Las lágrimas mojaban sus tiernas y suaves mejillas, nisiquiera era testigo de que mojaban también las mantas de su cama por la posición en la que se encontraba, no era testigo de nada en realidad, solamente de los movimientos de su pulgar al acariciar una fotografía. Sí, una de él y su mejor amigo.
Nisiquiera habían pasado veinticuatro horas y ya sentía un vacío en su corazón, como si le hubieran quitado un pedazo de su alma, le dolía demasiado tener a su hermano lejos, sí, su hermano.
Si él se sentía así ¿Cómo debía estar Kyuhyun?.
- Pequeño.
No hizo caso a los llamados del mayor, simplemente no tenía ganas de hablar con nadie, sólo lo quería a él. A Sungmin.
Nadie más.
Leeteuk suspiró al ser ignorado, sabía y entendía que Ryeowook no lo hacía con la intención exacta, él más que nadie lo sabía. Dibujó una sonrisa pequeña en sus labios y rodeó la cama para sentarse al lado del bajito. Acarició sus cabellos con ternura, como lo haría una omma al consolar a sus hijos, sus dedos pasaron con suavidad por sus lágrimas, limpiandolas con dulzura.
- ¿Por qué? - escuchó el susurro entrecortado - ¿Por qué se fue? Me dejó solito, ya no estará más conmigo.. yo..- sus palabras no terminaron pues al instante las ganas de llorar mucho más fuerte se le aproximaron.
Lloró más al sentirse rodeados por aquellos brazos que siempre le habían dado un calor maternal, desahogandose en el pecho contrario. Leeteuk acarició tanto el cabello como la espalda del menor, logrando calmarlo después de unos minutos, unos largos minutos. Aunque en realidad no importaba mucho el tiempo, él se podría quedar el tiempo necesario para que su pequeño pudiera soltar todo el dolor que traía encima.
Lo separó un poco para mirarlo, sonriéndole nuevamente y limpiando, por sexta vez, las lágrimas de Wook.
- Ahora escúchame, bebé. Cuando una persona quiere a otra, no va a importar lo lejos que esté, no va a importar. ¿Sabes por qué? - el menor negó con suavidad. Sonrió - por que esa persona que tanto quieres, está aquí - señaló su corazón - en tu corazoncito, mi amor.
- Pero....pero no importa, hyung. ¿De que sirve si..si no la puedes ver? - murmuró en respuesta.
El castaño que se encontraba abrazando al chico suspiró tras escucharlo, aún así no importaba, eso no importaba.
Volvió a sonreír. Tomó la manita de Ryeowook y la colocó en su pecho, para que pudiera sentir sus latidos.
- ¿Sientes esto?.
-..Es tu corazoncito, hyung. Está muy fuerte hoy - el otro asintió.
- Son mis papás.
Ryeowook lo miró al escucharlo, pero nunca perdió de vista la sonrisa que su mayor tenía en su rostro. Estaba confundido. Los papis de Teuk habían fallecido ya tiempo atrás, no entendía.
- Pero....ellos no están aquí, hyung. No est...
- Físicamente no están, bebé, pero están aquí, por que los puedo sentir. Ellos están conmigo todos los días, ellos me cuidan, ellos viven - llevó su mano para colocarla sobre la del menor - viven aquí, en mi corazón. Y no, no importa lo lejos que estén, yo los tengo presentes por que viven en mi corazón, por que no quiero dejarlos ir, por que los amo.
- Hyung..
- Ver y sentir no están aliados, mi pequeño - acarició su mejilla - no por querer sentir significa que lo tienes que ver. Por ejemplo, uno puede sentir el aire, pero nadie lo puede ver. Todos tenemos algo especial que guardar en nuestros corazones.
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Mi Muñeco [YeWook]
FanfictionNo busques el amor, mejor espera a que venga a ti. Historia Original.