Epílogo

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-Katlen.

Una voz me habla. Intento abrir los ojos pero siento una gran pesadez como para hacerlo.

-Katlen despierta, soy Clary.

No quiero hablar con nadie, no ahora, no después de lo que le pasó a Mason, solo quiero estar sola y llorar hasta no tener lágrimas.

-¡KATLEN!- Gritó aquella voz que resultó ser la de Clary. Abrí solo un poco los ojos pero inmediatamente los volví a cerrar como si nada.

-Cariño, al fin despiertas, ya estaba preocupada. Pensé que te habías desmayado.

-¿Do...Do...Donde estoy?- Dije intentando abrir los ojos, pero una gran luz me impidió nuevamente que lo hiciera.

-Por si no lo recuerdas, estamos en la escuela, hace rato que ya acabó la clase de matemáticas, la profesora de la siguiente hora está enferma, por lo que estamos libres por hoy.

-¿En la escuela? Pero ¿Que hago aquí?-Ahí abrí los ojos sobresaltada

-Te quedaste dormida en clases, tenemos que irnos a casa, ya todos se fueron, sólo quedamos tú, yo y... Y el chico nuevo que presentaron hoy. Es taaan lindo- Dijo enrollando su cabello en uno de sus dedos y viendo hacia el chico que antes mencionó.

Volteo hacia el lugar en el que Clary estaba mirando y entonces lo veo, veo a Mason parado en frente de su escritorio recogiendo sus cosas para salir de este sitio, veo al chico que amo con mi alma, ese que me alegra en los peores momentos. La ansiedad y la curiosidad me consumían, por lo que no pensé dos veces en ir hacia donde él estaba.

-¿Mason? ¡Estás aquí!- Le digo mientras me acerco a él para abrazarlo, pero me alejó.

Mi sufrimiento acabó, ahora él está aquí a mi lado. Sentí unas inmensas ganas de llorar y besarlo. Hacerle saber que no lo dejaré nunca y que pase lo que pase seguiré a su lado, hacerlo feliz sin importar que, porque es así de simple, lo amo tanto que no me importa quedarme con él para hacerlo feliz aún cuando él no puede con nada. De eso se trata una relación.

-Disculpa ¿Te conozco?- Me dijo de una forma áspera.

--¿Lo conoces?- Preguntó Clary asombrada y con cara de confusión.

--¿No me recuerdas?- Sentí otra vez ese dolor que me acompañó por varios días. Cuando a los segundos me doy cuenta que lo nuestro nunca fue real, todo fue parte de mi imaginación. Mi estúpida mente solo captó la imagen de aquel hermoso chico, ese chico del cual estuve tan inmensamente enamorada, solo para formar un sueño, algo que nadie más que yo podía ver, algo que se convirtió en un amor de locos.

FIN

Un Amor De LocosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora