Wedding Planner {hs}

❣25❣

Narra Harry.

Ayer había sido un día de mierda.

Desde que me desperté hasta que me fui a acostar. Ni siquiera pude dormir bien.

Por la mañana tuve una discusión de mierda con Rachele solo porque olvidé decirle sobre la fiesta a la que nos habían invitado esa noche.

Estoy teniendo problemas con la empresa y con mi familia y ella simplemente decide enojarse porque olvidé mencionarle que tendríamos una fiesta.

Cuando a la tarde fui a su casa para recogerla, ella simplemente me dijo que no vendría conmigo al festejo ya que no le había avisado con anticipación así que no tenía nada que ponerse.

En su placard hay más ropa que en cualquier Gucci de la ciudad y ella dice que no tiene nada para usar.

Mi humor empeoró.

Cuando llegué al festejo por el compromiso de mi mejor amigo, no medí la cantidad de vasos con alcohol que bebí. Ni siquiera recuerdo qué fue lo que bebí.

Yo simplemente desahogue todo lo que está sucediendo en mi vida en el alcohol.

Grave error.

No fue hasta el otro día cuando me desperté que recordé todo lo que había ocurrido.

Desde que felicité a Josh y a su esposa, cuando intente coquetear con Sasha, y por último, y lo peor de todo. Lo que pasó cuando regresé a casa.

*Flashback*

Estaba parado en el porche de mi casa. No podía encontrar las llaves en mis bolsillos y no recordaba dónde dejé las de emergencia.

Apoye mi frente sobre la puerta esperando a que el alcohol y el mareo se pasaran un poco pero me sorprendí cuando ésta se abrió repentinamente.

Si Rachele no me hubiera tomado de los hombros, en este momento estaría en el suelo.

—No puedo creer que estés ebrio—fue lo primero que dijo. No respondí y entré a mi casa.

Caminé hasta la sala y me recosté en el sofá.

—Josh me llamó. Estaba preocupado por el estado en el que te fuiste de la fiesta—habló y nuevamente no recibió respuesta—¿Te das cuenta que podrías haber matado a alguien en el camino, o peor, haberte matado a ti mismo?

—Ojalá estuviera muerto.

—¿Qué mierdas dices Harry?—gritó.

—La verdad—respondí—Y baja tu tono de voz. Volví a casa para estar tranquilo y me encuentro contigo aquí gritándome.

—Vine porque estaba preocupada por ti, quería saber cómo llegaste—dijo bajando el tono de su voz.

—Ya me viste.

—¿Me estás echando?—preguntó luciendo dolida. Suspiré.

—No, pero yo me iré a dormir. Hablamos en la mañana.

—No, tenemos que hablar ahora.

—Hablaremos en la mañana—comenzaba a molestarme.

—No Harry, hablaremos ahora.

—No eres mi madre para darme órdenes—la miré molesto.

—No, pero soy tu futura esposa y quiero saber qué pasa contigo.

—¿Ahora recuerdas que eres mi futura esposa cuando tuve una semana de mierda y mi futura esposa ni siquiera preguntó qué me pasó?—Ella no respondió—Lo único que haces es hablar de la boda cuando en mi mente hay cosas más importantes.