Era viernes por la mañana, finalmente viernes. «Hoy es el día» pensaba nerviosa. Anoche le había dicho a Masuta-kun por mensaje que no venga a hacerme el desayuno hoy, me quería preparar, estar presentable hoy para una posible mirada de senpai por los pasillos. Me arreglé el cabello lo mejor que pude y me puse un poco de mascara de pestañas tratando de hacerlo parecer natural como vi en un video. Me subí a mi bicicleta y comencé a pedalear, con cada centímetro más cerca del instituto mi corazón palpitaba más y más por la emoción y los nervios.
Llegué y Senpai venía al lado de Masuta-kun. Se veía feliz, y eso me alegraba también, a lo lejos pude ver a Osana que se veía desdichada y con una pequeña gota de esperanza.
Todos estaban en su rutina de siempre, pero Osana se había dirigido al salón a esperar a que comiencen las clases, estaba sola, como hace varios días ya. Dieron las 8:00 a.m y todos nos dirgimos a nuestros salones, con cada minuto estaba más ansiosa.Sonó la campana y decidí dirigirme al info-club a saludar a mi vieja "amiga". Llegué y entré sin tocar.
- Vaya, miren a quién tenemos acá. Hace mucho que no me viene a visitar Ayano.
- Lo sé, perdón por eso, se que extrañabas mi presencia. - bromeé.
- Osana ya es odiada por todo el colegio ¿Tú plan va bien?
- De maravilla.
- Recuerda que hoy es el día de la confesión Ayano, estas son tus últimas horas.
- Sé lo que hago, confía en mi.
- Muy bien, si tu lo dices, entonces te creeré.
- Ya lo verás, me des haré de ella sin tocarle un solo asqueroso cabello.
- Tic Tac, el tiempo corre, si te sientes segura de esto, bien. Pero yo te ofrecí otra alternativa.Sonó el timbre, ya había terminado el almuerzo y había vuelto al salón. Mi mente estaba fuera de la clase. ¿Y si no lograba hacerlo? ¿Y si todo esto fue en vano? ¿Si él la acepta igualmente, qué haré? Debería haberla matado. Yo no podía calmar el desgarrador sentimiento, la preocupación y angustia, necesitaba actuar. Pero recordé el porque elegí este camino y pude volver en mi, respire profundo y resople.
No hay probabilidad de que ella gane ¿No? Yo ya había hecho todo para que ella guera vista como la peor persona de este instituto, por que eso era ella, una maldita rata parlanchina. Ella no se lo merecía, solo lo haría sufrir con lo irritante que es.
- ¡Señorita Aishi!
- ¿Si sensei?
- ¿Podría repetirme lo que acabo de decir?
- ...
- Eso pensé, preste atención en clase.
- Si sensei, lo siento sensei.Sonó el timbre que finalizaba la clase, decidí seguirla para asegurar me que no me perdería del momento en que ella se le declararía, bajamos hasta la entrada, ella colocó una carta en el casillero de senpai. Lo que significaba que la confesión seria cuando finalizara el día y él se cambie los zapatos. ¿Qué iba a hacer en ese tiempo? Si iba al club, lo más probable era que no salga más.
Decidí ir a pasear por ahí. Fui a la terraza y me quedé mirando el lugar que alegraría o destrozaría mi corazón al tomar una decisión muy arriesgada. Quería ponerme a llorar de tan solo pensarlo, me ponía a pensar en mamá, ella tiene un lindo matrimonio con papá, yo quiero lo mismo, quiero ser feliz con él como mis padres lo son. ¿Esto era lo correcto? Si ¿no? Todo lo que hacia era por el futuro de los dos, para que estuviéramos juntos, si yo no lo amara... No habría llegado tan lejos, no me hubiera llenado de mentiras ¿verdad?
Solo quiero estar con él, cueste a lo que cueste, porque si no lo amara... No me atrevería a ir tan lejos, esto es solo el inicio. Yo no dejaré nunca que alguien se interfiera entre nosotros. Si esto fracasa, me quedaré sola... Bueno, lo más probable es que Masuta-kun me este consolando como amiga de telenovela, pero el no llenará el vacío que hay en mi desde que nací. Estoy podrida por dentro, y lo único que se salvó fue la máscara del exterior.
- Hey, mamá, estoy derribando mi primer obstáculo. - me dije para mi misma.
La brisa era agradable, era cálida. Vi la hora eran las 4:39, aún tenía tiempo para pasear. Fui al info-club nuevamente. Entré, me senté en la silla de siempre, esta vez info-chan no dijo nada cuando entre. Pero no tardo en decir algo.
- Hey ¿Cómo te encuentras?
- Exhausta, espero que todo esto funcione.
- Yo también ¿Sabes? Desde el primer momento te dije que la quería muerta.
- Y yo te dije que si me voy a des hacer de Osana senpai no sufriría las con secuencias. Además, esa vez que me mandaste el mensaje de texto la primera vez dijiste "Sería feliz si algo malo le pasara a Osana" no puedes quejarte, ya le hice la vida imposible.
- Touchée.- exclamó ella sonriente y maliciosa - Aún que la verdad, si hubiera preferido una eliminación un poco más... Excitante.
- Eres perversa.
- ¿Solo yo? No creas que no sé como te sientes al verlos juntos - ella se paró de su asiento y comenzó a caminar al rededor mío -, primero la pobre Ayano no puede sentir nada, luego se enamora, después encuentra a un obstáculo en su objetivo y se presta a ayudarme para ayudarla, luego es notada de la peor manera por su principe de en sueño, finalmente decide eliminar de su camino a esa molestia de manera pacífica mientras juega con el karateka y sus discipulos a las peleas y finge una gran mentira con su bella máscara cuando en realidad sueña con despellejar a esa rival. Si yo soy perversa, entonces tu eres la mayor hipócrita que existe en este planeta ¿no te parece? - reía y me tomó por los hombros - ¿O me equivoco? - me susurró.
- Como sea.- dije sacándola de mi encima - Pronto será hora de la confesión, ya me debo ir.Salí de ahí y me dirigí al club de cocina, me escabullí sacando un cuchillo y lo oculté entre mis ropas. Vi a senpai en la fuente, se estaba levantando para ir a cambiarse los zapatos. Me apresure y di la vuelta por los pasillos, me escondí en una esquina viéndolo abrir el casillero.
- ¿Uh? ¿Qué es esto? - leyó la nota, y se cambió los zapatos, luego empezó a caminar rápido en dirección al cerezo. Decidí tomar un atajo y fui corriendo.
Estaba asustada, el corazón me latía a mil. Llegué y pude ver a Osana parada en el árbol, senpai recién llegaba, se detuvo para verla a lo lejos, yo estaba viendo todo desde la puerta de la parte trasera. No podía oirlos, pero vi a Osana sonreír le, senpai fui con ella. Estaban frente a frente, ella titubeaba nerviosa, detrás de ella podía ver la carta en sus manos; en eso se inclinó y le presentó la carta a senpai, se veía sonrojado y sorprendido el agarró la carta y ella se puso recta nuevamente para verlo. Él comenzó a hablarle y luego la abrazó... Eso lo confirmaba todo, quería desmoronar me.
- Supongo que será mejor que me vaya, no tengo nada más que hacer aquí... - me dije a mi misma, me costaba caminar y mantenerme en pie.
Tal parece que todo no fue suficiente.
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You Don't Own Me | BudoxAyano [EN EDICIÓN]
Random"El amor no tiene límites" Esa frase ya conocida por las películas, libros, o incluso por un amigo enamorado. ¿Pero qué tan literal te puedes tomar esas palabras? ¿Llegarías a engañar a todos solo por él o ella? ¿Llegarías a dañar a quienes se inter...