Una misión peligrosa

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Pasó la fiesta de Navidad sin contratiempos ni nada interesante por contar...a excepción de que Albus Severus y James Sirius ahora se comportaban como verdaderos hermanos y Scorpius se les había unido en su reestablecida hermandad. Aunque por fuera simulaba desprecio al verlos en el Gran Comedor comiendo, bebiendo y platicando como nunca, en el fondo los admiraba tanto. Sin embargo esa noche no pude dormir....por un solo pensamiento que me rondaba la cabeza y derivaba en otros...."¿Cómo voy a llevar ese espejo a la casa sin que nadie sé de cuenta? Tendría que pensar como....como..." y en este punto me mordí el labio hasta hacerme sengrar. Sólo había una salida y no me gustaba nada.

Al día siguiente...decidí llevar a cabo mi plan pero sabía que para ello debía recurrir a la persona que menos me hubiera gustado recurrir. Pero la curiosidad por estudiar a fondo el espejo y descubrir sus secretos implicaba hacerlo....Con pasos grandes me dirigí a los pasillos que conducían al único sitio que detestaba más que la Marca Tenebrosa....fingiendo que vigilaba los pasillos esperé impaciente hasta que la persona que buscaba se topó conmigo:

-¿Profesor Snape? ¿No cree que es muy temprano para importunar a la gente?-

"Esa sonrisa ¡Si no estuviera tan desesperado te mataría!" pensé pero respire lo más hondo que pude y dije:

-Debo hablar con ud. ¡AHORA!-

-¿Qué hice esta vez? ¿Le rompí sus calderos de segunda mano? ¿Ya no soporta sus clases mediocres? ¿Le he ofendido más allá de lo que merece?-

Furioso lo tomé de la mano y lo llevé a un rincón lejos de donde pudieran vernos y le miré fijamente sin ocultar mi desprecio:

-¡Escuche señor Potter! ¡Vuelve a hablarme así enfrente de toda la escuela y le juro que lo expulso de Hogwarts! ¡Sé que se ha metido en más problemas que su padre y abuelo juntos!-

-¡Usted no sabe nada!-

-¿¡AH NO!? ¿Lanzar chistes malsanos a todo quién se tropieza en su camino? ¿Agredir a su propio hermano? ¿Ser un verdadero alcornoque en los exámenes? ¿Encontrar un espejo en el tercer piso?- dije lívido de ira.

-Lo que yo haga no es asunto suyo y ¡Además los problemas con mi hermano no es de su intéres!-

-¡Lo es! ¡Cuando se trata de mi mejor alumno!-

-¡Bueno! y aunque así fuera...¡¿QUÉ DERECHO TIENE DE METERSE EN DONDE NO LO LLAMAN?!-

-¡ME METO CUANDO SÉ QUE A HOGWARTS PUEDE AFECTARLE MUCHACHO ESTÚPIDO!-

-¡Profesor Snape!- escuché dos voces detrás de mí muy familiares que hicieron que la sangre se me cayera a los pies...volteé y ahí estaban Albus Severus y Scorpius Malfoy con libros en los brazos y visiblemente turbados y pálidos "¡Genial! ¡En que lío me he metido!" pensé. Sí..James Sirius era la persona que había venido a buscar...pero todo se habia echado a perder. Esperaba que hubiera podido arrastrar a James Sirius a las mazmorras y llegar a un trato para que el espejo pudiese ser llevado a mi hogar sin que nadie lo notara. Ahora veía que no había sido buena idea.

-¡Profesor Snape! ¡Por favor suelte a mi hermano!- suplicó Albus Severus -¡No me ha hecho nada! ¡Ya hicimos las pases! ¡Por favor!- y empezó a sollozar.

-¡Albus! ¡Hermanito! ¡No te preocupes! Estaré bien-

Ver aquella escena me hizo sentir tan mal que solté la mano de James Sirius y suavizando un poco mis maneras, sin que mi cara severa cambiara, me dirigí a Albus:

-No pretendía hacerle nada a su hermano señor Potter, tan solo pretendía hablar con él.

-¡Bonita manera de hacerlo!- se quejó James Sirius sobándose la mano.

Severus Snape y la magia astral (Lecciones de vida 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora