Mi Muñeco [YeWook]

Cap.30

Siempre hay que disfrutar de las maravillosas cosas que la vida te brinda, así sea dinero, trabajo, casa, felicidades, sonrisas, lágrimas, tristezas, desgracias, enseñanzas.... o una segunda oportunidad de vivir.

Cuando sabes que tienes una doble vida, que es una bendición enorme, hay que vivirla correctamente, disfrutando cada minuto que pase con una enorme sonrisa. Pues sabemos que no todos tenemos esa oportunidad, y que mayormente la vida se vive un sola vez.

Por eso hay que disfrutar.

Es un regalo maravilloso, tener la vida de nuevo es como una flor saliendo de su capullo, como un ave saliendo del huevo, como el sol que sale cada día o como la luna que sale todas las noches.

Como un hermoso arcoiris que aparece después de una fuerte tormenta.

Y es que cuando le abres tus ojos a la vida y ves lo maravillosa que es, te das cuenta que una vida por delante te espera.

- Está despertando.

- Gracias al cielo. Hay que darle espacio.

Esos susurros que escuchaba y que pronto se fueron haciendo más fuertes y claros, le dieron tranquilidad y fuerza al castaño para abrir los ojos y parpadear varias veces, aún no se acostumbraba a la luz del cuarto. Pero cuando lo hizo, fue el mismo de siempre, con una suave sonrisa, miró a los seis chicos que lo acompañaban, se sentía agradecido, querido. Leeteuk, Kangin, su cuñado Eunhyuk, su mejor amigo Siwon, su nuevo amigo Yesung y el pequeño amigo fiel de Ryeowook. A pesar de que ellos estaban ahí, aún sentía la falta de su gran amor.

- Los asusté, ¿Cierto? - habló en tono bajo. Era demasiado fuerte - todos tranquilos, soy el gran Cho Kyuhyun y nadie me derrota. Mi fin aún no llega.

- ¡Loco!, ¡Me diste un buen susto!. ¡Eres un...eres un..un loco al que quiero con toda mi alma! - las lágrimas de Siwon lo hicieron reír, corresponder a un fuerte abrazo de tu mejor amigo, jamás había sentido uno igual por su parte - Nunca vuelvas a hacer eso.

- ¿Cómo te sientes, Kyu?, ¿Te duele algo? - preguntó Leeteuk sin soltar la mano de Kangin, ambos lo miraban preocupados.

- Que bueno que te encuentras bien, Kyuhyun.

- Muchas gracias, no. Bueno, la pierna derecha me duele un poco, pero yo me siento perfecto - miró a Yesung y sonrió - ¿Creíste que podías ganarme?, Já, sigo y seguiré siendo el Rey.

Afirmó, a lo que el pelinegro sonriente respondió con una negación rápida de cabeza. Ni loco, ganaría esta vez. Se acercó a él y estrecho su mano con el saludo que habían creado y le sonrió, se alegraba de verlo bien, estaba perfectamente bien.

- Ya me habías asustado, Kyuhyun - sonrió al escuchar al rubio que se acercaba poco a poco donde se encontraba.

- ¿Y eso por qué, Eun?, Ah, no me digas. Me quieres demasiado y te preocupas por mí, ya lo sabía.

- No, pensé que morirías y que no sería en mis manos. Qué dolor iba a sentir por ti - llevó una mano a su pecho, actuando melancólico. Rió al sentir el suave empujón del castaño.

- Tú siempre demostrándome cariño. Yo igual te quiero ex-cuñado.

- ¿Ex? - se tensó, esa voz. Esa hermosa voz. Ahí estaba, su chico, estaba frente a él con rostro indignado, siempre tan hermoso - Yo feliz llego a corea, me recibes con un susto de muerte y de pasó...¿Mi hermano ya es tu ex-cuñado?, ¡Qué decepción!.

Las letras estaban atoradas en su garganta impidiendolo hablar, era una sensación fea, pero a la vez linda. ¿No les ha pasado?, ¿Que esa persona que tanto deseabas tener cerca y que se encontraba frente a ti en ese momento te haga paralizar y por su causa no puedas mover ni un solo dedo?, ¿Qué sientes una inmensa felicidad y ganas de llorar pero que no puedes demostrarlo?, ¿Que todo a tu alrededor desaparece y sólo se enfoca esa persona?, ¿Que el mundo se detiene por menos de un segundo pero que lo sientes como una eternidad que no te alcanza para verlo bien?, ¿Que incluso sientes que la vida se te va y vuelve a regresar!.