-"¡Escuchen todos... tenemos que huir de aquí!"- grito desesperado.- "!Es imposible...
que podamos... ganar hoy!"
...De nada les sirvió huir....
En el Archipielago Shabondy, la banda pirata del capitán Monkey D. Luffy, los Mugiwara...
Los siguientes dos días pasaron rápida y raramente en el Thousand Sunny. Todos los Mugiwaras observaban, de manera lejana, el raro comportamiento que se traían el capitán y la navegante desde ese desayuno tan silencioso dos días atrás. Y es que desde esa mañana los dos parecían comunicarse por miradas de reojo. Pero cuando era estar uno frente al otro o en el mismo cuarto, se evitaban.
Solo las miradas de reojo servían.
Todos los Mugiwara se morían de la curiosidad por saber lo ocurrido, pero nadie quería volver a preguntar nada. Ya que el día anterior cuando Luffy y Nami estaban en el mismo cuarto Chopper les pregunto qué ocurría. Los dos se habían mirado, puesto rojos y cada uno se fue en una dirección diferente.
Desde entonces preferían no preguntar.
Law solo los observaba. Se sentaba en un lugar de la cubierta y los miraba esquivarse y mirarse de reojo. Por el momento era divertido verlos actuar de esa manera, pero todos esperaban que ese comportamiento no afectara en la batalla que pronto llegaría.
PVO Luffy
¿Por qué demonios no podía mirarla a la cara?
Llevaba dos días siendo incapaz de mirarla a la cara, porque cada vez que lo hacía, regresaba a mi cabeza lo ocurrido dos días atrás en su cuarto. Además del momento valiente (y suicida), cuando la bese una última vez antes de salir de su cuarto.
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Como resultado de todo eso ahora era incapaz de estar en la misma habitación sin sonrojarme o acalorarme, por lo que la evitaba todo lo que podía. Y cuando la veía caminar hacia mi cambiaba de rumbo de forma inmediata.
Pero esto... ya no me gustaba.
Desde el primer momento en el que la vi, desde que se unió a la tripulación, o desde que la salve de Arlong, siempre me sentí muy unido a ella. Pero nunca le tome mucha importancia, por que lo tome como algo normal, al ser un nakama de mi tripulación.
Pero algo cambiaba cada vez que le dejaba el sombrero, mi tesoro, ya sea para que lo cuidase o para que sonriera. Porque eso era otra, odiaba verla llorar o estar triste, y me daban ganar de patear alguien cuando eso pasaba. La primera vez que le deje el sombrero fue cuando la salve de Arlong, por que sentí que era lo correcto. En ese momento al verla llorar y sufrir de esa manera, ver que se dañaba ella misma... odie eso.
Le di mi sombrero... y me gusto.
Me gustaba verla con él, y a partir de ese momento cada vez que la veía sufrir o llorar se lo colocaba en la cabeza para que sonriera. Siempre me sentí más unido a Nami, pero desde hacía dos días, después de besarla... me encontraba ansioso. Quería besarla, y repetir lo ocurrido en su cuarto, e incluso quería más.
