La aparición del hombre verdadero

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No recuerdo exactamente cuando fue la ultima vez que escribí en esta historia, pero lo cierto es que cosas muy importantes han pasado, unas mas que otras pero que han dejado un punto de reflexión en mi vida, mi trabajo y sobre todo en la relación con Manuel. Es mi objetivo esta vez ponerlos al corriente de todo aquello que sucedió desde que nos mudamos a este departamento.
Primeramente luego de la fiesta de InStyle, que fue un total fracaso pues no contaba, ni me acordaba que Javier, si aquel chico que intento engañarme y robarme a Manuel. El mismo estaba en la fiesta, había olvidado que el era editor en esa revista, y aun así Jayden tubo el atrevimiento de invitarme a formar parte de los editores de esa revista.
Aquella noche la pase fatal, sonriendo a todo mundo, lo único que me consolaba es que estaba colgado del brazo de Manuel en todo momento.
-Oye Oscar si sigues así me vas desprender el brazo. – su tono era burlón y no pude evitar sonreír, así que afloje un poco mi brazo del suyo.
-Vaya pensé que nunca lo harías, tengo ya morado mi brazo, o ¿es acaso que mi brazo te gusta tanto?
-Me guste o no ese brazo, es asunto mío, de echo te estoy sostenido para evitar que corras tras aquel perrito faldero que no a apartado la mira de tu pene desde que llegamos. – Me reí y luego recobre la compostura. Lo cierto era que de no ser yo quien estuviera del brazo de Manuel habría echo lo mismo que Javier, no hubiera apartado la mirada de aquel hombre con barba de tres días, piel canela y ojos marrones. Manuel llevaba puesto un traje azul marino, sus pantalones le caían ligeramente por la cadera hasta sus tobillos, dejaba ver una pequeña parte entre el término del pantalón y el tobillo, el saco azul satinado le quedaba perfecto, marcaba perfectamente su ancha espalda y sus músculos que había ejercitado en el gimnasio. De bajo del saco llevaba una camisa azul de un tono mucho más suave a juego con una corbata azul marino; era de esas corbatas delgadas, casuales. Se veía como un perfecto modelo de revista, de aquellas que durante la universidad veía tiradas por el departamento. Su ropa la combinaba con un par de zapatos color café. Todo el era un adonis lleno de seducción y era mío.
Antes de salir de casa me pido echarle un poco de loción, esa que huele a madera y que enseguida su aroma me trasporta a un campo dorado de trigo, de algún lugar rustica.
-En que piensa he – me pregunto y su voz me saco de mis fantasías, al mismo tiempo paso un mesero y Manuel tomo un Martin.
-¿Quieres uno?
-El no Bebe- Contesta Manuel por mi.
-Con gusto –Contesto y contra ataco a Manuel, la verdad es que me apetece alcohol para calmar lo que pensar en Manuel me provoca.
-wow parece que cierto perrito faldero a puesto de mal humor a una tierna doncella. – se ríe y me toma del brazo mas fuerte. -Quiero que quede claro, yo no siento, sentí ni sentiré nada más que apatía por Javier, aunque mi hermana te haya dicho otra cosa, en el fututo no me gustaría escuchar comentarios sobre el tema. Es normal que lo tenga que saludar trabajamos en la misma revista. Y quizá tu también- Hace una pausa, voltea hacia el centro del salón donde están bailando, y se ríe.
-No me molesta nada que tenga que ver con el, solo que no trabajare para esta revista, sabes lo que pienso de lo que publican.
-Shut, Cuidado por que mis fotos las publica esta revista.
-Fotos que haces por compromiso, sabemos que lo tuyo son otro tipo de fotografías, no de moda. – Grito para que me logre escuchar, la música empezó y ahora platicar resulta más difícil.
