Capítulo 22

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14 días después...

Con el pasar del tiempo es como si Mason estuviera cada vez más lejos de la realidad. Los medicamentos no le han servido de mucho, así que los médico intentaron quitarle los sedantes poco a poco, para así poder suministrarle las medicinas de una mejor forma. Me encuentro en su habitación, tomándole la mano, está fría. Lo miro y parece un ángel allí acostado, solo que con muchos cable conectados a su cuerpo, no puede respirar por sí solo, necesita oxígeno. Sus labios están un poco morados y siento esa necesidad profunda de besarlo, sentir sus labios junto a los míos, ese roce que hace que me pierda en otro mundo. No lo quiero perder, tiene que ser fuerte y salir adelante, Edward tiene razón él es fuerte y podrá salir de estas. Su vida está en peligro, todos estos días que han pasado he venido y le he contado todo, sé que él no me puede escuchar ni nada, pero siento que algo dentro de él está todavía en este mundo, pero a pesar de que lo tengo en frente de mi acostado en una camilla, lo siento muy lejos, su luz cada vez se está apagando más y más.

Me quedé un rato mirando la máquina de los latidos de su corazón, que sabrá Dios como se llama y al tocar la mano de Mason ví como se aceleraban sus latidos. Dos médicos junto con tres aprendices de enfermería entraron por la puerta, al entrar supe de una vez que yo no podía estar allí con ellos, así que me fui y dejé a Mason ahí con los doctores, por la ventana se podía apreciar que le suministraban los medicamentos por la vía intravenosa, pero yo sinceramente no he visto progreso, tal vez los médicos sí, yo no sé nada de eso. Clary llegó para estar conmigo y no quedarme sola en la sala de espera, como es de saberlo no llego sola, llegó con Edward y no se veía bien, tenía muchas ojeras, cara de cansando, al igual que todos los que estaba aquí, Clary me llevó a la cafetería para almorzar, justo ahí vi a quien menos esperaba y que no me importaba: Thomas. Se acercó a mi mesa y me saludo con un beso en la mejilla, por mucho que intente evitar eso, sucedió, se sentó con nosotras cosa que me incómodo demasiado.

—Vine solo para dos cosas. Número uno— Levantó su dedo índice— Me enteré que Mason esta muy grave y quería ver cómo sigue y número dos— Levantó su dedo corazón— Me quiero disculpar por lo que pasó hace tiempo, sin querer y sin darme cuenta rompí tu nariz en aquella pelea, no puedo sacar de mi cabeza esa escena y estoy mal, te vuelvo a repetir: ¿Me perdonas?

Con tantas cosas que tengo en la cabeza se me había olvidado por completo eso.

—Sí, ya ha pasado mucho tiempo y no puedo estar así contigo. Pero ¿te puedo decir algo?

Me miró unos segundos a lo que después de eso vino la respuesta.

—Claro, no hay ningún problema.

—Yo se que no es mi problema pero quiero saber ¿por qué viniste a ver a Mason? Digo, ustedes se caen mal.

—Yo no tengo ningún resentimiento por él, además me preocupo. Katlen sabes que soy un humano y tengo sentimientos y lo que siento en este momento que tengo que saber en qué estado está su vida.— Dicho eso se levantó de la mesa y se fue un poco cabreado.

Clary solo se quedó mirando con atención nuestra corta conversación.

—Katlen, se como te sientes, se que no estás bien, créeme él no es más que mi amigo y estoy tan preocupada como tú. Pero bueno, creo que tenemos que ir de vuelta a la sala de espera.

Asentí con la cabeza y le seguí el ritmo.

En el camino vi muchas enfermeras corriendo de un lado a otros a buscar no se qué, incluso ví al doctor de Mason más preocupado de lo normal.

—Katlen, necesito que llames a los padres de Mason lo antes que puedas.— Su voz estaba agitada.

—Esta bien. ¿Sucede algo?

Lo primero que pensé fue que se estaba yendo de este mundo, ni siquiera quiero decir esa palabra.

—Solo no te acerques demasiado a su habitación.

Clary me tomo de la mano y salió corriendo.

—Sabes que en los hospitales no se corre.

—Claro que si, pero te estoy llevando hacia la habitación de Mason.

—¿No oíste lo que dijo el doctor?

—Si, pero si no estuviera pasando nada no te prohibiría ir a su habitación.

—Tienes razón. Corre, ve más de prisa.

Mi corazón iba a estallar en cualquier momento. Si algo le pasa mi vida cambiará drásticamente, yo lo amo. Y de verdad no lo quiero perder, lo necesito y mucho. Mi futuro junto a él estaba planificado, pero el destino al parecer no nos quería juntos.

Cuando llegamos vi algo horrible, algo que nadie quiere ver. Sólo me quedé allí parada y abracé a Clary. Ver a Mason siento resucitado por las enfermeras me desconsoló, estaba allí acostado con una enfermera encima, dándole RCP y la máquina de los latidos estaba en una línea recta. No se como describir lo que siento en estos momentos.

Lo único que se me ocurrió fue salir corriendo y entrar en su habitación.

—¡¡NO!! ¿Él estará bien? ¡Díganme qué estará bien!— Lágrimas corrían por mis mejillas coloradas.— Por favor Mason no me dejes, te necesito, todos te necesitamos ¡No te vayas por favor!

—Señorita cálmese, no se altere.—Dijo una de las enfermeras

—¡¿Que no me altere?!—Lloraba tan fuerte que se oía en todo el pasillo.— Por favor, es mi novio, está casi muerto y no lo quiero perder.

Agarré su mano y estaba mucho más fría que antes, pero no pude soportar tanto, me fui de ahí. Por mucho que me doliera tenía que hacerlo, y si eso significaba perderlo pues lo tenía que aceptar. Primero mi padre, ahora él.

—¡Katlen! ¿Está bien?—Me dijo la mamá de Mason mientras se acercaba a mi corriendo.

Yo solo negué con la cabeza y agaché la mirada.

—No— Se cayó en el piso y comenzó a llorar. —No puede ser cierto.

—Si lo es— Mi voz se quebró.

El doctor que estaba allí dentro salió de la habitación y cuando nos vió solo agachó la mirada.

—Señora Parnell, lamento mucho decirle que su hijo no soportó tanto, no podemos hacer más nada.

—¡¡Nooo!! ¡Mi pequeño! ¿¡Por qué!?— Si antes ella estaba mal, ahora está peor, varios sollozos escaparon de su boca rosada. Su padre quien llegó apenas el doctor dió la noticia solo estaba serio y una lágrima corría por su mejilla izquierda.

Mi corazón ya se ha roto muchas veces pero pero ahora quedó solo polvo, quedó hecho trizas. Mi felicidad terminó aquí, ya no hay nada que pueda hacer, ahora todo quedará en mi memoria, todos esos momentos que vivimos juntos terminaron aquí.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora