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Y yo solamente quería ser libre

volar, fluir, fusionarme con el viento,

ser esa brisa del atardecer,

fresca, agradable.

Quería ser libre,

como los pájaros al volar,

como el mar tan inmenso,

como las hojas que caen.

Quería ser libre,

fluir con la vida,

olvidar todo la malo,

dejar de lado el dolor.

Quería ser libre, 

ser feliz, sentirme viva, 

alcanzar todas mis metas,

ser mejor cada día.

Quería ser libre,

no tener preocupaciones o miedos,

vivir a base de risas,

morir entre dulces sueños.

Quería ser libre,

hacer lo que me llenase,

sentirme realizada y útil,

y que pasara lo que pasase.

Pero no pude ser libre,

¿quieres saber por qué? 

Porque la vida nos ata con cadenas

invisibles a la vista 

que de un modo u otro

nos envuelven en algo

 que calificamos como realista.

Si vivir es así,

atarse a una vida

que solamente te frena, te recluye,

impidiéndote ser tú misma

yo no quiero ser así,

una marioneta más de la vida, 

que solamente jugará conmigo,

haciéndome su sumisa.

No, amigo,

no seré yo la chica

que se deje controlar

por esta tortuosa vida.

Prefiero ser libre, 

con mis reglas y medidas,

creando mi propio destino,

dándome igual lo que la gente diga,

porque vida solamente hay una

y yo quiero controlar la mía

viviendo a mi manera

y levantándome cada día

dando igual lo que suceda.

Quiero ser mi propia guía,

vivir una vida plena.

Palabras Calladas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora