Capitulo -49-

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CAPITULO -49-

-¿A donde vamos? - le pregunté a Zayn cuando subimos al coche.

-¿Confías en mi? - me preguntó Zayn

Miré a mi alrededor, y asentí. Zayn no parecía darse cuenta del destrozo que habían provocado en su coche aquellos chicos. En cambio, yo si lo notaba. Sentía un nudo en la garganta al ver los cristales rotos, el coche arañado y los asientos totalmente destrozados.

Zayn soltó una pequeña carcajada.

-En ese caso - de repente, su rostro se iluminó – decido yo – acabó con tono misterioso.

Zayn arrancó el coche, con una sonrisa en la cara. Pisó el acelerador, y fijó la vista en la carretera. No sabía a donde me llevaba, pero me daba igual. Mientras estuviéramos juntos.

Zayn había conducido durante horas. Miré por lo que antes había sido la ventana del coche. El paisaje había cambiado. Estábamos en... ¿un bosque? ¿una montaña, quizá? No lo sabía.

Encendí la radio del coche, desesperada. Zayn no había vuelto a hablar desde que habíamos salido, y cualquier intento de saber a donde nos dirigíamos había resultado en vano.

Zayn empezó a tatarear, muy bajito, la letra de la canción que sonaba en la radio. Sonreí. El quizá no lo sabía, pero su voz era increíble.

-Zayn... - ronroneé.

El se giró para mirarme. Le sonreí, y el hizo lo mismo.

-Dime _______ - me pidió.

Me mordí el labio inferior, a sabiendas de que Zayn no podría negarme nada después de aquel gesto.

Zayn soltó un pequeño gruñido.

Llevé mi mano hasta la radio, y le bajé el volumen. El puso cara de interrogante.

-Prefiero que cantes tu – le pedí.

El puso los ojos en blanco, y sopló.

-Sabes que no puedo decirte que no – me susurró.

Sonreí, y subí un poco el volumen de la radio. Cerré los ojos, mientras Zayn cantaba. Dejé que su voz me invadiese, e hiciera vibrar cada centímetro de mi cuerpo. Me mordí el labio inferior, esta vez sin quererlo. Zayn tenía una voz... perfecta. Simplemente perfecta.

Zayn aparcó el coche delante de una cabaña. Estábamos en la montaña. El paisaje era muy diferente al que estaba acostumbrada, pero realmente era precioso. Estaba nevado, y no parecía haber nadie en muchos kilómetros.

Zayn salió del coche, y me abrió la puerta. Me ayudó a salir, y me envolvió con su chaqueta.

-¿Vamos? – me pidió.

Asentí, y volví a dirigir la vista hacia la cabaña. De madera, rodeada de árboles, con un pequeño porche en la entrada... parecía sacada de una película.

Zayn entrelazó su mano con la mía, y caminamos juntos hasta el porche. Allí, Zayn sacó unas pequeñas llaves de su bolsillo derecho, y ambos entramos a la cabaña.

El olor a madera, y a chimenea, me invadió de repente. Era un olor... particular. Pero estar allí, junto a Zayn, hacía que todo lo demás dejara de ser importante.

-¿Como... has conseguido esto? - le pregunté, mientras examinaba con detenimiento cada pequeño rincón de la cabaña.

-Hablé con Josh hace unos días. Me contó que iba a pedirle matrimonio a tu hermana, así que aproveché la ocasión para pedirle a ella que nos dejara hacer... una escapada. Los dos solos – Zayn sonrió, y se acercó a mi – deberíamos de haber estado aquí ayer, antes de que Josh se inclinara delante de Ashley, pero... tuvimos un pequeño contratiempo – Zayn bajó su tono de voz. Sabía bien a lo que se refería.

Me mordí el labio inferior, incrédula.

-Entonces...

-Tus maletas están en el coche – dijo, con una pícara sonrisa en la boca – Ashley las preparó antes de que nos fuéramos.

Me sonrojé. Asentí, y me dirigí hacia la puerta. Zayn salió corriendo en mi direción, y me cortó el paso con su brazo.

-Ya voy yo – me pidió – estos tres días, deja que yo lo haga todo. ¿Vale?

Abrí mucho los ojos.

-¿Tres días? - pregunté, algo incrédula. Cuando conseguí volver en mi, negué con la cabeza – tengo... tengo que ir al bar.

Zayn me miró muy serio, con los ojos medio cristalizados.

-No te preocupes por eso – me pidió.

Sonreí. Me acerqué a el, y le di un dulce beso. Zayn sonrió, y salió corriendo hacia el coche.

Me senté en un sillón, de color marrón, que estaba delante de la chimenea. El calor del fuego me hacía sentir bien. Muy bien. Oí un ruido detrás de mi. Zayn había acabado de traer las maletas.

-¿Donde te las dejo princesa? - me preguntó, mientras me señalaba dos maletas. Me encogí de hombros, y me dirigí hacia el.

-Las subiré arriba, y colocaré las cosas en los armarios. ¿Te parece bien? - le pregunté, mientras soltaba una carcajada.

Zayn me miró de arriba a abajo. Después, resignado, me dio las dos maletas.

-No tardes – me pidió – la habitación del fondo, ¿si?

Sonreí, y asentí. Subí las escaleras rápidamente, y busqué la habitación que Zayn me había indicado.

Abrí la puerta lentamente. La habitación era grande. Tenía un gran ventanal de cristal, que daba a un pequeño balcón. Unas cortinas color crema, y una cama de matrimonio del mismo color. Un par de armarios, y una mesita de noche, de color madera.

Abrí uno de los armarios, y comprobé que, en efecto, era el que Zayn me había guardado para mi. Coloqué las maletas encima de la cama, para poder colocar mejor mi ropa. Quité el seguro, y abrí la primera de las maletas.

Abrí mucho los ojos. Negué con la cabeza, incapaz de creer lo que veían mis ojos. Tan solo tres camisones, semi-transparentes, y una nota con la letra de mi hermana: NO CREO QUE NECESITES NADA MAS. DISFRUTA DE TUS VACACIONES! :)

Negué con la cabeza de nuevo. Desesperada, abrí la otra maleta. Aunque me maldecí una y otra vez a mi misma por haberlo hecho. Dos docenas de pequeños envoltorios, de color plata, con otra nota:

“No necesitarás mas ropa, pero no quiero que, cuando regreses, haya un pequeño inquilino en tu interior. Cuidate. Ash.”

Pasé la mano por la nota, sin poder creerlo. Ashley... la misma chica que, unos meses atrás, me había prohibido quedarme sola con Zayn... no podía ser... ¿o si?

Tragué saliva, y volví a dejar caer mi mirada sobre los tres camisones que Ashley me había puesto en la maleta. Cogí uno, y lo examiné: negro, semi-transparente, y de un material muy fino. Suspiré. No sabía lo que Ashley tenía planeado, pero eso no iba a dejar que, por ello, se arruinaran mis supuestas 'vacaciones' con Zayn.

Suspiré. Guardé mis cosas en el cajón, y bajé las escaleras muy lentamente, para que Zayn no me oyera.

Mi respiración se paró, y me quedé paralizada en el sitio, ante la visión que tenía delante de mi.

~Forgive me, but I love you (fanfiction)~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora