Cap.9

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Estando en el comedor, Kangin mantenía la boca completamente abierta, su mirada estaba clavada en el pelinegro que tenía frente a él. Leeteuk y Ryeowook solo comían de una manera nerviosa pero a la vez graciosa, pues la cara que traía aquel chico fuerte era una expresión que haría reír a cualquiera.

- Teukie hyung - llamó en un murmullo el pequeño.

- ¿Qué pasó bebé? - contestó de la misma forma.

- Es que Kangin hyung parece la pintura que está en la portada de mi libro de la escuela - el castaño más alto rió en la oreja del menor para no ser escuchado por Kangin.

Wookie no pudo con la risa y también empezó a reír, aunque por lo bajo que lo hacían parecía que eran pequeños ratoncitos comiendo. Leeteuk sabía a qué pintura se refería el menor, y tenía completamente la razón, Kangin en esos momentos se parecía a "El Grito".

Lo entendían, no era fácil creer que un simple juguete podría parecerse tanto a un chico normal, mucho menos que había crecido y transformado en un humano, era imposible, tan imposible que era verdad y ambos castaños se lo habían comprado. Los llamados a "Yeye", siempre que el pelinegro escuchaba el sobrenombre, que debía ser de su muñeco, respondía como si fuera costumbre, no a palabras, pero si con movimientos de cabeza, de manos, yendo con ellos o con una sonrisa, pero respondía. El parecido que tenía en su cabello tan negro y alborotado, llenos de picos de diferentes tamaños, sin olvidar sus penetrantes ojos y sus finos labios, agregando a ello una piel completamente limpia.

Pero algo que realmente sorprendió a Kangin, lo cual hizo que creyera en las palabras del menor, fue ver a Yeye comer lo que Leeteuk le había dado para comprobarlo. Era por esa razón que se mantenía con esa expresión, inigualable.

El muñeco comía sin expresión un chile rojo, un rojo realmente potente que seguramente picaba hasta las nalgas, no bastándole con eso, Leeteuk le agregó salsa picante al chile, y no solamente con eso, sino que le agregó muchos más chiles picosos, sal y al final un limón agrio.

¡Osea!.

Nisiquiera él que se hacía "El macho alfa versión 2" llegaría a soportar el sabor de lo que Yesung estaba comiendo en esos momentos. Y no, no lo probaría, estaría completamente loco si lo llegara a hacer. Luego seguramente le daría un revoloteo en su estómago que de el baño no saldría, pero claro, como el que tenía en frente era un muñeco, ya comprobado, no tenía esa preocupación y en parte se alegraba por él. Además parecía disfrutar lo que comía y aprovechaba para jugar también.

- Wow - se escuchó por su parte después de un corto tiempo. Miró a los castaños - esto es....Impresionante, realmente es tu muñeco, Wookie.

- Sí, hyung - había emoción en su voz - es Yeye, bueno, ahora tiene un nuevo nombre que Teukie hyung y yo le pusimos - esbozos una tierna sonrisa.

- ¿Ah sí?¿Qué nombre?.

- Kim Yesung - fue Leeteuk quien habló esta vez - Decidimos un montón para ponerle ese nombre.

- Es un buen nombre - comentó con aprobación - Le queda.

- ¿Verdad que sí? - nuevamente la emoción de Wookie se hizo presente, pues a parte de su voz, también lo demostró con el abrazo que le dió al pelinegro.

Kangin no pudo evitar sonreír, su pequeño siempre había demostrado cuanto quería a su muñeco, y si lo demostraba cuando era tan sólo un peluche era muy difícil no creerlo cuando se había transformado en un humano.

El castaño mayor se levantó de la mesa y tomó los platos ya vacíos para dirigirse a la cocina con ellos, haría su trabajo de lavarlos y escorarlos.

Mi Muñeco [YeWook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora