~Forgive me, but I love you (fanfiction)~

Capitulo -2-

CAPITULO -2-

Ashley estaba en el aparcamiento del instituto, esperándome. Cuando me vio, me saludó con la mano.

-Hola – me sonrió – Oye ______...

Vacilaba.

-Dime.

-J... Josh va a venir esta noche a cenar, y había pensado que...

-Entiendo – le sonreí, y le guiñé un ojo – desapareceré.

Ashley me abrazó, y me dio las gracias.

Respiré hondo, y abrí la puerta. Josh me saludó.

-Ashley esta arriba. Pasa – le invité.

Me dio las gracias, y entró.

Lo acompañé hasta el salón, y nos sentamos en el sofá.

-Tengo que irme – le dije, disimulando una sonrisa - ¿no te importa, verdad?

Sin esperar respuesta, me levanté, cogí las llaves y salí corriendo.

No tenía a donde ir. Debería de haberlo pensado antes de salir de casa. Podría haber llamado a Kylie pero, conociendo a sus padres, no dejarían que me quedara allí a pasar la noche. Suspiré.

Metí la mano en el bolsillo del pantalón. Rápidamente, la volví a sacar, con un papel entre los dedos. Lo desplegué.

“C/StarTime, numero 7. Espero que vengas” ponía. Sonreí al recordar a Zayn.

Sacudí la cabeza. “¿Que estas diciendo?” me regañé a mi misma. No podía volver a pensar en Zayn de esa manera. No después de lo que había dicho en el gimnasio a sus amigos.

Me sorprendí a mi misma llamando al timbre. Quise correr en dirección contraria, pero ya era tarde.

Zayn me miró de arriba a abajo, extrañado. Después sonrió.

-Al final has podido venir – me dijo, abriendo la puerta e invitándome a pasar.

-Si, bueno... - pasé, y lo seguí hasta el salón de su casa.

Debía de haber veinte o treinta personas allí, y otras tantas en el jardín, en la piscina.

-¿Quieres algo? - me preguntó Zayn, señalando una mesa llena de bebidas.

Asentí, aunque no estaba muy segura. No me gustaba beber, pero...

-Toma – Zayn me dio un vaso con una bebida de color rosa claro, y me dio una palmada en el hombro – ahora mismo vengo.

Salió corriendo en dirección al patio, donde dos chicos se estaban pegando. No hice caso. Me giré, y me puse a bailar al compás de la música, como hacían algunas personas. Cerré los ojos, y di un sorbo a la bebida que tenía en la mano. Poco a poco, me la acabé.

Me dirigí hacia la mesa de bebidas. Ya era la cuarta - ¿o quizá la quinta? - que me servía.

Volví a bailar al ritmo de la música. La gente a mi alrededor se besaba, se abrazaba y se tocaba. Sentí como alguien me rodeaba la cintura con los brazos, y me besaba el cuello lentamente.

-Pensaba que te habrías ido ya – me dijo.

Me mordí el labio inferior mientras el seguía besándome el cuello.

-No iba a irme sin despedirme de ti – le dije, y me giré.

Zayn me cogió de la mano, y subimos las escaleras. Entramos a una habitación en la que no había nadie.

Zayn me empujó suavemente contra la pared. Apoyó su mano en la pared, justo al lado de mi cabeza, y se acercó un poco mas a mi.

-Zayn... - le susurré. Había una parte de mi que me decía que saliera de allí, pero otra me empujaba a besar al chico que había delante de mi justo en aquel momento.

Zayn se acercó aún mas a mi. Nuestros labios estaban separados por tan solo unos centímetros. Y, aunque nunca lo habría admitido, deseaba que aquellos centímetros desaparecieran. Deseaba sentir sus labios contra los míos en aquel preciso instante.

Zayn me pasó la mano por la mejilla, y acortó un poco mas la distancia que nos separaba. “Oh, dios” pensé “¿que estoy haciendo?”

Me humedecí los labios con la lengua. Miré a los ojos a Zayn, esperando ver algún gesto de triunfo en su cara. Lo había conseguido. Me tenía allí, deseando que los centímetros que nos separaban quedaran en el olvido. Solo tenía que pedírmelo y haría todo lo que el me dijera.

Zayn bajó lentamente la cabeza hacia mi, y lo hizo. Me besó, primero lentamente, y después de una forma mas apasionada. Sentí como sus manos, cálidas, levantaban un poco mi camisa y se sumergían debajo de ella. Me cogió por las piernas, y me elevó desde el suelo. Entrelacé mis piernas con su cuerpo para no caerme. Sentí como me tocaba la barriga y, sin dejar de besarme buscaba la cremallera de mi falda.

-Zayn – le pedí. El me miró, extrañado – bajame.

Puso los ojos en blanco, pero me hizo caso.

-Lo siento – le dije.

Recogí mis cosas, y me fui.