Droga Felicidad.

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La sensación de felicidad, aunque muchas veces es efímera, no se compara con ninguna otra.
Pocos se concideran "felices", pero todos alguna vez experimentamos la felicidad. Todos alguna vez fuimos felices.
La felicidad impide a tu mente pensar del todo bien, inhibe las cosas malas, nos vuelve más valientes: es la droga del mundo.
Y como toda droga, al pasar los días de consumo, uno se va volviendo cada vez más resistente: deben aumentar la dosis. Es por eso que la felicidad debe ser efímera, porque si no conociéramos la tristeza, ¿qué sería la felicidad?
Como poco a poco nos volvemos inmunes a la felicidad, nuestras expectativas crecen: ya no somos felices con lo que antes podíamos serlo.
Pero ¿saben? Esto es algo estúpido. La felicidad no es una droga de diseño, es la droga que diseñó nuestra vida. Así que fumen felicidad, inyectenla en sus venas, ¡hagan lo que quieran con ella! ¡Trafiquenla!
Y prometan que nunca dejarán a las personas de su alrededor lúcidas, así como ustedes nunca dejarán de consumir felicidad. Recuerden que, después de todo, la abstinencia mata.

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