Capítulo 10

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Llevé a ______ a mi casa. Estaba rezando para que papá estuviera

desmayado en el sofá. No me gusta esconderle cosas a papá, pero creo que

se volvería loco si se entera de que traje a alguien a casa.

______ estaba inmóvil entre mis brazos. Miré hacia abajo para ver que estaba

dormida. Mal movimiento.

Fui hacia la puerta, maldiciendo en silencio, ya que se abrió. Espero que papá

no se despierte. Entré en casa, cerrando la puerta con mi pie, ya que mis

manos estaban ocupadas.

Subí rápidamente las escaleras para ir a mi habitación, pero me congelé

cuando escuché la voz de mi papá.

- ¡Chico! ¿Eres tú? ¡Ven aquí! –gritó él. Me estremecí y bajé a ______,

dejándola estirada en medio del pasillo.

- Sí, ¿papá? –dije, bajando las escaleras rápidamente. Entré al salón,

temblando de miedo. Papá no está contento.

-¿No te he dicho que me hicieras algo de comer? –gritó. Sacudí mi cabeza

lentamente.

- No, papá. No lo has hecho. Te haré la comida ahora mismo –dije

cuidadosamente.

- Maldito idiota…–escuché a papá murmurar. Apreté con fuerza mis puños,

yendo hacia la cocina.

Amo a papá. Lo hago en serio. Pero, puede ser un poco frustrante a veces.

Afortunadamente, hoy me recompensará. No te lo mereces, Justin.

Suspiré y abrí la nevera, buscando algo en ella. No tenía mucho donde elegir.

Hice una nota mental para acordarme de ir al supermercado. Cogí un cartón

de huevos y un poco de tocino. Esto es lo que tendré que hacer.

A medida de que el fuego se comenzó a calentar, subí las escaleras para

coger a ______. La encontré en la misma posición donde la dejé, esta vez

temblando violentamente. Rodé los ojos y la cogí entre mis brazos otra vez.

Me dirigí a la pequeña habitación a la que suelo llamar <<mi habitación>>.

Dejé a ______ en mi cama, riendo cuando se golpeó la cabeza con el

cabecero. Baje las escaleras corriendo para continuar cocinando la comida

de papá.

Cuando terminé de lidiar con mi papá, subí las escaleras lentamente. Me

pregunto si estará despierta…

Abrí la puerta de mi habitación con cuidado para encontrarme a _____

rebuscando en mi armario. Esa zorra.

Entré y cerré la puerta con fuerza, asustándola. Se giró para verme con ojos

asustados, llevándose una mano al pecho.

- Perdón, J-Justin. Estaba… eh… b-buscando algo para ponerme –dijo ella,

señalando su rasgada camisa.

Resoplé con furia y me acerqué a mi armario. Lo abrí con fuerza y saque de él

una camiseta y unos pantalones de básquet. Se los di a ______ y cerré lo

cerré de nuevo.

- La próxima vez que te vea rebuscando entre mis cosas, te mataré –la

amenacé. Lo haré de verdad.

Ella asintió rápidamente y comenzó a quitarse la camisa. Delante de mí.

Mis ojos se abrieron de sorpresa y me di la vuelta rápidamente. Escuché su

risa y sentí un par de brazos rodearme la cintura.

- ¿Qué pasa, Jay? ¿Nunca has visto un par de tetas? –dijo, acariciando mi

brazo de arriba abajo. Me estremecí ante su tacto y me giré para

encararla. No quiero que se repita lo de la última vez.

Mi boca se abrió cuando la vi en ropa interior de encaje. ¿¡Pero no la acaban

de violar!?

- Tú, pequeña puta. ¿Te acaban de violar y ahora quieres hacerlo conmigo?

Vete de aquí, zorra –dije bruscamente, viendo como sus ojos tenían dolor y

enfado.

- Tú, pequeño gilipollas. No me han violado, idiota. Se escaparon cuando

escucharon pasos. Igual, estoy intentando “hacerlo contigo” porque es

divertido ver tu punto débil –dijo enfadada, andando hacia mí.

Perra, yo no tengo punto débil. Deberías agradecerme que te salvara.

Podría haber dejado que te violaran. Darte una lección –dije, acercándome a

ella también.

- Sabes que no hubieras dejado que me violaran. Tienes un punto débil, Jay.

Soy tu punto débil –susurró en mi oído, apretando su cuerpo contra el mío.

•Pumped Up Kicks•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora