Hogwarts |CORRIGIENDO|

Levicorpus

Después de las vacaciones  de Navidad el curso en Hogwarts vuelve a empezar, pero esta vez con Umbridge como directora, ya que Dumbledore desapareció cuando intentaron llevarle a Azkaban.

Las reuniones del Ejército de Dumbledore eran cada vez más urgentes, pero muy difíciles de organizar, debido a que Umbridge había puesto a un grupo de alumnos de Slytherin junto a Filch a vigilar el castillo. Entre ellos estaba Draco Malfoy, que solo estaba en el grupo para pillar a ese idiota de Potter, como él dice, pero sin que Nora se enterase. Sus sentimientos hacía la chica seguían intactos, pero sentía que la iba a perder totalmente si no hacía algo.

PUNTO DE VISTA DE DRACO

La habia oído decir que iría por la tarde a la biblioteca a terminar un trabajo sobre los dragones en Irlanda, por lo que él se acercaría como si nada, y finalmente, le confesaria todos sus sentimientos.

- ¿Me estás escuchando? - Pansy chasquea sus dedos delgados enfrente  del rostro de Draco, que refleja el cansancio hacía Pansy, que no se despega de él.

- No, no te estaba escuchando, ¿sabes por qué? Porque no me importa lo que digas ahora mismo, ahora, quítate de en medio.

Draco la aparta de una manotazo, haciéndola caer de culo sobre el banco, ya que estaba sentado sobre él, cosa que Draco odiaba. Solo quería estar en esa posición con Nora, no con Pansy. Quería tocar el cabello cambiante de Nora, no el soso cabello negro de Pansy.

Los ojos azules de Draco se fijan en el cielo, donde una gran luna blanca empezaba su aparición. Al día siguiente habia luna llena. Un escalofrío recorre a Draco, aún recuerda el dia en el que Nora recibió el arañazo. Había investigado para intentar quitarle esa maldición, pero no se podía. Incluso había pensado en recurrir a Remus Lupin, pero seguro que nunca le ayudaría por como le trató cuando le dio clases... Gran parte de las vacaciones se las había tirado investigando, pero ni una sola cosa. Por lo que Nora debería seguir encerrandose en la casa de los gritos durante unos años más.

"¿Cómo lo hará cuando esté en su casa? ¿También le habrán hecho un escondite seguro? ¿Lo saben sus padres?"

Las preguntas se arremolinan en la cabeza de Draco haciendo que choque contra Neville, que pega un chillido ahogado. Tiene el pelo rizado pegado a la frente, y la varita en la mano.  Una expresión de miedo se refleja en el rostro de Longbottom, mientras una de asco llena la de Malfoy.

"Si no fueses amigo de Nora te echaría una maldición, maldito casi squib".

- Quítate de mi vista - Draco le esquiva  y Neville no duda en salir corriendo perdiéndose de su vista.

Draco llega a la biblioteca girando su anillo en la mano, que tiene dibujado una serpiente, como símbolo de la casa de Slytherin, legendaria en su familia. Se pasea por los pasillos de la biblioteca y ve a Hermione escribiendo a toda prisa en una esquina sentada. Draco recuerda cuando tuvo un enamoramiento con Hermione, pero en seguida fue suplantado por Nora. Al principio se sintió asqueado por sus sentimientos. Toda su vida le habían hecho odiar a los nacidos de muggles, los sangre sucia. Le habían hecho creer que no merecían estudiar la magia, siquiera ser llamados brujas o magos. Pero esas dos chicas...

Hermione era la mejor bruja de Hogwarts, aunque nunca lo admitiría en alto. Y era muy guapa además.

Nora era una gran bruja también, y muy guapa, pero su amistad con Potter, al igual que con Hermione, le seguía molestando. ¿No veían que Potter era un grosero? Draco resopla por lo bajo y se pasa la mano por el pelo nervioso, Nora no está.

Oye una risa femenina al otro lado de una estantería y su corazón se acelera. Reconocería esa voz en cualquier parte. Una sonrisa llena la cara de Malfoy.