuelve a aparecer, sospechosa, y me guiña un ojo.
- Tendrás que atender para averiguarlo.

Dicho esto, ella se marcha a la cocina.

Scott no me pregunta nada, pero su mirada es suficiente para que tenga la necesidad de explicarme. - No espero a nadie.

- Lo sé. - Responde. - Pero tengo un leve presentimiento de quién puede ser.

No agrego algo más, no voy a averiguarlo hasta que atienda, Vicky tiene razón. Me pongo de pie, trato de arreglar el desorden que es mi cabello, ya que aún nos encontramos en nuestras pijamas, no presentables para recibir visitas o ser grabados. Me pregunto qué es lo que sabe Scott de lo que yo soy ignorante, porque no se me ocurre nadie que deba venir de sorpresa a la casa para verme.

Camino de puntitas por el pasillo, chillando por el frío suelo debajo de la palma de mi pie.

"Ay, mierda" Pienso cuando veo a Will del otro lado de la puerta. Lleva una rosa cubierta con plástico en su mano, puesta encima de su pecho. Me sonríe, sin mostrar los dientes, en un gesto mudo de disculpa por haber desaparecido por tanto tiempo.

Siendo honesta, ni siquiera lo había echado de menos. Luego de todo el asunto con Scott, que hoy veía como un desperdicio de tiempo que pude pasarlo con él de la misma forma que lo hago ahora, mi mente lo ha dejado a un lado. 

- Siento haber desaparecido. - Dice, después de notar que no tenía planeado hablar. - La Universidad consumió mi vida en las últimas semanas, y me fue imposible ponerme en contacto.

Antes, le hubiese creído. Hubiese suspirado y pensado que era tan intelectual y responsable, y que iba a ser un gran médico, pero lo único en lo que pienso es que pudo esforzarse más en sus excusas. No le creo. Su desaparición fue muy abrupta, y sin aviso, desde aquella cita fracasada en la feria cuando tenía una gripe.

Cuando tuve que volver a casa en el auto de Scott, llegué a sentirme resentida con él por no haberse ofrecido a llevarme a casa, pero a fin de cuentas, nos hizo un favor. Hice las pases con Scott y terminamos juntos.

- ¿Por qué no me enviaste un mensaje antes? - Pregunto.

Alza las cejas, sorprendido por mi tono tosco de voz. - Bueno, pensé que sería un buen detalle presentarme de sorpresa. En realidad, no me importa tu aspecto, no planeaba que salieramos a otro lugar.

¿Mi aspecto? Bien, lo admito, no me he duchado desde ayer por la mañana, pero a Scott no le importa mi "aspecto". Esta mañana caminamos hasta una cafetería en el muelle, y cuando me vio con mi pijama no dijo nada malo, incluso dijo que me veía linda.

- Así que...¿puedo entrar? - Echa un vistazo por encima de mi hombro. Después siento la presencia de Scott a mis espaldas. Él pone una mano sobre mi cintura, para hacerle llegar el mensaje a Will de lo que está pasando entre nosotros, pero él apenas y repara en ese detalle.