~Forgive me, but I love you (fanfiction)~

Capitulo -13-

CAPITULO -13-

Abrí los ojos lentamente. Tenía los músculos entumecidos, y me costaba respirar. La luna aún seguía en el cielo. Miré el reloj, desesperada. Tan solo había estado allí, durmiendo, un par de horas.

Con las pocas fuerzas que tenía, me levanté y me alejé de aquel sitio todo lo que pude. Me pregunté donde podría ir. Mi casa estaba demasiado lejos como para llegar allí caminando. Los padres de Kylie jamás dejarían que me quedara allí a pasar la noche. Tan solo había un sitio al que podía ir...

Llamé al timbre insistentemente. Había alguien despierto, de eso no había duda.

La puerta se abrió muy lentamente. Zayn me miró de arriba a abajo, y frunció el ceño.

-¿_________? - me miraba, extrañado.

-Zayn yo... yo... siento haber llegado así, pero...

No pude acabar la frase. Caí desplomada al suelo.

Abrí lentamente los ojos. Estaba tumbada en una cama, con un trapo frío en la frente.

-¿Estas mejor? - Zayn me miraba, con un gesto muy serio. No parecía ser el mismo chico que en el instituto.

Asentí, e intenté levantarme. Todo a mi alrededor me daba vueltas.

-¿Que ha pasado? - Zayn me ayudó a levantarme, y se sentó a mi lado en la cama. Me acomodó la almohada, y me volvió a colocar el trapo en la frente.

No le contesté. Me llevé la mano a la mejilla, donde aquel hombre me había cortado, y después al cuello.

-¿Quien te ha hecho esto ______?

Zayn me miraba de arriba a abajo. Mi cuerpo empezó a temblar de nuevo al recordar el rostro de aquel hombre.

-Yo... yo... me dijo que... - la cabeza me daba vueltas – que te dijera que... si no pagabas tus deudas, yo pagaría las consecuencias.

Mis ojos se cristalizaron, y las lágrimas cayeron por mi rostro. Cuando alguna de ellas rozaba la herida de mi mejilla, sentía como si mil cuchillos se me clavaran.

Zayn me abrazó. Enterró mi rostro en su hombro, y me acarició el pelo. Lanzó una maldición en voz alta.

-Lo siento tanto... - me dijo, sin dejar de acariciarme el pelo – yo... no tendría que haberte metido en esto.

Estampó su mano contra un cojín, enfadado. Después, se apartó de mi y volvió a mirarme seriamente.

-Tienes que dejar ese trabajo _______ - me pidió.

Abrí mucho los ojos, y negué con la cabeza.

-Necesito el dinero.

Zayn bajó la mirada al suelo. Después de unos instantes, volvió a mirarme.

-Esta bien. Entonces, te acompañaré.

Aquel chico me confundía. En el instituto, era un egocéntrico rompecorazones, seguro de si mismo y dispuesto a todo con tal de acostarse con una chica. Y, si ya había conseguido lo que quería de mi... ¿por que se preocupaba tanto?

Me encogí de hombros y suspiré, resignada.

-Esta bien.

Zayn volvió a mirarme a los ojos.

-Ven – me pidió.

Me ayudó a levantarme de la cama, y ambos bajamos hasta la cocina.

-Tienes que comer algo – me dijo, mientras me daba un paquete de galletas saladas – mientras, veré que puedo hacer con esas heridas.

Sin esperar respuesta, Zayn se ayudó a sentarme en una silla. Mientras yo comía, el subió a un taburete y buscó en uno de los armarios que había en la cocina.

Sus ojos iban de un lado al otro. Soltó una pequeña maldición, y abrió un cajón que había mas arriba. Estiró los brazos, para poder coger un botiquín que había en ese cajón, y su camiseta se levantó un poco, dejando a la vista el famoso tatuaje del corazón. Mi cuerpo empezó a temblar de nuevo, y no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi cara.

Cuando consiguió coger el botiquín, Zayn bajó de un salto del taburete. Lo dejó en su sitio, y volvió a acercarse rápidamente a mi.

-Quizá te duela un poco – me dijo, mientras sacaba un algodón del botiquín y lo mojaba con alcohol.

Me cogió de la barbilla, y me levantó la cara. Pasó uno de sus dedos por la herida del cuello.

-Dios... - susurró – todo esto es culpa mía.

Me acercó el algodón a la herida y, poco a poco, me la curó.

-Esta bien. Ahora...

Me llevó el algodón, delicadamente, a la cara. La herida que tenía en la mejilla era menos profunda que la del cuello, pero me dolía mas.

Me sobresalté un poco al sentir el frío algodón en mi cara. Solté un pequeño grito, y Zayn se apartó un poco.

-Lo siento – me dijo, y volvió a acercarme el algodón.

Lentamente, también me curó esa herida.v