!La Apuesta Perfecta¡ #Wattys2017

Me Gustas Yei-Yei

Kate POv.

Despues de aquella platica y el beso con Matt me vinieron millones de tontas ideas, en verdad se que el no es lo que yo buscaba, no lo digo solo porque me aburrió o porque ya no me interesa lo digo porque es lo que siento y en verdad no quiero que se crea mas ilusiones conmigo.

*FlashBack *

Matt me lleva en la parte donde solo pocas personas vienen ya que es un lugar muy tranquilo para poder estudiar, si si nosotros no vinimos a eso pero pues aqui estamos.

Nos sentamos en el pasto abajo de un árbol.

—¿que pasa Matt?—le volteo a ver confusa.

—que no e podido olvidarte Kate —me acaricia mi mejilla.

—Matt...—me volteo para que deje de hacerlo.

—Kate, te llame porque quiero que me aclares, que me digas si es verdad lo que siempre supuse.—me mira con esos ojos azules, esos ojos que me dicen que estan tristes.

Me siento tan mal, en verdad me hubiera gustado amarlo.

—¿que cosa?—pregunto.

—¿Lian siempre te gusto?

De inmediato mi mandíbula se tensa, las palabras no salen.

—¿porque preguntas eso?—respondo con otra pregunta.

—si o no

—Si me gusta ...—escupo.

Y es verdad, Yei-Yei me gusta, me gusto desde que eramos pequeños, crei que solo era una ilusión, un chico de un tiempo, pero jamas puedo olvidarlo mucho menos cuando el regreso.

Lo acepto Lian Melark me gusta.

—ah—su mirada se cae.

Mierda.

—perdon, pero ¿como supiste que me gustaba o pensabas?

—en la primaria tu me gustaste ...—abro mis ojos al saberlo.—y pues siempre cuando te veía yo presenciaba las miradas que le dabas a Lian, miradas de amor, me propuse a conquistarte, talvez siendo el popular pero creo que eso no basto, jamás podre superar a Lian ¿verdad?—sonríe.

—nunca pensé que...

—no digas nada si, acepto lo que sientes y a mi no me amas, lo entiendo.

—Matt, yo te quiero ...

—Kate, creo que regresare a Francia, me ire al acabar este semestre...creo que con la distancia podre olvidar esto que siento —mira el cielo, esta melancólico.

—no te vayas ...

—Kate, te amo —sus ojos se cristalizan—¿te puedo pedir un último favor? —pregunta con una pequeña sonrisa.

—si—digo con nostalgia.

—podrías darme un último beso...

Abro mis ojos a lo que me pide, no se que hacer.

Lo are.

Ambos nos acercamos lentamente, el ve mis labios y yo los suyos, su tacto me congela, me da pequeños rosones en ellos, me empieza a besar saboreando mis labios y yo no puedo negar que hago lo mismo, se separa y me sonríe.