Capitulo 16

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MALI

Todo había pasado tan rápido.

Cuando Leo me encontró, y me empezó​ a doler el brazo, no pensaba en otra cosa que no fuera dolor.

Luego, gracias al "agua" que me dio Dionisio y al hielo me tranquilice un poco más, hasta llegar al punto de dormirme.

Pero el error estaba ahí.

Soñé con el día en el que me habían llevado a la terminal de colectivos entre lágrimas de parte de todos y una cara sin ninguna expresión por mi parte. Ese día en el que me despedí de todo lo que conocía, y hasta ahora para siempre, todavía recuerdo todas las frases increíblemente cursis y palabras llenas de sentimientos de tristeza y culpa que me dijeron. Pero aún después de todo recordaba las que más me habían dejado impactada sin duda.

Las palabras de Alejo, pronunciadas de esa forma, como me miraba...

"No se muy bien todavía lo que siento por ti, pero de lo que sí estoy seguro, es de que no importa cuando sea la próxima vez que te vea, te esperaré, y cuando te vea, allí se que estaré totalmente seguro de lo que siento, y esta vez no te voy a dejar ir tan fácil..."

AAAAAH!! Estoy segura de que algo faltaba, pero mi mente no estaba en sus mejores condiciones como para seguir recordando. Lo último que recuerdo es que después de q el término de hablar, llamaron para subir al colectivo y justo cuando iba a a subir, él jaló de mi brazo haciendo que me diera vuelta y que me diera un muy casto y corto beso cargado de timidez, aquel (aunque nunca lo admitiría en vos alta) había sido mi primer beso, pero que yo no había ni llegado a responder. Sin ninguna respuesta mía yo subí con mi tío para irnos a capital para no hablar en todo el viaje. Yo solo me dediqué a escuchar música ya limpiarme las lágrimas con la manga de mi buso.

Aún asi, habían pasado tres años, y parecía que mis recuerdos iban borrándose solos lentamente como por arte de magia (que a esta altura no me sorprendería).

Pero volviendo a mi realidad, todo lo que había pasado con Leo me dejó más que confundida, es decir: ¿Que significa todo lo que Leo hizo?¿Por que se preocupa así por mí?¿Que se supone que debía hacer?

<<Es muy obvio, querida, él está enamorado de ti. Solo tienes que dejarte llevar>>.

No sé que era esa voz en mi cabeza pero no le iba a hacer caso. Lo mejor sería hacer como si nada hubiera pasado.

Y ahí fue cuando el peso de la realidad cayó sobre mi.

Tendría que cantar en la fogata. Y no tenía idea de que hacer por miedo a las preguntas que me harían, y por miedo a que me descubrieran.

Bueno, lo primero es lo primero, tal como dijo Leo, debo ir a hablar con Quirón. Tal vez el me ayude a entender que es lo que me pasa. Me refiero a todo este tema de porque me desmayo y siento que me quema el brazo continuamente.

Resulta que Quirón se encontraba en una especie de biblioteca dentro de la casa grande. Ni bien puse un pie dentro él hablo.

- Oh Mali, me alegro de que ya hayas despertado, tengo que hablar contigo-

- Eso me dijo Leo-

- siéntate por favor- dijo señalando una silla detrás suyo. Si es para que me siente, la cosa debe ser bastante seria, pensé.

- He estado investigando en lo que llevas en el campamento y he descubierto varias cosas también- dijo, y saco de uno de sus bolsillos mi cinta/arma azul- toma, me pareció buena idea conservarla mientras descansabas, en manos equivocadas puede ser una gran arma- la tomé y me la puse- volviendo al tema principal, esas marca/bendiciones que te dieron los dioses cuando naciste de cierta manera sirven como una conexión entre cada uno de ellos y tu. Me refiero a que puede ser que escuches sus voces "aconsejandote" o en raras ocasiones dandonte órdenes, puede ser que hasta Océano llegue a hacer eso, no me cabe ninguna duda, y al ser una conexión muy fuerte la tuya con la de ellos es probable que a veces tiendas a obedecer a esas órdenes. Esto puede ocurrirte más constantemente en momentos de debilidad, confusión o enojo. Lo importante es que te contengas, alguna vez la tentación a obedecer puede ser muy grande, pero se que tu eres muy fuerte y que podrás.

Sus palabras no hicieron más que aclarar mis dudas y dejarme anonadada. Ahora empezaba a dudar incluso de mi misma.

- Esto es muy difícil y complicado, ya no intentaremos ocultar más el secreto, solo retrasaría lo inevitable, solo deja que lo descubran por si mismos si te preguntan les respondes con la verdad, si no ya sería mucho- dijo.

- Yo.... gracias.. supongo... No se que decir.... Creo que podré manejarlo. Pero sería un peligro para todos los demás el no poder controlarlo. ¿ Y si no soy capaz?¿Que haré?-

- tranquila, yo se que serás capaz, no sucederá nada malo. Ahora ve, todavia falta un rato para la cena, luego hay fogata, escuché que participaras, solo diviértete-

- está bien, gracias Quirón, de verdad- dije sonriendole y saliendo de la casa grande rumbo al comedor.

Todo eso me preocupaba, pero la charla con Quirón me tranquilizo bastante también al mismo tiempo y me hizo confiar más en mi capacidad.

Me dirigí al lago donde supuestamente estarían Leo, Mark y Sherman para cobrar la apuesta. Llegué y, efectivamente, parados junto al muelle se encontraban los tres: Leo con una sonrisa en su cara que al instante se me contagio, y Mark y Sherman con su cara de amargados de siempre.

- A bueno, veo que ahora yo no soy la "niña cobarde" que saltara al lago no?- dije reprimiendo las risas y haciendo comillas con mis dedos.

- Ya entendimos- dijeron al unisono con un tono que obviamente expresaba su mal humor.

- Terminemos de una vez con todo esto- dijo Mark.

- De acuerdo, al lago-dije.

- ¿Así de simple?- pregunto Sherman.

- Ustedes querían terminar con esto ¿No? Adelante salten-

Lanzándome una mirada de desconfianza ambos se sacaron las zapatillas y la remera naranja del campamento. Yo solo mantenía la vista fija en el lago, sabía que si los veía me quedaría babeando. Tenía un plan que los haría dejarme en paz de una buena vez.

Sherman saltó al agua. Antes de saltar Mark se acercó hasta donde yo estaba y se acercó hasta mi oído.

- ¿Te cuesta mirar cierto?- dijo en un tono divertido o coqueto, pero no supe identificar cuál.

- Tienes razón, me cuesta bastante no mirar tu cara de amargado- conteste con una sonrisa.

- Tu te lo pierdes- volvió a susurrar en mi oído

Saltó al agua.

Era hora de cobrar la verdadera apuesta.

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14 materias
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Mali, la hija del agua: Una extraña entre los semidiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora