-"¡Escuchen todos... tenemos que huir de aquí!"- grito desesperado.- "!Es imposible...
que podamos... ganar hoy!"
...De nada les sirvió huir....
En el Archipielago Shabondy, la banda pirata del capitán Monkey D. Luffy, los Mugiwara...
Con Nami pegada a mi lado y sin soltar su mano caminamos por las calles de la Villa dirección al Sunny. Tenía intención de quedárnos lo que quedaba de día en el barco, mientras pensaba con calma lo que aria con mi abuelo.
Lo que tenía claro es que no lo quería cerca de Nami.
No sabía las razones que lo habían traído a Foosha, si había sido una simple casualidad o si había venido buscándonos. Pero no me arriesgaría a nada, ya que la última vez que nos encontramos no fue en los mejores términos.
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Recordaba ese día a la perfección, y como había tenido que enfrentarlo para poder llegar hasta Ace y salvarlo. En ese segundo antes de golpearlo sentí que me había dejado derribarlo, pero eso no serbia de nada, porque al final Ace había muerto y él no lo había hecho nada.
-Luffy...- el agarre de Nami me obligo a detenerme y mirarla confuso.
-¿Qué ocurre...?- pero ella no me miraba, su mirada estaba puesta al frente. Dirigí los ojos donde ella y lo vi.- Abuelo.
Se encontraba a unos cinco metros de nosotros, e iba con un gran grupo de marines a su espalda. Estuvimos mirándonos durante varios minutos, donde ninguno de los dos dijo nada ni se movió en absoluto. Aunque fue él, el primero en hacer el amago de avanzar un paso, y eso me hizo tensarme más.
-Luffy.- lo escuche susurrar. De manera inmediata di un pequeño paso y me coloque frente a Nami y con una mano hacia atrás la asegure a mi espalda.
-Tranquilo Luffy.- sentí como colocaba un brazo en mi cintura y susurraba en mi oído. Respire hondo.
-¿Qué hace el héroe de la marina aquí?- dije con ironía.
-¿Qué hace el rey de los piratas aquí?- pregunto ignorando mi pregunta.
-Está de vacaciones.- respondí crujiéndome los puños.- Pero eso no me impide patearos el trasero si queréis causarme problemas.
-Alto.- escuche decir a mi abuelo cuando algunos marines intentaron avanzar hacia nosotros.- Estos piratas no han causado ningún problema, no podemos iniciar una pelea sin sentido que afectara a este pueblo.
-Pero almirante...
-Además es el rey pirata.- me miro a los ojos.- No podemos simplemente atacarle.
-En ese caso nosotros nos vamos.- comencé a caminar con Nami totalmente pegada a mí, y manteniéndola lo más lejos posible de su vista.- Hasta nunca.
