Capitulo 17

24 1 0
                                    

Mientras Mark y Sherman nadaban un poco más lejos del muelle, yo alejaba cualquier tipo de pensamiento de mi mente y trataba de concentrarme.

Pero antes me acerqué adonde estába Leo.

-Escúchame tu Valdez, si se descontrola un poco, no dudes en atacarme- le dije seria y me aleje hasta llegar a la orilla del lago.

Me descalce y me metí hasta los tobillos en la fría agua. Me sentía relajada, poderosa y al mismo tiempo peligrosa.

-¿Mali que haces?- me pregunta Leo.

- Solo CÁLLATE- grite con una voz que no era mía.

Pero no le di ni tiempo para reaccionar.

Cerré los ojos, respire profundo e hice que el agua me obedeciera. Como si lo hubiera hecho durante toda mi vida extendí mis manos hacia abajo, las subí y pude escuchar los remolinos de agua imitando la acción de mis manos.

Abrí mis ojos bruscamente, la luna poco a poco iluminaba el lago. Forme olas con el movimiento de mis manos. Observé cómo Mark y Sherman se sumergían, y salían del agua, gritaban completamente aterrados. Y yo contenía las ganas de reír.

Cabe aclarar que no queria lastimarlos, solo darles un pequeño susto de muerte. Okey lo admito no soy una persona buena.

<<Eso es, vas muy bien, ahora ahogalos, se lo merecen, lo único que hicieron fue molestarte, tal y como lo hacían los demás, hazlo ya...AHORA>>
Esa vos en mi cabeza me ordenaba que lo hiciera, pero no lo iba a hacer, no era una asesina.

Sin embargo, ante el simple pensamiento de mi negación a querer ahogarlos, sentí de nuevo una fuerte punzada en mi brazo, se hacía más fuerte cada vez al igual que la voz que me gritaba <<HAZLO HAZLO>>. De la nada, un jalón recorrió toda mi columna vertebral haciendo que me estremeciera como si estuviera poseída.

Cuando levanté la mirada, yo ya no estaba al control de mi misma. Podía ver todo lo que pasaba, la sonrisa maliciosa en mi cara que yo no quise poner, la manera en la que elevaba mis manos hacia arriba, como una ola enorme se cernía sobre Mark y Sherman y los gritos que alcanzaba a escuchar.

Yo había quedado en segundo plano, quería parar todo pero no podía, mi cuerpo no respondía ante mi. Estaba siendo dominada sin que pudiera oponer resistencia.

Quería gritar algo como ¡Corran! o tal vez ¡Detenganla! o sería ¿Detenganme?. Pero no podía hacer nada.

Los semidioses que estaban allí comenzaron a correr hacia la casa grande. Los pocos que quedaban trataban de acercarse a mi pero un remolino de agua me envolvía.

Una llamarada de fuego me sobresalta  haciendo que la inmensa ola cayera revolviendo todo el lago. Mark y Sherman desapareciendo en el agua.

-Ya basta Mali- gritó Leo.

- ¡¿Qué parte de cállate no entiendes?!- grite yo, aunque claramente yo no grité y se notó la diferencia, pues mi voz salió más dura y fría, como si estuviera afilando un cuchillo.

Otra llamarada se avecinaba a mi cabeza, pero antes de que se estrellara contra mi, extendí mi brazo frente a mi, y un chorro de agua fue a estrellarse contra él.

Leo parecía listo para atacar.

Al mismo tiempo nos atacamos mutuamente, fuego contra agua, en una batalla que parecía interminable.

<<Al mar no le gusta que lo contengan Mali>> dijo una voz grave y suave llenando mi cabeza.

Flanqueo y vuelvo a sentir que yo tengo el control.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 12, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mali, la hija del agua: Una extraña entre los semidiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora