Reconstrucción

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Camino a Hogwarts observo que muchos magos y brujas se dirigen a ayudar a reconstuir el castillo que alguna vez fue mi hogar...muchos se topan en mi camino pero no saludo ni le dirijo la palabra a nadie, aunque ellos seguramente me ven como un hombre que se levantó de los muertos. De alguna forma, lo era....

Al fin llego al castillo, observo que muchos profesores y alumnos junto con algunos aurores y gente del Ministerio de Magia utilizando diversos hechizos  y encantamientos como Alarte Ascendere, Carpe Retractum, Descendo, etc para remover los escombros y unir grandes estructuras. Hasta los que habían sido heridos de un brazo o una pierna no les importaba ayudar levantando objetos o barriendo escombros como lo hacían los muggles o servir comida para todos.

No puedo creer que lo que veo, casi toda mi vida había escuchado y vivido con prejuicios acerca de las "labores manuales" entre los magos y ahora, hasta el niño pequeño hasta el más anciano sonreían o trataban mientras ayudaban ¡Todo era tan diferente!

De repente oigo que gritan mi nombre a lo lejos:

-¡Profesor Snape....Esta vivo! ¡No puedo creerlo!- volteo a todos lados y veo que Mc Gonagall me ha reconocido y se dirige hacia mí presurosa.

-Profesora Mc Gonagall- respondo sorprendido por la manera en que Minerva me abraza y me pide perdón por haber pensado que era un traidor.

-En verdad es un gusto volverlo a ver por aquí....Perdóneme...¡Nadie lo sabía! Hasta que Potter nos mostró a todos los profesores su verdadera historia en el pensadero....¡Nos quedamos en un verdadero shock! Nos sentimos tan mal.....especialmente yo....después de la forma en que lo traté aquella noche....- y se limpió unas lágrimas.

-Yo soy el que debe disculparse...no solo con ud. sino con toda Hogwarts...por todo lo que hice....los castigos que infringí inmerecidamente....el haber dejado que gente como Alecto y Amycus torturaran a gente inocente....- y en este punto callé adolorido.

-No se preocupe Profesor Snape...ya ha sido perdonado....ahora si....¿Puede ayudarnos ahora?- pidió amablemente Mc Gonagall con una ligera sonrisa.

-Por supuesto..- aunque la idea de "levantar y barrer escombros" no me apetecía.

Comencé levantando con varios hechizos rocas grandes y tratando de reacomodarlas en lo que había sido la Torre de Astronomía, mientras lo hacía no podía dejar de pensar en las veces que había ido ahí para ver el cielo estrellado en mis días de juventud hasta aquel día en que Dumbledore me pidió "ese favor". Reconocí a varios padres de familia que junto con sus hijos también limpiaban y restauraban partes de la escalera encantada y a otros junto con aurores reparando el techo, las lámparas, las columnas y paredes de lo que había sido el Gran Comedor, muchos alumnos al verme  se alejan de mí (aunque todos los profesores habían relatado su historia a los sobrevivientes de la Guerra Mágica, es obvio que todavía me temen), decido no darle importancia...tenía una reputación que mantener...aunque muy en el fondo me dolía.

Estaba en lo mejor del trabajo cuando veo a lo lejos al chico Potter junto con Weasley y Granger ayudando como él a remover y escombrar mientras trataban de esbozar una sonrisa de esperanza, una sonrisa que difícilmente podría esbozar un día. Me volteo y continuo con mi trabajo, aún no estaba listo para ver esos ojos verde esmeralda sin que la culpa me carcomiera. Había tratado de utilizar la técnica que me había enseñado Eileen pero había sido una tarea titánica el escribir cada culpa y resentimiento que tenía....al final no pude cumplir a cabalidad y terminé guardando los papeles en mi túnica con la esperanza de poder deshacerme de ellos pronto...

Un sonido producido por una de las varitas de los aurores indicó a todos que era el tiempo del descanso general...Muchos dejaron sus varitas y se dirigieron a varios puestos de comida improvisados,  Me niego a convivir, así que decido caminar hacia lo que había sido el despacho del director (que ahora ya no era mío, pues la charla con la profesora Mc Gonagall me ha recordado quién lleva la batuta ahora).

Cuando llego puedo ver que algunos cuadros habían sido restaurados y se había improvisado una pequeña ventana atrás de la silla para ventilar y darle un poco de luz al despacho. Puedo comprobar que el retrato de Albus Dumbledore me ve con interés pero decido ignorarlo y tratar de serenar mi mente. No paso mucho rato hasta que oí que el retrato habló:

-Vaya  Severus...veo que ya te has recuperado y vienes a terminar lo que empezaste- me sonríe

-¿Terminar lo que empecé? El chico ha cumplido su misión y ya no tengo que vigilarlo a todas horas- espeto con parsimonia.

-No me refería a eso Severus-

Iba a exigirle que  me explicara pero cuando lo hice, el retrato estaba vacío.




Severus Snape y la magia astral (Lecciones de vida 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora