-Steven-
Terminé de desayunar y fui a darme una ducha. Al salir del baño oí la voz de Adriana en la sala. ¡Genial! ¡Ya llegó :D!
-Hola Adriana. -me senté a su lado el el sillón
-Hola, Stev. ¡Wow! Tu cabello está...
-¿Mojado? Acabo de ducharme
-Me gusta. -pasó una mano por mi cabello despeinándolo un poco. Se fue acercando lentamente a mi mientras hablábamos de cualquier cosa.
Sentí su calmada respiración. Miraba mis labios y yo los suyos. No pude resistirme a ella e inmediatamente corté la distancia que había entre nosotros con un cálido beso. Ella puso una mano en mi cuello y yo en su cintura, me quitó la camiseta lentamente y luego bajó su boca hasta mi cuello y no mordisqueaba con voracidad.
-Hey, Steven, recuerdas cuando... ¡Oh! Estás ocupado, lo siento... -La voz de Rockett me alarmó y me separé de Adriana
-No, eh... ¿Que quieres? -pregunté rodeando la cintura de Adriana con mi brazo
-... Luego hablamos, Stev. -se fue de la sala.
-Diablos... Esperame aquí, Adriana. No tardo
Fui al cuarto de Rockett y al entrar me dedicó una sonrisa. Estaba intentando subir la cremallera de un vestido que le quedaba bellísimo
-¿Puedes ayudarme, Steven? -dijo dándome la espalda
Me acerqué a ella y le sino el cierre del vestido
-Gracias. No me gusta este vestido... ¿Me veo muy gorda en él? Es que... Debo salir con Duff a cenar esta noche y...
-Te vez hermosa. Jamás te vez mal con algo opuesto, Rockett. -dije con nerviosismo
-¡Gracias, Steven! -me dio un abrazo. -No se que haría sin un amigo como tú
-... Si...
... Me quedé sin palabras.
-Rockett-
Steven es súper tierno. Le di un abrazo y le agradecí por ayudarme. Me dedicó una sonrisa y salió del cuarto. Sigo pensando que el vestido es horroroso, pero Steven dice lo contrario así que... Duff y yo saldremos esta noche. Me invitó a cenar y me dijo que sería "Elegante".
Me puse unos tacos no muy altos por que de por si, yo soy alta. Un poco más que Axl.
Duff entró al cuarto con cara de fastidio que luego cambió a una sonrisa al verme
-Luces estupenda... -susurró
-Gracias, Duff. Eres un encanto -Sonreí
-¿Puedes ayudarme con esta mierda? -preguntó mientras se estiraba en cuello de la camisa
Traía puesto unos jeans, esas botas que me encantan, Un smokin blanco y una camisa blanca.
-Me quema la piel con esta camisa... ¿Puedo sacarmela?
-Ven aquí
Lo atraje hacia mi y ayudé a sacarle la camisa mientras buscaba otra cosa que ponerle. Volteé con dos camisas y le puse una negra. La abotoné. Se veía bien, pero el seguía incomodo. Se desabrochó los botones y su pecó quedó libre. Wow, ahora se veía sexy...
-Listo... -suspiró. Le di un beso en la mejilla
-Me encanta tu cabello cuando está despeinado. -susurré mientras enredaba un mechón de su cabello con mi mano
-A mi me encantas tú. -Puso su mano sobre la mía y unió nuestros labios tiernamente.
-Te quiero -susurré
Salimos del cuarto y bajamos las escaleras hasta llegar a la puerta de salida.
-Steven, dile a Axl que vendré tarde. -dije
Steven me dedicó una pequeña y triste sonrisa
Duff tomó mi muñeca y me jaló hacia afuera riendo donde nos esperaba un taxi. Subimos y fuimos al lugar. Al llegar me asombre al ver ese lugar tan elegante. Habían muchas personas conocidas en ese lugar
-Wow Duff.... Esto es estupendo. -dije a lo que él sonrió plácidamente
-Lo se. Lo mejor sólo para ti, cielo. -me dio un beso en la mejilla.
Nos sentamos en una mesa para dos y Duff pidió Vino. Solo bebimos vino. Vino, vino, vino y más vino hasta quedar ebrios. Bueno... Tal vez exagero. Yo no estaba ebria ya que Axl y yo bebíamos más cuando huímos de casa. Él lo estaba... Solo un poco.
-Ya quiero irme... -dijo mientras sonreía ampliamente
-¿A casa?
-A donde quieras.
-... Dame ideas
-Podemos volver a casa y enseñarte a tocar... Una guitarra, o ver películas, ver series, volar una... Una maldita cometa -rió a carcajadas con eso último
-Me encantan todas las ideas -reí.- ¿Y si vemos películas juntos?
-Genial
-¡Pero no te duermas! -Sonreí
-De acuerdo...
-Ni te asustes, y si lo haces promete no dejar de abrazarme hasta calmarte
-Lo prometo -besó mi mejilla y volvimos a casa
***
Ya en casa y en pijamas, nos recostamos en el sillón y puse una película... de TERROR
Slash al ver que era una de terror quiso verla con nosotros. Sus pucheros me causaron mucha gracia así que se lo permití
A la mitad de la película Slash se había quedado dormido y Duff se moría de miedo en mis brazos
-Oh, vamos. No da tanto miedo... Bueno, un poco. Miedoso -besé su mejilla.
Él se acurrucó en mis brazos y seguimos viendo la película hasta que acabó.
-¿Ya podemos irnos a dormir? -preguntó
-... Como quieras.
Ayude a que se parara y fuimos al cuarto. Claro que as de eso tuve que tapar a Slash con una manta para evitar que se congelara. Entramos al cuarto y nos metimos bajo las sábanas. Juntos. Abrazó mi torso y nos dormimos con facilidad.
