Relato 1/ Mi Vida Actual

985 13 1
                                    

La melodía llegaba por los orificios de mis oídos, mientras Manuel se encontraba frente al computador de espalda hacia mí. Si estiraba la mano podía haber tocado los músculos de su encorvada espalda, debido al poco espacio que había en nuestra habitación.

La cama estaba de frente a la ventana. Siempre he sentido fascinación por ver la luz natural al despertar y Manuel no tenia objeción en cumplir cualquiera de mis caprichos vánales. Del lado derecho de la ventana que abarcaba toda una pared entera se encontraba el escritorio color blanco, encima de el, la computadora, había ahí también libros que utilizábamos a diario en nuestros trabajos; cada uno tenía su propia portátil pero era aun mas cómodo trabajar en una computadora de escritorio y nos turnábamos el tiempo para utilizarla. Encima de la madera había algunos utensilios de papelería y del lado derecho de la cama, una estantería repleta de libros, novelas, cuentos, literatura y alguna enciclopedia de arte y fotografía que Manuel utilizaba de vez en cuando, se asomaban también por aquel librero mis primeros tomos adquiridos en mi época de estudiante, entre los cuales figuraba Jane Eyre, Cumbres Borrascosa, Tokio Blues. Libros que habían marcado mi vida actual, relatos contados por humanos al igual que yo lo hago en este momento.

Todo empezó al entrar a la universidad fue ahí cuando la fascinación por la lectura desemboco en un torrencial de ideas, que buscaban complacer alguna carencia emocional en mi vida, idear una vida alterna a la mía una más surrealista que se convirtiera en una situación complaciente con su creador. Durante mi primer semestre de universidad había ya conseguido un trabajo por el cual recibía una cantidad modesta de dinero, empecé a comprar libros a fin de saciar el vació emocional que en aquel entonces creí sentir. Acorde al avance del tiempo los títulos de libros, obras famosas y otras no tanto se hacían más presentes en mi habitación., Cuándo me mude al nuevo departamento con Manuel, las cajas con libros ocuparon una buena parte de la mudanza.

¡Cierto! He olvidado el punto de inicio de este relato y a fin de no dejar temas volando he de continuar con la descripción de la habitación, que a diario se convierte en madriguera de dos seres amantes del café, un cuerpo absorto por el deseo pero limitando a su furia por amor mutuo.

Dentro de aquella oprimida habitación no había otra cosa más que un closet pequeño donde Manuel ocupaba mayor espacio en él, situación que a mi no me molestaba ya que siempre he mantenido mi adquisición por la ropa en un estado casi nulo, así que yo ocupaba la parte de abajo del armario. había un espejo de lado izquierdo junto al pequeño tocador repleto con lociones, cremas, y algún otro cosmético. Nuestro circulo de convivencia tiene la tendencia a cuidar más del aspecto físico que cualquier otra persona, el afán por mantener el orden, equilibrio y balance en todos los aspectos es nuestra forma de vida, nos caracteriza un gran sentido de la moda, una fuerte convicción por la estética y por los estereotipos asignados por el consumismo, la modernidad y lo clásico. Cuando poseemos la visión podemos hacer cosas extraordinarias, combinar todo lo anterior y crear nuestro propio ambiente.


Para la darle vida a nuestra nueva casa yo elegí el color, un tono claro. Blanco, pensé enseguida, su armonía significaba recelo, limpieza y mucho cuidado, aspectos que en una relación son fundamentales, y lo mismo quería para el lugar donde en lo sucesivo viviéramos. Manuel que es una persona, calculadora, emotiva y sofisticada decidió la simetría de los muebles; la distribución de los mismos y ambos coincidimos en repartirnos las tareas que más fácil podríamos desarrollar, decoración, pintar, muebles, cortinas, pero, claro había que hacer trabajos como arreglar los focos, alguna tubería. Para eso hubo una tercera persona que fue de gran ayuda, y de no ser por el, Manuel habría terminado duchándose en la casa de la vecina y yo cocinando en el antiguo departamento.

Por supuesto que la idea de Manuel y la vecina buscona del 723 no me apetecía imaginar, así que lo más rápido posible contactamos al plomero que arreglo esos detalles, detalles que al final constituían el funcionamiento correcto de nuestro departamento. Y es necesario aclarar que el aceleramiento de esto no fue por sugerencia mía, a Manuel no le agradaba la idea de ir a trabajar sin ducharse y a mi tampoco, así que como era de suponerse solo pudo soportar un día. A la mañana siguiente enderezo la cabeza y abrió los ojos antes de las cinco de la madrugada, tomo la motocicleta y fue a donde sus padres a ducharse, imagine lo que había sucedido así que no me preocupe por la resbaladiza vecina, que lo único que había hecho desde nuestra llegada era elogiar el estupendo trabajo de Manuel en el Gimnasio, situación que a ambos nos incomodaba.

Podíamos ver el letrero de Urgente cuando se tambaleaba por los pasillos del edificio. No hace falta que lo menciones. Oh claro que hace falta, conteste a mi voz interior que trataba de frenar mis pensamientos en este relato. ¿Caray es una broma cierto? Nosotros tenemos un sexto sentido mas desarrollado que el del sexo femenino, claro que esto no les quita el merito de su intuición a las mujeres.Pero si algo somos es observadores, calculadores natos, sombríos, y un sin fin de características propias de nuestro ambiente y que hemos perfeccionado dada la situación que lo a merite. cuando descubrimos o intuimos algo, no hace falta actuar enseguida, tampoco dejamos que la furia se apodere de nosotros, por su puesto que también hay sus excepciones. Cuando hay sospechas es por que existen en la realidad y si hay realidad hay cosas inevitables y otras tantas que pasan desapercibidas. Se tarta de fusionar todo los aspectos de ambos géneros y dejarlos funcionar a todos por partes iguales. Así la intuición deja de ser un mito y se convierte en un arma, poderosa por naturaleza, pero si es utilizada de forma errónea y sin el cuidado debido, termina siendo débil pero aun más fulminante. La diferencia aquí es que el resultado afectara a todo a su alrededor y no solo al público que inicialmente se tenía en mente, por eso su paso es aun más desbordante y caótico. Que equivocada estaba la persona que atribuyo a la debilidad la característica de inofensiva y tranquila. Ahora ya sabemos que no es así. Tampoco. Conteste a mi subconsciente empeñado en cuestionarme y llevar mi relato por otros rumbos. La gente se niega a buscar o contradecir lo que conocen y hasta que no experimente el dolor de la debilidad no cambiaran de opinión.


Habrá mucho más que hurgar en mi vida con Manuel y sin el , pero eso será en la segunda parte de este escrito ya que por ahora estoy agotado y una sesión de caricias se aproximan, ahora que Manuel a dejado su lugar en el escritorio y se ha puesto delante mío, con esos pantalones de shorts holgados que le caen por debajo de las caderas dejando a la vista lo tonificado de sus piernas, sus pantorrillas desnudas, ahora que sus manos se han detenido sobre mis hombros esperando a que yo termine por cerra la portátil y quede rendido a tales contactos físico.

Oscar y ManuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora