Es horrible sentirse obligado a ser o sentir algo que no sientes, algo que no eres, algo con el que estás indeciso, indecisa....¿No les ha pasado?, Que estás feliz pero tú mismo te obligas a estar triste, o al contrario, que estás triste pero te obligas a ser feliz. ¿No les pasa que se obligan a sentir algo cuando muy dentro de ti...sabes que no es así?. Sientes que tienes dos caminos diferentes, que sabes la respuesta pero sin hacerte caso te vas por el equivocado.
Se les pondrá un ejemplo, en la mañana de aquel día, un amable Kyuhyun le había pedido al pequeño ser su pareja para el baile de la escuela, se había puesto muy feliz por la invitación inesperada, se había emocionado por ir al baile...Sin embargo, quería estar mucho más feliz por qué iría con el chico de sus sueños, pero a la vez eso no era algo que lo alegraba tanto, no era feliz de ir con Kyuhyun como seguramente hubiera sido meses atrás. Pero el humano es terco, y en su mente ponía que era feliz, que era muy feliz.
Qué equivocado estás mente, eso era lo que decía su corazón.
Era tonto, pero lamentablemente el humano era así. Así de confuso.
Y es que en cuanto más sabes que te has estado equivocando por un largo tiempo, empiezas a viajar y a viajar, y llegas a un punto en que te das cuenta que la vida que tú deseas, o qué más bien, la que creíste que deseabas, te da la vuelta completamente, haciéndote ver la realidad en la que vives, la que te abre la vista a la vida, para no decir los ojos, que literalmente estaban abiertos...pero que en otra forma los mantuviste cerrados.
Viajas a ese pasado en que recuerdas a las personas que siempre estuvieron contigo, a esos momentos felices vividos, a esos sentimientos encontrados. Pudo observar a Kyuhyun besándose con Sungmin...en ese momento pensó.."¿Por qué?, ¿Por qué Sungmin?". Ahora, sabía la respuesta, "El corazón de Kyuhyun lo escogió a él".
Y es que si en un momento de tu tiempo libre te pones a pensar y a recordar todo lo que ha sido de tu vida, todo lo que te ha rodeado en ella, reflexionas..y ahí es donde te das cuenta..que todo llega a su tiempo, y que lo que el corazón elija no es cuestión de gusto..es cuestión de amor.
Ni siquiera se había dado cuenta de cuando fue el momento que una gota de agua mojó su mejilla al caer de su ojo derecho. Lágrima que un dedo ajeno limpió, y reemplazó por una sonrisa, una dulce y sincera.
- Yeye...- murmuró tomando su mano con suavidad, soltando muchas más lágrimas que le hicieron perder la cuenta a su acompañante -..muchas gracias por estar conmigo siempre, quizás no te lo he dicho en estos últimos meses, pero...no tienes ni siquiera la más mínima idea de cuánto te quiero, de cuánto me importas, de cuánto yo siempre deseé que estuvieras a mi lado y ahora que lo estás...no quiero perderte. Quiero que te quedes a mi lado siempre, que nunca te vayas, quiero que...que siempre me sonrías, que me abraces, y que...y que siempre...
La suavidad con la que fue callado lo envolvió en un delicioso aroma a algo inexplicable, y es que cuando sintió los brazos de Yesung no pudo evitar recordar todo lo que vivió en su niñez estando solamente con un pedazo de peluche, en su juventud, prácticamente en toda su vida. Yeye siempre estuvo ahí, sabía que siempre estuvo en ese muñeco, que ahora lo sentía en carne y hueso...que ahora todo ese amor que nació desde bebé, ahora se hacía más fuerte. Tenía tanta fuerza que no se podía comparar en nada a la que intentaba ejercer con sus brazos.
- ¿Sabes?, Aunque sé que mis verdaderos papás me abandonaron a los pocos meses de edad...también sé que me dejaron un regalo especial, uno de los mejores regalos de toda mi vida. No sé de dónde te hayan encontrado, pero agradezco que haya sido yo el afortunado de tenerte. Nunca nadie podría hacerte competencia, seguro quedarían muy lejos de poder ganarte, eres superior a todos. Mi vida no sería igual si no fuera por ti - sonrió entre sus gotitas de mar y tomó entre su mano el collar, ese collar que su omma Teuk le había obsequiado ese día, el día en que todo comenzó - Nunca, nunca, nunca, nunca..me arrepentiré de haberte escogido a ti cómo mi deseo de todo corazón.
No, de verdad que uno no es capaz de describir, de demostrar cuando hay algo hermoso rodeandote por dentro, que no es capaz de saber cuando fue que alguien pudo tomar tu corazón y manejarlo a su antojo, y que unas palabras con sentimiento puedan llegar muy en el fondo de él. Tanto, que esas gotas de agua que siempre te causaron una duda del por qué salían de los ojos de las personas, ahora estarían saliendo a flote.
Se sintió extraño, mejor dicho, esa sensación en su rostro se sentía extraño, y al pasar sus dedos sobre sus mejillas...entonces fue cuando Yesung pudo sentir esa nueva sensación húmeda salir de sus ojos oscuros. Lloraba al igual que su pequeño, sonrió ampliamente, y dejó caer más y más.
Estaba...feliz. Muy feliz.
Ya era de noche, sabía que era hora de que Ryeowook duerma, esa noche iba a acompañarlo. Lo cargó entre sus brazos para que pudiera recostar su cabecita soñolienta en su hombro, y empezó su marcha a su habitación.
Y así eran todas las noches, cuando el pelinegro recostaba a su bebé ya dormido en su cama y lo acobijaba para que estuviera cómodo y de la misma manera pudiera descansar, se recostaba a su lado y lo miraba dormir, lo cuidaba y le regalaba un beso en la mejilla.
Con una sonrisa secó sus lágrimas traviesas, y de la misma forma, las del pequeño. Así se las pasaba las doce horas de las noches, observando al niño que le hacía soltar suspiros y emitir sonrisas. Cuánta dulzura en un niño.
Lo acercó a él y lo abrazó, y aún estando tan cerca, quería acercarlo mucho más...hacerle saber que el corazón que había empezado a latir era de él, de él y de nadie más. Al sentir algo agradable, era mejor sentirlo con una persona especial...
Y en tu primer sueño, igual.
Después de tantos años, por fin a descansar.
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Mi Muñeco [YeWook]
FanfictionNo busques el amor, mejor espera a que venga a ti. Historia Original.