-Pero la paga es buena, mejor que otras- Me contesta en el mismo tono- Ahora déjame saludar a aquel tipo. - hace una señal con el dedo a donde se encuentra un hombre alto de cabello cobrizo perfectamente peinado, va vestido con una americana azul cielo que va perfecto a juego con sus vaqueros de mezclilla, bastante caros por cierto. Debajo de la americana lleva una playera delgada que deja ver parte de su color de piel, además lleva un par de zapatilla de deportes, algo casual y ligero pero en el se ve muy sofisticado.
-¿Quien es el?
-Sera quien nos de el resto de muebles del departamento.
Con ese solo comentario me doy cuenta que se trata de algún cliente muy influyente e intento desapartarme de Manuel para que vaya a saludar, pero me atrae hacia su brazo de nuevo y caminamos juntos, de camino hacia la puerta vemos del lado derecho a Javier, esta con un joven muy afeminado, supongo será algún amigo suyo, le hacen un gesto a Manuel pero el los ignora, no hace a propósito claro, mas bien la única cosa que ocupa su mente es ir a saludar a aquel hombre.

-Manuel que gusto volver a verte- rápidamente logro identificar su acento. Habla de una forma muy correcta y respetuosa, su voz es ronca y dura.- tenía tantas ganas de reencontrarnos.
-Heli, tanto tiempo, creí que no llegarías.
-Ya sabes no me apetecen este tipo de evento y menos relacionarme con los empleados de mi familia- Su voz es expectante, pero relajada, tiene un aire de ser un Don nadie y gastar el dinero de su familia en vagas y excéntricas curiosidades. Ya visto de cerca veo que lleva sobre el cuello un pedazo de piedra en forma de cono y con lo que parece ser un hueso atravesado.
-oye tranquilo que yo soy uno de eso empleados, al parecer esta noche todos están empeñados en hacerme sentir mal. He. – ciento una caricia sobre la mano.
-No lo serias de no haber aceptado mi oferta, y que visto desde otro punto de vista, tú empleado mío y no de mi familia – Heli baja la mirada y agacha un centímetro la cabeza sobre Manuel y por un momento creí que lo besaría- Te cuento un secreto, tu nada despreciable salario sale de mi bolsa. Abro los ojos como dos platos y Manuel hace lo mismo, su respuesta nos deja fuera de la plática.
-Pero tranquilo hombre, no lo digo para que te espantes, vuestro salario sale de mi parte de las acciones de esta revista.
-Pero dime Manuel quien es a la persona que cuelga como llavero de tu brazo.
- Oh perdonen – contesta Manuel a ambos- el es Oscar.
-Mucho gusto Oscar, soy Heli, dueño de la mitad de InStyle y pronto de toda cuando mi padre muera- Ahora entiendo la importancia de saludarlo y de como todos los de la fiesta los miran con respeto. Me tiende su mano gruesa y la cojo con firmeza, miro como Heli hace un gesto con la mirada hacia Manuel y el le responde afirmativamente.
-Vaya así que tú eres Oscar. Dime que se siente haberle roto el corazón a este Gilipollas,- se ríe y me mira curioso- Lo cierto es que más de una vez lo vi llorando y masturbarse sobre mi sofá. No se que contestar y las mejillas me arden.
-Vaya que puedo decir ante irrespetuosa declaración.- Miro a Manuel apeando y pienso en que irrespetuoso es aquel hombre. Cree que por tener tanto dinero puede soltar este tipo de cosas así de la nada. Arrogante. Pienso.
-Tranquilo- me dice Manuel mientras me aprieta la mano. – pero lo que dice es cierto.
-venga chicos no se apenen, no conmigo, di lo que te apetezca- ahora la mirada penetrante es hacia mi.- decidme lo que piensas,- hace una pausa y me sonríe dejando ver su blanca dentadura, Dios mío es bellísimo, viéndolo bien es un hombre hermoso. – oye si que estas rojísimo, ¿te han dicho que el rojo te sienta bien?- estoy dispuesto a seguir el juego
-Por supuesto, pero jamás con esa voz tan sexi. – le clavo una mirada con miedo, sus ojos son mucho mas pesados que lo que aparenta, su voz es encantadora y entre mas lo escucho se oye mas seductor.
-Quizá no estés acostumbrado a eso.
-¿Debería acostumbrarme?
-Deberías- contesta
-¿A su voz o al cumplido?
-Basta - Interrumpe Manuel- sigo aquí.
- si, ya lo se enanito, no puedo ignorarte,- el tono de Heli es burlón.- me traes un trago por favor
-A mi también- desafío a ambos.
-ok suficiente- contesta Manuel y me toma de la mano.
-De donde es su nombre – pregunto, mientras miro sus labios.
- Hebreo contesta Heli. – bebe un poco de wiski que le dejo un mesero- mi madre era Hebrea y por eso me llamo así.
-¿Piensa quedarse mas tiempo aquí?- su comentario nos toma por sorpresa.- la verdad es que yo tengo un evento en Singapur pasado mañana y me tengo que retirar, por cierto hablando de eso me preguntaba si ustedes quieren venir, por mi no hay problema serán solo tres días y la mayor parte del tiempo la pasaremos en un avión, Manuel creo que seria una buena oportunidad para ti y tu Oscar me dijeron que trabajas en una editorial, podrías encargarte la redacción de este evento para la revista, conocerás aun montón de personas importantes dentro del capo editorial, muchos de ellos interesados en trabajar con Estados Unidos, además de este evento se planea publicar una memoria y se esta buscando una editorial que lo publique, le dije al comité que me reuniría con un editor muy importante de New York pero no llego así que el trabajo seria tuyo, Manuel se encargaría de la imagen y tu de redactar editar y publicar, obviamente todo esto esta financiado y la recompensa económica es muy grande y ni hablar del reconocimiento profesional. ¿Que dicen? Si aceptas tendrías que hablar con un jefe que se encargara de coordinar estos asuntos
-Quien ese jefe- pregunta Manuel
-Yo- y una risa divertida se asoma por el rostro de aquel hombre.
-Tenemos que pensarlo- pensarlo mucho, respondo yo en mis pensamientos.
-Pues no tarden mucho, el vuelo a Singapur sale en dos horas.
Mi mirada se concentra en los ojos de Manuel y no se que pensar, por mi cabeza pasa el echo de que la editorial para la que trabajo pueda hacer este proyecto y entonces con el dinero financiar mas títulos, con el dinero de la paga podre yo hacerme socio de la editorial, los dos últimos títulos que se publicaron han tenido muy buena respuesta. Pero por otra parte no tengo ni las mas mínima idea de lo que pasa por la cabeza de Manuel y me gustaría saberlo.
-Yo no puedo ir –Dice de la nada Manuel mientras la música para, sus palabras se expanden por mis odios. La cara de Heli torna pálida.
-Tengo pendiente la galería del museo y la de California, atrasarme tres días seria garrafal para la organización. – cuando Manuel habla con ese tono no hay nada que hacer.
No se que hacer ni que decir, pero la verdad era que Manuel estaba mintiendo. A california tenia que ir hasta la semana entrante y la galería apenas estaba en etapa de planeación, así que podría hacer trabajo desde el avión.
-Yo tampoco puedo- sentí una decepción en mi cuerpo por aquella respuesta que salió de la nada. – tengo trabajo de la editorial estamos a punto de publicar. – no supe como justificar mi respuesta.
-Bien, entonces será en otra ocasión, están dejando una gran oportunidad. Manuel estás dejando ir la oportunidad de tu vida por tus celos y tu ineptitud. ¿Lo sabes verdad?- por primera vez desde que inicio esta conversación sentí que aquel hombre hablaba con un peso enorme en cada silaba, como si advirtiera o amenazara sobre algo y sus palabras eran toscas, como si cada una de ella dejara escapar un hilo de rabia.
-Se por que lo haces y te lo agradezco pero yo no puedo, estoy seguro de que Oscar podría ir sin ningún problema.
-woow chicos a mi no me involucren, realmente no tengo idea de que pasa.
-Lo siento- Manuel se disculpo y se dio media vuelta.
