Capítulo 15

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—¡Katlen!—Oigo mi nombre desde lejos.

La misma voz insistió tres veces. Él entra al baño, y pone una cara de horror al ver mi nariz cubierta de sangre.

—¡Aléjate de mí!— Le ordeno casi llorando.

—Por favor... Sólo vine a disculparme.

—Ok, ahora vete- estoy sumamente molesta con Thomas, ni siquiera lo odio, porque odiar es un sentimiento y yo por él no siento nada.

—Por favor. Sólo escúchame

—No lo haré, sólo vete.

Hace caso a lo que yo le digo, y se va del baño, dejándome sola con Mason.

—Yo... De verdad siento todo ésto Katlen- Dice mirando al suelo.

Como yo estoy arriba del lavabo, con mis manos subo su barbilla para que me mire a los ojos.

—Está bien, ya pasó— Con él no estoy molesta, sólo trataba de defenderme— Ahora deja que revise tu mejilla.

Sus ojos tienen un brillo diferente, uno al que no estoy acostumbrada ver. Si pudiera leer sus pensamientos, juraría que está pensando en como hacer sufrir a Tho... Él estúpido ese.

—Mason, tu mejilla está muy inflamada. Deberías ir al médico.— Digo en un tono de preocupación.

—Mas bien deberías ir tú, tu nariz está rota Katlen, vamos, deja que te lleve yo.

Me toma de la cintura, siento como todo mi interior grita por su tacto. Al bajarme de allí, me toma de la mano y salimos juntos.

—Oh Katlen por fin te consigo— Clary pone una cara de horror cuando me mira la nariz— Pero ¿Que te pasó?

«Estaba besando el piso, duh». Pensé

—Tú estabas allí, sabes que me pasó.

—Ah si, ya lo recordé.

—Llevaré a Katlen al doctor, no creo que podamos seguir aquí.

Salimos del consultorio y yo iba con una venda que cubría toda la zona de mi nariz, la verdad es que mientras la ponían casi lloro de dolor. El doctor dijo que tendría que durar con eso mínimo un mes, ese mes iba a ser horrible. La peor parte de ésto es la explicación para mi mamá, ya puedo sentir su furia desde aquí.

—Gracias.. por ya sabes... Traerme aquí y defenderme, eres el mejor novio del mundo.— Me sonrojé

—Mi trabajo es cuidarte y mantenerte a salvo para que estés conmigo siempre.

En forma de agradecimiento le iba a dar un beso en su mejilla, pero antes de besarla, él voltea su rostro y lo que beso son sus finos labios.

Sólo fue un roce y ya, cosa que me tomó por sorpresa y me separé de él.

—Ven, súbete al auto, vamos a tu casa

-—¡No!— No quiero que mi madre vea mi nariz en éste estado.

—¿Si sabes que es tu mamá y vive contigo verdad?— Eso pareció como que si me hubiera leído la mente

—Si...

—Bueno, entonces vamos, no le puedes ocultar ésto— Señala mi nariz y luego le da un pequeño toque.

Exhalo todo mi aire acumulado. —Está bien— Digo de mala gana y en un tono un poco infantil

Al llegar a mi casa estoy nerviosa, muy nerviosa para ser sincera ¿mi mamá pensara que Mason me hizo ésto?

Mason toca el timbre y yo le muestro las llaves, se ríe y luego abro la puerta.

—¡Santa virgen de la papaya! ¿Que te pasó Katlen?

Mason y yo nos reímos ante las palabras de mi mamá.

—¿Les parece gracioso? Porque a mi no- Dice un poco enfadada.

—No es eso mamá, en la fiesta me caí.— mentí

—Si, ya veo... Y a ti Mason ¿que te pasó?

—Un imbécil me bofeteó sólo porque estaba defendiendo a mi amada.

Me ruborice.

—Bueno, creo que es mejor que te pongas un poco de hielo ahí.— Hace un movimiento con sus manos y va a buscar una toalla con hielo.

Después de unos minutos llega.

—Aquí tienes querido, déjala allí por unos quince minutos para que se desinflame un poco. Ah y aquí tienes unas pastilla, dos para ti y dos para Kat.

—Muchas gracias- decimos ambos al unísono.

Mientras pasa el tiempo, charlamos sobre todo lo sucedido anteriormente, aclaro las dudas que Mason tiene sobre Thomas y yo, él me cuenta unos chistes que casi hacen que me dé un infarto por tanto reírme, y mi madre nos miraba un poco curiosa, por saber que estaba pasando.

Sin duda para mi, los mejores momentos son éstos, en los que estamos él y yo solos, haciendo tonterías. Mason no me trata como a cualquier otra chica, conmigo es diferente, es como... Es como, especial ya sabes, cuando me mira siempre tiene la mirada perdida, como yo. Y cada vez que estamos así, nos tomamos de la mano, sin soltarnos ni un segundo.

—Creo que debería irme.

—No, quédate un ratito más— Me quejo y hago pucheros.

—Lo siento preciosa, ya es tarde y me tengo que ir, mis padres se van a preocupar si no llego en unos minutos — Sonríe de medio lado.

—Está bien, pero me escribes cuando llegues.

—Claro, sabes que siempre lo hago.

Yo creo que besar y eso, no es la única forma de expresar amor, el que se diga que me escriba al llegar es una de muchas.

Y bueno básicamente mi noche concluyó ahí, 15 minutos después recibo el mensaje de Mason. Pero todavía el día no había acabado, tenía que dormir y de verdad no se como lo haré, me duele mucho la nariz, sinceramente, creo que es mejor que no duerma, así no sufriré.

Estaré en la computadora, leeré mis libros, o mejor dicho, volveré a leer mis libros, hablaré con Mason hasta que se quede dormido, y bueno, otras cosas más.

No supe más de Clary hasta después de la pelea, no se si se quedaría en casa de Anna (no lo creo) o si Thomas la llevó a su casa. Hablando de Thomas, me las va a pagar, tanto sufrimiento merece una sanción.

«Emmm, Katlen eso ni tu misma te lo crees.»

«Callate conciencia.»

«Tengo la libertad de hablar en tu cabeza cuando yo quiera.»

«Pero por lo momentos no puedes.»

Apoyé mi cabeza en la almohada para revisar mi celular, pero me quedé dormida al instante. Esa noche no soñé nada, todo era negro, y sin sonido, por lo menos mientras duermo no siento el dolor que penetra desde los ojos hasta la mandíbula.

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora