Capítulo 53: Secretos familiares

1K 90 34
                                    

«¿Qué tiene ella que yo no? ¿Será que es más linda? ¿Más poderosa? No me hagas reír senpai... ¿Acaso no sabes qué yo soy capaz de hacer todo por ti? Todo... Seré la chica más femenina si así lo deseas, la más fuerte, la más talentosa, la chica perfecta, solo pídelo y lo haré, pero... ¿Por qué no lo haz hecho hasta ahora? Yo lo sé... ¡Todo por culpa de esas idiotas! Aveces me arrepiento de dejar con vida a algunas, aún que ya no entrometen en nuestra relación. Aaah.... Qué hermoso sería... Una vida juntos, serías mi principe y yo tu princesa... Y no importa que suceda yo te cuidaria, seguramente mucho mejor que ella.
Senpai... Eres tan perfecto. Debo apresurar me, no me queda mucho tiempo, ya sé cuáles son sus intesiones para este viernes... Es un maldita pe...» En eso mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de mi celular. Suspiré y pase a levantarme de la cama para ir donde estaba el aparato.

— ¿Hola?
— ¿Qué haces?— preguntó por la línea.
— Ah... Eres tú.— contesté inexpresiva.
— ¿Esperabas a alguien más qué te llamara?
— ¿Eh? No, pero...
— ¿Taro quizás?
— ¡Budo!
— Okey, okey, ya me calmo.— se reía— Estaba paseando un rato y compré algunas cosas para comer, pensé que te gustaría que compartamos esto mientras pasamos el rato.
— ¿Dónde estás?— pregunté.
— En tu puerta.
— ¡¿AH?!— en eso escuché que alguien tocó el timbre, él cortó la llamada y fui a abrirle la puerta.
— ¡Sorpresa!— exclamó sonriente.
— No te di permiso de venir.
— No importa, traje ramen, no quieres que está delicia se desperdicie ¿O si?
— Voy por cubiertos, espera aquí.

Fui a la cocina y tomé lo que necesitaba. Luego salí y ví que él buscaba un lugar para apoyar los envases.

— Dejalos en esa mesita por mientras, y si quieres siéntate en los sillones un rato. Ya alisto la mesa para comer.
— Okey... Oye dejaste el reproductor de cassettes aquí ¿No me dijiste que querías devolverlos antes de que tus padres se den cuenta?
— ¿En serio?— suspiré — tengo que ir a dejarlos...
— Te acompaño.
— No.
— Listo vamos.
— ¿No aceptas un "no" por respuesta, verdad?
— No.— respondió alegre.

Agarré el aparato y antes de bajar traté de prender la luz, pero esta no lo hacía.

— Genial, se fundio el foco. Espérame, voy por una linterna y un foco nuevo.
— Esta bien.

Fui a la cocina por estos y una vez los agarré volví con Budo-kun para bajar al oscuro lugar.
Comenzamos a bajar con cuidado las oscuras escaleras. Una vez llegamos, alumbre la silla que había para saber dónde pararme y le pedí a Budo que me apuntara con la luz en donde debía cambiar el foco.

— Ten cuidado.
— Ya lo sé, solo alumbra ¿Si?
— Si, si, ya entendí.

La luz prendió dejando mejor vista al lugar subterráneo.

— Se ve que te gusta bastante Taro.— dijo haciendo referencia a las fotos que había en una pizzara.
— Ah, si, olvidé poner eso de nuevo en mi cuarto luego de la primera vez que viniste y entraste a mi habitación.
— ¿Por qué la silla y las sogas?
— Pensaba raptar a Saki Miyu para que maté a Kokona cuando era una amenaza.
— Ah... Esta bien. Igual, ahora ella está totalmente desinteresada en Taro, creo que está mejor con Riku-kun.
— Si... Supongo que si.

Nos quedamos en silencio por lo menos un minuto.

— ¿Dónde dejo esto?— interrumpió el silencio.
— Hay una caja que dejé abierta cuando fui a buscar la primera vez el reproductor de cassettes.
— Ya veo... Entendido.

Budo-kun fue hacia las cajas, mientras me bajaba de las sillas escuché un estruendo viniendo de una esquina.

— ¡¿Qué hiciste ahora?!— me quejé furiosa.
— A-ah... L-lo siento Yan-chan, se me cayeron sin querer.
— Tu en verdad...
— ¡Déjame ayudarte!

You Don't Own Me | BudoxAyano [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora