Llevé a ______ a mi casa. Estaba rezando para que papá estuviera
desmayado en el sofá. No me gusta esconderle cosas a papá, pero creo que
se volvería loco si se entera de que traje a alguien a casa.
______ estaba inmóvil entre mis brazos. Miré hacia abajo para ver que estaba
dormida. Mal movimiento.
Fui hacia la puerta, maldiciendo en silencio, ya que se abrió. Espero que papá
no se despierte. Entré en casa, cerrando la puerta con mi pie, ya que mis
manos estaban ocupadas.
Subí rápidamente las escaleras para ir a mi habitación, pero me congelé
cuando escuché la voz de mi papá.
- ¡Chico! ¿Eres tú? ¡Ven aquí! –gritó él. Me estremecí y bajé a ______,
dejándola estirada en medio del pasillo.
- Sí, ¿papá? –dije, bajando las escaleras rápidamente. Entré al salón,
temblando de miedo. Papá no está contento.
-¿No te he dicho que me hicieras algo de comer? –gritó. Sacudí mi cabeza
lentamente.
- No, papá. No lo has hecho. Te haré la comida ahora mismo –dije
cuidadosamente.
- Maldito idiota…–escuché a papá murmurar. Apreté con fuerza mis puños,
yendo hacia la cocina.
Amo a papá. Lo hago en serio. Pero, puede ser un poco frustrante a veces.
Afortunadamente, hoy me recompensará. No te lo mereces, Justin.
Suspiré y abrí la nevera, buscando algo en ella. No tenía mucho donde elegir.
Hice una nota mental para acordarme de ir al supermercado. Cogí un cartón
de huevos y un poco de tocino. Esto es lo que tendré que hacer.
A medida de que el fuego se comenzó a calentar, subí las escaleras para
coger a ______. La encontré en la misma posición donde la dejé, esta vez
temblando violentamente. Rodé los ojos y la cogí entre mis brazos otra vez.
Me dirigí a la pequeña habitación a la que suelo llamar <<mi habitación>>.
Dejé a ______ en mi cama, riendo cuando se golpeó la cabeza con el
cabecero. Baje las escaleras corriendo para continuar cocinando la comida
de papá.
Cuando terminé de lidiar con mi papá, subí las escaleras lentamente. Me
pregunto si estará despierta…
Abrí la puerta de mi habitación con cuidado para encontrarme a _____
rebuscando en mi armario. Esa zorra.
Entré y cerré la puerta con fuerza, asustándola. Se giró para verme con ojos
asustados, llevándose una mano al pecho.
- Perdón, J-Justin. Estaba… eh… b-buscando algo para ponerme –dijo ella,
señalando su rasgada camisa.
Resoplé con furia y me acerqué a mi armario. Lo abrí con fuerza y saque de él
una camiseta y unos pantalones de básquet. Se los di a ______ y cerré lo
cerré de nuevo.
- La próxima vez que te vea rebuscando entre mis cosas, te mataré –la
amenacé. Lo haré de verdad.
Ella asintió rápidamente y comenzó a quitarse la camisa. Delante de mí.
Mis ojos se abrieron de sorpresa y me di la vuelta rápidamente. Escuché su
risa y sentí un par de brazos rodearme la cintura.
- ¿Qué pasa, Jay? ¿Nunca has visto un par de tetas? –dijo, acariciando mi
brazo de arriba abajo. Me estremecí ante su tacto y me giré para
encararla. No quiero que se repita lo de la última vez.
Mi boca se abrió cuando la vi en ropa interior de encaje. ¿¡Pero no la acaban
de violar!?
- Tú, pequeña puta. ¿Te acaban de violar y ahora quieres hacerlo conmigo?
Vete de aquí, zorra –dije bruscamente, viendo como sus ojos tenían dolor y
enfado.
- Tú, pequeño gilipollas. No me han violado, idiota. Se escaparon cuando
escucharon pasos. Igual, estoy intentando “hacerlo contigo” porque es
divertido ver tu punto débil –dijo enfadada, andando hacia mí.
Perra, yo no tengo punto débil. Deberías agradecerme que te salvara.
Podría haber dejado que te violaran. Darte una lección –dije, acercándome a
ella también.
- Sabes que no hubieras dejado que me violaran. Tienes un punto débil, Jay.
Soy tu punto débil –susurró en mi oído, apretando su cuerpo contra el mío.
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•Pumped Up Kicks•
Fiksi PenggemarJustin no es normal. Él no piensa como los demás chicos de su edad. Él odia todo y a todos. Deberías huir de su pistola, porque él viene a buscarte. "All the other kids with the pumped up kicks, you'd better run, better run, outrun my gun. All the o...