~Forgive me, but I love you (fanfiction)~

Capítulo -74-

CAPITULO -74-

El timbre que anunciaba el final de las clases resonó por todo el instituto.

Suspiré, aliviada. Recogí mis cosas rápidamente, y me acerqué a Kylie. Ella sonrió.

-Hoy hay partido - afirmé, repitiendo las palabras que Zayn había dicho esa misma mañana.

Kyle asintió, y me dedicó otra sonrisa, antes de que Dustin se acercase a nosotras y juntase sus labios con los de Kylie.

Aparté mi mirada unos instantes, los suficientes como para que Dustin pudiese meter la lengua hasta la campanilla de mi amiga.

Carraspeé mi garganta suavemente. Kylie se apartó instantáneamente, y el chico me dedicó una mordaz mirada.

-Vamos - canturreó Kylie, enredando su mano con la de Dustin y recogiendo su mochila del suelo.

Asentí. En silencio, los tres nos dirigimos al gimnasio, mientras los altavoces anunciaban el tiempo que quedaba antes del partido.

Zayn estaba apoyado en la puerta del gimnasio, con la mirada perdida y un gesto serio. Al vernos, se puso recto y una gran sonrisa se apoderó de su rostro.

Se acercó a nosotros, y me rodeó las caderas con los brazos, atrayendo mi cuerpo hacia el suyo, hasta que nuestros labios estuvieron a pocos centímetros el uno del otro.

-Princesa - susurró, antes de acabar con el espacio que nos separaba, y juguetear con su labio contra el mío.

Solté una pequeña carcajada, y le correspondí el beso.

-Malik - una firme voz detrás de nosotros nos hizo separarnos de golpe. El entrenador - al campo. Ya.

Su voz era autoritaria, y no admitía réplica. Zayn puso los ojos en blanco, me dio un fugaz beso y se apartó de mi.

-_______ - susurró Zayn, a toda prisa. Señaló la mochila, tirada en el suelo, a un par de metros de nosotros - ¿puedes guardármela?

Asentí, y sonreí. Zayn me guiñó un ojo, y desapareció por la puerta del vestuario, junto a los demás futbolistas del equipo.

El marcador iba 3-2.

Nuestro equipo ganaba por un punto, pero el otro instituto parecía estar dispuesto a todo con tal de ganar. Suspiré.

Estaba sentada en las gradas, observando el partido, con la mochila de Zayn y la mía en los pies.

El sonido del móvil de Zayn me sobresaltó. Casi inconscientemente, lo cogí. Tenía un mensaje:

"Zayn, estoy en el aparcamiento.

No me hagas esperar..."

Sentí un pinchazo en el estómago, y mis ojos se llenaron de lágrimas casi al instante. Negué con la cabeza, releí el mensaje, y tragué saliva un par de veces.

No se que fue. Quizá instinto, o quizá el hecho de tener que comprobar por mi misma quien había escrito aquel mensaje a Zayn.

Cargué las dos mochilas en mi espalda, y rápidamente, me dirigí hacia el aparcamiento.

El frío de la noche azotó mi cara en el mismo instante en el que pisé la calle.

Recorrí el aparcamiento con la mirada. Nadie.

Titubeante, caminé por el aparcamiento, tan solo iluminado por las farolas. Cada una de mis pisadas resonaba por todo el lugar.

De repente, una figura oscura apareció delante de mi.