Mali, la hija del agua: Una extraña entre los semidioses

Capitulo 6 ( conociendo un poquitín mas a Mali)

No sabía si estaba muerta, o dormida, o en coma. Me dolía todo el cuerpo y no me podía mover, quería abrir los ojos para comprobar que estaba pasando pero supongo que el cansancio o el dolor no me lo permitían.

Curiosamente, fue lo mismo que sentí aquella vez. Un recuerdo tan doloroso que lo había encadenado y puesto bajo llave en mi memoria para que no  lo recordara jamás. Desde ese día nadie en mi antiguo hogar me miraba de la misma forma, sorprendidos por ver hasta dónde podía ser capaz de llegar con tal de proteger a alguien.

<<Basta, deja de pensar en eso>> me rete a mi misma <<solo lograras que lo termines recordando>>.

Lamentablemente, todo lo que pasó ese día volvió a mi  cabeza.

Flashback

Estaba en Miramar, provincia de Buenos Aires, Argentina. Lugar donde nací y me crié durante 13 años.

Les contaré cómo es que era mi vida

Me habían dicho que cuando nací, mi mama murió. Siempre me contaban como era ella, que le gustaba hacer, sus cosas favoritas, lo que más amaba, etc, y cada vez que me lo decían salían indirectas de que por mi culpa ella murió. Todo esas veces yo no hacía nada más que mantener la frente en alto y hacer como si ya estuviera acostumbrada. Pero por dentro habían cascadas de lágrimas inundando todo. La que más me recriminaba la muerte de mi madre y mis problemas era mi tía María. Viví con ella  hasta los seis años con su esposo  y sus hijos, es decir mis primos: Gabriela (supongo que actualmente tendrá 21 años), Rocío (actualmente 18 años aproximadamente), Marcos (actualmente 10 años aproximadamente) y Lorenzo (actualmente 7 años aproximadamente).

Me llevaba bien con ellos. Bueno, por ahí con mis primas teníamos algunos desacuerdos pero mis primitos eran, no, son mis  hermanitos pequeños con los que jugaba, hacíamos bromas, y reíamos todo el tiempo.

Mi tía era otro caso, en su casa a veces causaba problema, rompía cosas, quemaba trapos, y hasta una vez inunde el baño (es que quería hacer una pileta), pero que esperaban tenia no más de 6 años. Después de que inundara el baño, mi tía explotó, dijo que era un desastre, que no hacía ni una cosa bien, solo era un dolor de cabeza para ella.

Así que mi tío Gustavo me rescato y fui a vivir con él, que ahora era mi tutor legal. Vivíamos en un departamento a una cuadra y media de la casa de mi tía. Todo era mejor, siempre me andaba diciendo chistes, no me obligaba a nada, estaba casi todo su tiempo conmigo y me enseñó muchas cosas desde como leer bien manejando mi dislexia hasta reglas de deportes y astronomía.

Tenía algunos amigos, ya sean del colegio, o de un club, o de la playa, sean vecinos o familiares lejanos. Siempre me quedaba con los que eran más leales y buena persona. Me gustaba tener amigos aunque a veces me agobiaba o cansaba y quería estar sola.

Me han cambiado de escuela, si muchas veces: probando en todas las escuelas de Miramar, ya que no era una ciudad tan grande como Nueva York. Miramar no es ni siquiera 1/12 de Nueva York. Me cambiaba de escuela porque: o me expulsaban por mal comportamiento, o golpeaba a alguien, o, mi preferido, inundaba los baños. En fin, era difícil hacer nuevos amigos cuando todos te miran como bicho raro y ni se molestan en saber tu nombre.  Mi tío decían que se comportaban asi porque tenían celos, o estaban intimidados de una chica tan increíble como yo. Como lo extraño en estos momentos.

Me voy por las ramas como siempre. ¿A donde quería llegar?. Ya me acordé al día en el que por un pelo casi muero. Yo tenía 13 años.

A veces como Gustavo trabaja hasta el mediodía María me dejaba ir a almorzar a su casa. Pero había una condición, tenía que hacer lo que ella me dijera, es decir, lavar los platos, poner la mesa, limpiar la cocina. Todo eso lo hacía desde los 7. Odio que me den órdenes, pero por comida, hago lo que sea.