0.7: Hatsune de Atlantis

587 93 9
                                    

Rin se fue a la semana después, debía volver a la academia.

Miku y la rubia terminaron por arreglar un tanto la relación, pero seguían los celos por Len.

Luego de que dejaran de pasearse Kaito y Rin por el piso de los chicos, volvieron a la rutina. Se encontraban sentados juntos, disfrutando del programa para niños favorito de Miku.

—¿Por qué no me contaste nunca que salías en la cajita mágica?— preguntó la acuamarina, refiriéndose a la televisión.

Seguramente Rin la había mostrado alguno de sus conciertos.

—En realidad, es un tema que me pone incómodo— respondió Len— Algunas personas no son lo que aparentan ser...

Su estómago se retorció, al recordar a algunas personas de su pasado.

—Yo no quiero que nadie te haga daño, Len— soltó de repente la chica, a Len le subió la sangre a las mejillas.— Tú eres muy importante para mí...

Un nudo de nervios le subió a la garganta, y un zoológico se metió en su estómago. La pálida piel de Len estaba totalmente manchada de rojo.

—Algo pasó en tus mejillas— avisó, alarmada, la chica.— Creo que te volvió la gripe Len...

Miku agarró la cara de Len entre sus manos y se quedó mirandolo directamente a los ojos. Len vió un universo dentro de esos lindo ojos claros, sentía que sus mejillas se derretirían.

La chica se acercó tanto a el rubio, que podía sentía su aliento sobre sus labios. Su curioso olor lo estaba embriagando. Solo unos centímetros más...

—Me dio mucha sed...— el rubio se apartó rápidamente— ¿T-Tú no quieres algo de tomar?— se levantó, y se dirigió a la cocina.

Miku solo miró la espalda del chico, alejándose hacia la cocina, sintiendo ignorada.

*-*-*-*

Alguien llamó a la puerta y Miku corrió a abrirla, creyendo que Kaito había venido a jugar.

Al abrir la puerta la sangre abandonó su cuerpo, y la cerró de un tirón.

—¿Quién era?— preguntó el rubio, volviendo de la cocina, en donde lavaba la loza sucia.

—Nadie.— respondió con nerviosismo en su sistema.

—¿Segura?, Estás pálida...— Miku asintió y volvió a sentarse en el salón.

Volvieron a llamar a la puerta.

Len miró con duda a Miku, quién tenía los ojos como platos. El chico fue, y abrió la puerta.

—Buenas tardes— saludó amistoso el rubio— lamento lo de hace unos minutos, se puso un poco nerviosa.

El chico al otro lado de la puerta sonrió. Era muy peculiar, llevaba muy poca ropa a pesar del mal tiempo que hacía, y olía a mar, al igual que Miku. Su cabello blanco brillaba bajo los los corales incrustados en su cabeza.

—No hay problema— sonrió, dejando a la vista unos filosos dientes— Busco a la señorita Hatsune de Atlantis...

Len negó con su cabeza.

—Lo lamento mucho, no conozco a nadie con ese nombre.— el chico asintió, aún con la sonrisa intacta.

Miku comenzó a tirar de la camisa de Len.

—Gracias por su disposición— se despidió el chico, con una reverencia. Len vio como desaparecía por la esquina de su calle.

Len cerró la puerta y volvió a mirar a la chica. El color había abandonado su cuerpo.

—¿Qué pasa?...— preguntó el rubio.

Los labios de Miku era de un morado pálido, al igual que sus manos. Su piel estaba aún más pálida que lo normal, su cuerpo tiritaba horrores.

—Y-Yo... Necesito dormir...— dijo y se dirigió, tambaleante he insegura, hacia la antigua habitación de Len.

No alcanzó a dar 5 pasos, porque ya yacía en suelo a causa de un desmayo.

*-*-*-*

N/A: ¿Qué creen que tiene Miku? 0w0

Voy a intentar subir lo más seguido que pueda, gracias a todos los que comentan y votan. Me ayudan a saber que sí les está gustando, aunque sea un poquitín.

En fin, este capítulo va dedicado ha: ChezaRezmart. Muchas gracias por votar, linda.💖

No olvides dejar tu comentario y estrellita 💫

—Conny.

PD: Recuerda que para obtener una dedicación simplemente debes votar :)

Miku, ¿cuál es tu secreto? [MIKUXLEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora