Me duelen los pies, llegando al departamento de Andrew me quito los tacones y camino con cuidado hacia las escaleras mientras el habla por el móvil.
-¿A donde vas?- pregunta cuando voy a la mitad de las escaleras.
-A dormir- digo obvia- estoy muerta- sigo caminando cuando llegó hasta la puerta de la recámara de Lu lo siento detrás de mi.
-Duerme conmigo...- pide en mi oído, solo el golpe de su fresco aliento hace que mi cuerpo se vuelva a activar.
-Andrew...- claro que quiero acostarme con el pero no ahora, lo acabo de conocer, nunca me ha importado lo que piensen de mí pero lo de esta tarde fue simplemente actuación como para creerme la futura señora Hiddleston.
-Solo Dormir, si así lo quieres...- empieza un camino de besos húmedos en mi cuello, suspiro.
-No sé que es lo que quiero- susurro excitada.
-Yo si se que es lo que quiero- me gira y ataca mi boca con la suya como si de eso dependiera su vida.
Gimo en sus labios.
Sube una de mis piernas a su cintura haciendo que mi vestido deje mucho más a la vista de lo debido. La acaricia hasta llegar a mi trasero. Me hace gemir en sus labios y el gruñe.
Me hace chocar contra la puerta y hace que de un brinco para enroscar mis piernas en su cintura, enrosco mis brazos en su cuello, el baja sus besos a mi cuello, lame, muerde y succiona, gimo...
-Ya sé que es lo que quiero- logró articular y sonríe en mi cuello.
Comienza a caminar conmigo en brazos hasta su habitación. Me baja una vez estando dentro y me da un tierno beso.
-Desnudate para mi...- pide y me mira con ojos ardientes.
-¿Que?- casi se disloca mi mandíbula.
-Lo que escuchaste- dice serio y frunzo el ceño.
-¿Con la luz encendida?- pregunto y asiente lentamente- ¿Por que?- pregunto curiosa.
-Me gusta que mis mujeres se desnuden para mi...
"Mis mujeres".... soy una más de su larga lista, siempre tiene que echar a perder todo con uno de sus estúpidos comentarios egocéntricos.
No digo nada, cuando hablo enojada tiendo a perder a muchas personas, doy media vuelta y salgo de su habitación.
-Hey- viene tras de mi- ¿Que pasó?- pregunta y me toma de la cintura.
-Pasa que eres un imbécil- chilló y me quito de su agarre, abre los ojos como platos.
-¿Que? ¿Por que?- pregunta, cierro los ojos y suspiro.
-Solo, déjame en paz- digo y me voy a mi habitación.
No puedo creer que ni siquiera retractó sus palabras, me dolieron, sé que es infantil pero odio que otras mujeres tengas sus besos y sus caricias, realmente iba a acostarme con el, no lo puedo creer...
Son las 11 de la mañana y esto esperando a Ben para hacer el pastel, quedó de comprar todas las cosas, estuve a punto de decirle que yo le hacía el pastel para Louis pero creo que el realmente tiene ganas de hacer algo para su novio, cosa que yo nunca voy a entender porque de ligues no paso.
-¿Desayunaste?- pregunta Andrew sentándose junto a mi.
-Si- me limito a responder.
-Respecto a lo de anoche...
-Olvídalo- lo corto y el timbre suena.- Debe de ser Ben- digo y me levando del sofá.
Camino hacia la puerta mientras pienso que si Andrew me hubiera besado no me hubiera importado perdonarlo y hacer como que nada pasó por ende agradezco que Ben haya llegado.
-Cuñada- chilla y lo asesinó con la mirada.
-Vuelves a decirlo y no te doy clases de pastelería- lo amenazo.
-¿Cuál es el problema?- pregunta mientras caminamos hacia la cocina.
-Que Andrew y yo no somos nada- digo obvia- Y nunca lo seremos
-¿Por que?- pregunta algo decepcionado.
-Porque no
-Pero los dos son tan guapos y se ven muy bien juntos.
-Solo en tu retorcida y enferma cabeza ocurre eso-
-Claro que...- se corta y volteo a verlo, Andrew entro a la cocina, vuelvo a voltearme y me dedico a revisar si Ben compro todas las cosas.
-Creo que también tengo una mente retorcida y enferma- dice Andrew y Ben llega a empujarme levemente.
-No, tú eres un imbécil- susurro pero no lo suficiente.
-Uuuuuuuuu- Ben intenta provocar una pelea.
-Bien, precalienta el horno- ordenó y lo hace...
-Vóila- exclama Ben dejando unas chispitas rojas en la superficie del pastel.
-Excelente- sonrío como siempre... hornear hace calmar mis nervios.
-Huele delicioso- dice Andrew entrando, toda La Paz interior y exterior se ha esfumado.
Pero tengo que reconocer que se ve tan sexy con unos pantalones de Chandal grises y solamente una playera blanca junto a unas sandalias para estar en casa.
-¿Quieres probarlo?- pregunta Ben y Andrew me mira.
-Solamente si Amelia quiere darme de su obra maestra
-Oh, no te preocupes es de Ben- digo saliendo de la cocina.
-Amelia...- suspira Andrew caminando tras de mi- ¿Que hice mal?- pregunta pero lo ignoro y subo hacia la recámara en donde se encuentra mi ropa del miércoles recién llegada de la lavandería.
Cuando termino de arreglarme tomo mi bolso y camino escaleras abajo, ya son las 6 de la tarde, creo que tengo que despedirme del imbécil.
-¿Andrew?- elevo la voz y sale de lo que creo es su oficina. -Oh, ahí estás- comienza a caminar hacia mi- Gracias por mmmm, ¿El hospedaje?- digo nerviosa y cuando está lo suficientemente cerca me doy cuenta que tiene migajas de pastel en sus labios.
No dice nada, ¿Por que no dice nada?, me acerco y llevo mi mano a sus labios pero el la retira.
-Solo quiero limpiarte- susurro
-Hazlo bien- dice frío y creo que besarlo no estaría mal, total ya no volveré a verlo nunca.
Me acerco y enrosco mis brazos en su cuello, me acerca a mi y lo beso, lo beso con ternura y pasión, así son siempre nuestros besos incluyendo que ahora saben a Red Velvet...
Lleva una de sus manos a mi cintura y la otra a mi cabeza para profundizar el beso, enredo mis dedos en su cabello y el baja sus dos manos a mi trasero, me restriega en su erección y gimo en sus labios, baja una de sus manos a mi pierna desnuda ya que no me puse las mallas.
En ese momento reacciono y lo empujo...
-Adiós Andrew- susurró muy cerca de sus labios.
-Déjame llevarte- pide
Asiento y nos dirigimos hacia el estacionamiento...
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RED VELVET #Wattys2018
RomanceAmelia es una repostera Mexicana que vive en París junto a Lucía, una Alemana preciosa, Por hacerle un favor ella tiene que tomar un café con su hermano, Andrew Hiddleston.... Nunca creyó que ese favor le cambiaría la Vida ¿Por qué es todo lo contr...