Capitulo 3

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Aquí os dejo el capitulo 3 de este FanFic!!!  Leeed votad y comentad!!! 

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PVO Normal

La mañana llego poco después, y cada uno de los miembros de la tripulación se fue despertando y reuniendo en la cocina, donde Sanji ya estaba preparando el desayuno. Solo dos de ellos faltaban por llegar.

-¿Dónde está la bruja?- miro a Robin, que se encogió de hombros.

-No estaba en la habitación esta mañana.- explicó la arqueóloga.

-Lo mas raro es que Luffy no esté aquí.- río Usopp.- Siempre es el primero en aparecer al oler la comida de Sanji.

-Abra madurado.- susurro Robin con una sonrisa.

-...

-...

-Lo dudo.- dijeron todos riendo después de unos segundos en silencio.

-¿Pues entonces por que ese idiota no está quitándonos la comida?- pregunto Zoro.

-Le tocaba guardia.- dijo Franky.- Puede que siga allí.

-Puede que Nami este con él.- dijo el reno de manera inocente.

-¿Con Luffy?- pregunto Sanji horrorizado. Zoro fue a decir un comentario para cabrear al cocinero, pero un grito que venía de la cubierta del barco llego a sus oídos.

-Es Nami.- dijo Robin seria.

Inmediatamente todos se levantaron de la mesa y salieron a cubierta, donde encontraron a Nami sentada de culo y mirando hacia arriba (el puesto de vigilancia) con la boca abierta.

-¿Qué pasa bruja?

-Nami-swan ¿Qué te hizo ese idiota?

-Luffy...- susurro sin mirarlos.-... Niño.

-... ¿Qué?- todos la miraron confundidos, pero nadie pudo decir nada porque se escuchó la voz de Luffy.

-¿Qué es ese grito? ¿Estás bien Nami?- Luffy salto desde el puesto de vigilancia y callo frente a ellos, dejando a toda la tripulación con la mandíbula rozando el suelo.- ¿Qué ha ocurrido Nami? ¿A quién tengo que patearle el trasero?

Pero nadie dijo nada, por lo que el capitán alzo la cabeza y pudo ver que todos lo miraban fijamente

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Pero nadie dijo nada, por lo que el capitán alzo la cabeza y pudo ver que todos lo miraban fijamente. Nami estaba sentada de culo en el suelo y lo miraba con la boca abierta, Robin parecía divertirse por algo, y todos los demás tenían las mandíbulas rozando el suelo.

-¿Qué os pasa chicos?- pregunto confundido. Y fue entonces cuando reparo en algo.- ¿Por qué... parecéis más grandes?

-Niño.- susurro Nami.

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