- Gracias, Yeye. - el pelinegro rompió el abrazo por las palabras de Leeteuk, mirándolo fijamente al ver como la mano ajena tomaba su mejilla - Por defenderme - sonrió - Ahora, dime, ¿Cómo te sientes?..o ¿Qué es lo que sientes?.Esa pregunta le había desconcertado en cierto modo, nisiquiera tenía una definición exacta de lo que era "sentir", con las explicaciones de los tres chicos que lo rodeaban había agarrado una idea de lo que era, pero un concepto entendible, aún no. La duda estaba sobre su rostro, obviamente eso no fue desapercibido por los chicos.
Yesung, en ese momento, se encontraba un poco incómodo, sí, quizás esa era la palabra. Sin esperar las reacciones de los contrarios, fue con el menor para mirarlo fijamente, necesitaba saber si lo que le pasaba también le pasaba a su pequeño. Además, era muy curioso, eso era una de sus características, la curiosidad, y aún más con los humanos
Todo le llamaba la atención de ellos, aún más por que casi siempre se la pasaban jugando esa cajita que a cada rato presionaban su pantalla. No entendía, y tampoco podía averiguarlo por qué en el lugar donde vivía no se usaba tanto ese aparato.
Pero, aún así. No entendía.
Bueno, eso no era lo importante, lo único importante es que era demasiado curioso y más cuando se sentía de una manera extraña como en esta ocasión.
- ¿Qué haces, Yeye? - las risas tiernas del castaño empezaron a escucharse cuando el pelinegro lo atrajo hacia él.
Lo único que Yesung quería era averiguar sobre lo que sentía, así que hizo una de las suyas. Sí, sólo colocó su palma de la mano cerca de la nariz de Ryeowook sintiendo, ahora sí, la misma sensación que él sentía, pues sí, él soltaba aire de sus huequitos al igual que el pequeño. Por lo menos no era el único. Sonrió yendo ahora a Kangin, repitiendo la acción y obteniendo el mismo resultado, para terminar lo hizo con el más alto.
¡Todos lo hacían!. Se sentía...no sabía cómo se sentía, pero algo sentía.
Les sonrió ampliamente a los tres, aunque claro, ellos parecían no entender lo que hacía gracias a sus expresiones. Se quedó mirándolos por unos segundos con la misma sonrisa pero al ver que los otros seguían en la misma posición la borró frunciendo un poco el ceño.
El pequeño en ese momento abrió la boca, al parecer había entendido lo que su muñeco estaba intentando decirles.
- ¿Quieres que te saque para ir al baño, Yeye?.
Al parecer no. Kangin dibujó una sonrisa que en tan solo un segundo se volvió risa, cuanta ternura e imaginación tenía el menor en su pequeña cabecita. Leeteuk, al contrario, solo sonrió negando con la cabeza viendo el rostro confundido del muñeco, volvió a sonreír.
- Jaja, no puede ser, jajaja.
- ¿Qué sucede? - preguntó con inocencia el bajito, escuchando la risa de sus mayores. Formó un puchero.
- Mi bebé, mi adorado, hermoso, lindo y tierno bebé, - habló dulcemente Kangin al tomar las mejillas del bajito. Infló las mejillas para no volver a soltar la carcajada - Yeye no es un perro.
- ¡Oh, no. Claro que no lo es, hyung!. Él es un muñemano - sonrió.
- ¡Jajaja!, ¿Qué?, Jajajaja. ¿Qué es?.
- Un muñemano, Kangin hyung.
- Jajaja ¿Qué es eso, pequeño? - cuestionó Teuk.
- Un muñeco con forma de humano, un muñemano - hizo un puchero.
- Ahhh - dijeron mutuamente, soltando una risa más suave.
- Escuchaste, Yeye. Eres un muñe...¿Dónde está él? - los otros dos voltearon al escuchar a Kangin.
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Mi Muñeco [YeWook]
FanfictionNo busques el amor, mejor espera a que venga a ti. Historia Original.