Capítulo 10

33 4 0
                                    


Richie 'Pov

Con cuidado de no despertarla, me bajo de la moto sosteniendo su cuerpo para que no se caíga. Ya sobre el suelo uso mis brazos para rodear sus piernas y espalda, alzandola y bajarla de la moto. Acerco su cuerpo al mio y me alejo de la moto abriendome paso entre la  flores y después ma hierva. Bajo la colina pero antes de tocar la arena me detengo, acluquillo y me siento en el pasto. Acomodo el cuerpo de Anie de tal forma que pueda agarrar mi bolso, abrirlo y sacar de ella una manta que cogí prestada del club de teatro.

Acuesto a Anie en ella y con rápidez me devuelvo a buscar mi Aprilia. Vuelvo a ella y me acomodo a su lado. Se ve tan linda dormida que hace que mi corazón salte de alegria.

Es fascinante como una persona puede verse bien hasta dormida. No sé si Ani sepa que su belleza va más allá de la tierra. El sol favorece mucho su perfil. Me encuentro fascinado mirandola, guardando su recuerdo.

Suspiro con pesar porque tengo que levantarla. No me gusta la idea de hacerlo y mucho menos cuando se ve tan pacífica.

—Anie, Anie despierta —la llamo, moviendola un poco, muerdo mis labios al pronunciar su nombre.

—¿Mmm? —murmura abriendo sus ojos solo un poco.

Aparto mi mano de su brazo y la llevo hasta su suave y ahora sonrojado rostros.

Anie abre sus ojos y nuestras miradas se encuentran.

No sé por cuanto tiempo he estado observándola que el sol ya esta empezando a esconderse.

—Perdóname —le susurro.

Esta frunce el ceño y ahora si abre los ojos.

—No te entien... —no dejo que Anie termine de hablar porque uno sus jugosos labios con los míos en un beso perdiéndome en ellos.

Al principio Anie responder. Sus ojos se terminan de abrir y me miran con sorpresa. Yo también la miro solo porque quiero ver cada uno de sus reacciones. Solo cuando empiezo a mover mis labios esta también lo hace. Correspondiéndome y cerrando con suavidad sus ojos. Su boca fue dándome espacio y ajustandose a mi tan perfectamente. Cierro mis ojos y disfruto del placer que me brinda su aroma.

Hasta que el beso fue tornandose intensidad y necesitado. En un hábil movimiento me acomodo en frente de ella tocando sus mejillas con mis manos, Anie sube sus brazos a mi cuello y sus dedos se enrredan en mi cabellos, nuestros cuerpos tiemblan a cada rose pero ninguno de los dos está dispuesto a finalizar el beso, al menos no voluntariamente.

Anie jadea y aprovecho para meter mi lengua en su boca deleitándome con su sabor. Sinto que ya me faltaba el aire y mi cuerpo me lo pide a gritos.

Fastidiado, lentamente nuestros labios se fueron apartando. Nuestras respiración es irregular, muestros pechos suben y baja desenfrendamente. Mis ojos se fueron abriendo, dejándome ver a una sonrojada y avergonzada Anie.

Trato de hablar pero mi garganta no es capaz de producir sonido alguno. Anie tampoco se inmuto, sigue con los ojos cerrados como en shock; entonces vuelvo a maldecir por mi atrevimiento. Por no ser capaz de controlar mis impulsos cuando se trata de ella.

¡Por dios! si ni siquiera la conozco bien,  que alguien me explique ¿qué carajos me pasa con ella? ¿por qué tengo estos sentimiento? Esta necesidad de tenerla cerca, de besarla. No los entiendo.

Verla tan relajada, tan linda y hermosa bajo el sol. ¿Qué estará pensando ella de mi en estos momentos? ¿le habrá gustado el beso? Porque a mi me encanto o tal vez soy yo el que tengo que hablar. Solo espero que ella haya disfrutado el beso tanto como lo e hecho yo.

Amor a Mil Por Hora [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora