~Forgive me, but I love you (fanfiction)~

Capitulo -35-

CAPITULO -35-

Un trueno, y después un relámpago, hicieron que me levantara de un salto de la cama. Miré el reloj: las 06:30. Respiré hondo. Ya no valía la pena intentar volver a dormir.

Bajé las escaleras rápidamente. La casa estaba totalmente en silencio.

-Buenos días – me saludó Ashley, que estaba sentada en el sofá con el ordenador entre las piernas.

-¡Ash! - la miré, extrañada. Tenía los ojos rojos, y parecía cansada – dime, por favor, que no llevas toda la noche aquí.

Mi hermana bajó la mirada.

-¡Ashley!

-Tenía que acabar un trabajo – se defendió, con la voz quebrada.

Suspiré.

-Esta bien.

Me dirigí a la cocina, resignada. Preparé un café para Ashley, y otro para mi, y los puse en una bandeja, junto a unas magdalenas.

-Toma – le dije a Ashley, mientras me sentaba a su lado.

Ella me lo agradeció con una sonrisa, y volvió a centrar su atención en el documento que aparecía en la pantalla.

Suspiré. Dejé mi taza de café en la bandeja de nuevo, y subí las escaleras hasta mi habitación.

Revolví el armario, intentando encontrar algo que ponerme. Al fin, encontré una camisa blanca, y una falda color azul marino. Miré el reloj: tan solo tenía media hora para llegar a la parada del autobús.

Me vestí rápidamente, y me peiné. Cargué la mochila en mis hombros, y me dirigí a la entrada.

De repente, me acordé de algo. Giré en redondo, y me dirigí al salón, donde estaba Ashley.

-Ash – la llamé.

Ella levantó la vista, y me miró extrañada.

-Esta noche... me quedo en casa de Kylie – le mentí.

Ella asintió, y volvió a posar su mirada en la pantalla del ordenador. Segundos después, me miró, con los ojos como platos.

-¿Otra vez? ¿No estuviste hace poco?

Tragué saliva, nerviosa. Asentí, y suspiré.

-Si, pero...

Ashley me miró de arriba a abajo. En su rostro se dibujó una pequeña sonrisa antes de contestarme.

-Esta bien – me dijo, y soltó una pequeña carcajada.

Sentí como mis mejillas se sonrojaban. Mi hermana había descubierto lo que pasaba por mi mente, y había decidido jugar un poco conmigo.

Me giré sobre mi misma, y me dirigí a la puerta.

-Pasalo bien... con Kylie – me dijo mi hermana, antes de que saliera por la puerta dando un portazo.

Me senté en la parada del autobús, y miré el reloj, desesperada. Si el 'viejo tractor', como solían denominarlo los alumnos de último curso, no llegaba pronto, volvería a llegar tarde a clase.

Un descapotable negro se acercaba a mi a gran velocidad. Cuando llegó delante de mi, paró con un frenazo seco, haciendo que las ruedas chirriaran.

Abrí mucho los ojos, atónita. Dustin me guiñó un ojo, y Kylie me dedicó una gran sonrisa.

-Sube – me pidió Dustin.

Aún algo incrédula, asentí. Le di mi mochila a Kylie, que iba sentada en el asiento del copiloto, y subí de un salto a la parte trasera del coche.

Dustin pisó el acelerador a fondo. En tan solo unos minutos, recorrimos todo el pueblo y llegamos al instituto.

Una multitud de chicas gritó cuando el coche de Dustin aparcó en el aparcamiento.

El chico soltó una pequeña carcajada al ver el rostro decepcionado de todas ellas, cuando Kylie bajó del coche y ambos se cogieron de la mano.

Suspiré, y bajé del coche. Algunas chicas se giraron a mirarme, y otras ni siquiera se dieron cuenta de que estaba allí.

De repente, sentí como alguien colocaba sus manos en mis caderas. Me mordí el labio inferior inconscientemente, y dejé que la sensación de calor se apoderara completamente de mi cuerpo.

-Te espero en el vestuario del gimnasio – me susurró Zayn en el oído, haciendo que me estremeciera.

Mi respiración se aceleró cuando el bajó sus labios hasta mi cuello, y me dio pequeños besos allí, haciendo que mi piel se erizara.

-No me hagas esperar – me pidió, con la voz entrecortada.

Dicho esto, se separó de mi, y siguió caminando. Se giró, y me guiñó un ojo.

Cerré los ojos un instante, intentando que mi respiración volviera a su ritmo habitual. Cuando lo conseguí, respiré hondo, y me dirigí al gimnasio, a paso lento.