- No te preocupes, tenemos un compromiso para la próxima edición de esta revista, espero verte en la junta, de la próxima semana, y a ti Oscar, es una pena que tengas que renunciar esta gran oportunidad, es una pena, espero que aceptes trabajar para la columna que Jaydan te ofreció en la revista, tiene mucho que ver con este evento en Singapur, deberías escuchar la propuesta quizá te interese.
-Realmente lo siento, mis pendientes no me lo permiten- trate de parecer lo mas sincero sin conseguirlo
-Realmente a mi no me engañan, se lo que hago y como lo hago, pero no esta en mi carácter obligar o rogar.
Manuel aun estaba dándonos la espalda y sin decir nada empezó a caminar, yo en realidad ahí no entendía nada.
-Adiós amigo – la voz de Heli se perdió entre la música y Manuel volteo de la nada en un movimiento brusco.
Salimos del salón y Manuel pido el coche. Ya sentados en el auto me ataco un sentimiento de vulnerabilidad.
-Que paso aquí no entendí nada,¿ por que aparece este hombre, me deja caer información que no pedí, y además nos invita a tomar un vuelo a Singapur? ¿Te acostaste con el?- mi voz hace eco en todo el auto.
- Estas loco, a Heli lo conozco desde hace como 4 años, el me dijo que te buscara de nuevo, cuando nos separamos me fui a vivir con el un tiempo en su departamento de Seattle. Su familia es dueña de Instyle, su madre es una famosa doctora, tiene una hermana que estudia cocina internacional en parís, un hermano que se caso con una estudiante de periodismo, Heli es gay se dio cuenta hace un par de años, aparte de la revista tiene una empresa que se dedica la creación de nueva tecnología, es sobre esto que será su evento en Singapur.
-No pregunte su biografía, solo que paso por que todo fue así de repente.
-No lo se.
-Vayamos, es una gran oportunidad para ambos.
-Lo se, deberíamos ir, pero.
-¿Pero que? Regresamos en tres días, y nos ponemos al corriente con todo.
-El problema realmente no es ese.
-¿Entonces cual es?
-No lo se solo no quiero ir.
-Muy bien, pero no quiero que te arrepientas después.
-¿Tu quieres ir Oscar?
-claro, claro – un aire de rabia me ataca pero no lo dejare salir- es una oportunidad de oro para mi, intuyo que se trata de algo muy importante.
-Vayamos entonces, le llamare a Heli.
-Por que no aceptaste ahí.
-Quería saber si serias capaz de irte con el.
Su respuesta me dolió, eso me decía que el aun no me perdonaba del todo, que aun no confiaba en mi. Entonces recordé tantas cosas que habíamos pasado hasta aquí, era lógico que después de lo que sucedió el no confiara en mi, la confianza en como un vidrio que es golpeado con una piedra, después del impacto el vidrio jamás será igual.
-Heli lo pensamos mejor y aceptamos, iremos contigo.- le hice una mueca para que lo pusiera en alta voz.- estas en alta voz.
-Muy bien, ¿irán ambos?
-Si, solo iremos por ropa al departamento y salimos.
-Olvídalo, vente directo a mi departamento y de aquí salimos hacia el aeropuerto, ahí esta el jet que nos llevara, de la ropa olvídenlo tendremos tiempo mas tarde de hacer una pequeña escala en España, y si no compramos en Singapur, y por el costo de la ropa no se preocupen yo lo cubro, la asociación para la que es el evento cubriría los gastos de ustedes dos.
-Ok enseguida llego a tu departamento.-
-Aquí espero, tu auto se queda en el aparcadero de mi edificio, y recuerden que esto no es un juego, sabes lo que opino de cambiar de opinión Manuel.
La vos por teléfono de Heli sonaba mas dura de lo que pretendía, y en su última frase venia impresa un aire de amenaza, algo que me atemorizaba por completo, que tan importante era aquel hombre.
-Vamos al departamento de Heli.

Oscar y ManuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora