You Don't Own Me | BudoxAyano [EN EDICIÓN]

Capítulo 45: Un vistazo al pasado.

El horario escolar había acabo, era momento de volver a casa para todos, pero como Budo-kun me había dicho que si almenos tenía un poco de tiempo vería lo que tenía para mostrarle. Me dirigí a su salón y justo salía de ahí.

- ¡Yan-chan!- saludó alegre.
- ¿Tienes que ir ahora?
- Si.
- Te acompaño.

Comenzamos a avanzar hacía el salón donde harían la reunión.

- ¿Y qué tienes qué mostrarme? - preguntó.
- No te lo puedo decir, tienes que verlo por ti mismo, es algo... No sabría cómo explicarte, pero luego de que te lo muestre te pido que me ayudes con el.
- Ya sabes que estoy dispuesto a todo.

Tomó mi mano y la llevó a sus labios depositando un pequeño beso, yo solo no le presté atención y miré para otro lado.

Una vez llegamos él se paró frente mío y comenzó a hablar:

- No sé cuanto tiempo llegue a tardar, si quieres ve a pasear por el instituto.
- No, esperaré aquí afuera.- afirmé.
- ¿Segura? Pude que te aburras.
- Estaré bien, no tengo problema en esperar.
- Bueno... En ese caso, espera aquí.

Él entró al salón junto a los otros miembros, cerraron la puerta y decidí sentarme en el suelo hasta que aquellas puertas se abran nuevamente. Saqué mi celular y empecé a pasar el tiempo, parecía infinito, pero podía tolerar lo, era normal para mí en parte. Nunca tuve un pasatiempo así que aveces me dedicaba estar sentada y reflexionar o perderme en mi mente.

Luego de una hora y quién sabe que las puertas volvieron a abrirse, me levanté del suelo y Budo-kun​ salió de ahí.

- ¿Cómo les fue?- pregunté.
- Bien, nada fuera de lo común.- explicó cansado - ¿Qué hora es?
- Son las 5:38 p.m- respondí.
- Tengo que traer algo del salón de profesoras y luego de este veo lo que me quieres mostrar, espérame ¿Si?, Si quieres entra y siéntate, no tardaré mucho.
— Está bien.

Me adentré al salón e iba a tomar una silla para sentarme y esperar pero la computadora que estaba en la mesa del medio fija hacia adelante se prendió. Podria distinguir a una persona, una chica, pero no podía ver su rostro.

— ¿Hay alguien ahí?— preguntó esta hasta que al parecer, se percató de mi presencia, decidí callarme y escuchar ya que parecía que iba a hablar — ... ¡Ah! Eres tú... ¿Por qué has venido aquí? ¿Has venido a burlarte de mi? ¿Sabes quién soy? Yo sé quién eres, yo sé lo que eres.— dijo en un tono no muy agradable, ella continuo hablando — Mi padre no me permitirá asistir a la escuela mientras tú estás ... "Activa". Él tiene una razón para tolerar tu presencia en esta escuela, yo no.— recalcó en lo último — Eres una criatura vulgar que solo se le permite existir por que puedes servir para un propósito. Si fuera mi decisión, cada uno de ustedes sería exterminado. Qué te diviertas mientras puedas. Si tú y yo cruzamos caminos... Vas a tener un mal momento.— dijo amenazadora y la computadora se volvió​ a apagar.

No sé quién era ella, pero algo en el fondo me hacía odiarla.

— Yan-chan, ya volví.— dijo alegre Budo-kun entrando, al escuchar su voz salí de mi trance y le sonreí para no levantar sospechas — ¿Todo en orden?
— Si, ¿Por qué preguntas?
— No sé, creí sentir que algo no andaba bien.
— Pues no hay nada fuera de lo común, quizás solo sea un presentimiento.
— Quizás.
— Ven, vamos al club de juegos.

Subimos al tercer piso y nos acercamos a la videocasetera. En eso saqué el cassette que tenía oculto y lo repruduje para que Budo-kun lo escuchará.

Una vez terminó la grabación él me miró extrañado.

— ¿Y bien?— pregunté.
— No lo sé, es muy raro... ¿Ya hubo un asesinato en esta escuela?
— Lo sé... Es muy extraño, pero eso explicaría el por qué el colegio en parte habla con la policía cada vez que cometo un asesinato para no hacer público la noticia. Mira esto.— le señalé el número de la cinta.
— ¿Uno?
— Si, pero aparte de eso, puede que está sea la primera cinta de cuántas sabe quién, y sé que esto no tiene que ver nada conmigo pero...
— ¿Te da curiosidad, verdad?— me sonrió — Está bien, te ayudaré a encontrar las otras cintas.
— ¿En serio?
— Sí. Mañana empezaremos si quieres, le pediré a Shima si me puede cubrir por ese día.
— ¡Gracias!