Capítulo 24.

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Flashback

Una vez volví en sí, me levanté lentamente de la cama donde me había tumbado después de haberme bajado de donde estaba.

-¡¿Pero qué demonios se te estaba pasando por la cabeza Jesús?! -me gritaba mi padre-

Lo ignoré, cómo siempre hacía cuando me regañaban. Pero ésta vez es diferente, esto iba a acarrear más consecuencias.

Mi hermano Dani apareció de repente en la puerta de mi cuarto. Lo miré, miles de cosas se me pasaban por la cabeza.

-Es increíble -fue lo primero que dijo-. Tantos días para hacerlo, ¿y usas el día de mi cumpleaños?

"Jesús, controlate. No quieres hacerlo..." decía una voz en mi interior.

"Hazlo, se lo está ganando. Se lo merece, él mismo se lo ha buscado." pero apareció otra voz más.

-¿De verdad eres tan egoísta que has intentado quitarte la vida para llamar la atención por una vez en tu vida?

Se acabó.

No tardé en acortar los metros que no separaban y abalanzarme sobre él. No podía controlar la ira que me mataba por dentro. Mis manos en forma de puños se lanzaban contra el rostro de mi hermano una y otra vez.

-¡Jesús dios mío que haces! -escuché a mi madre gritar detrás de mí-

La sangre empezó a brotar de la boca y nariz de mi hermano cuando mi padre consiguió separarme de él.

Fin del flashback

He de decir, que ahora era inevitable tener un poco de miedo a Jesús, después de que me contara como reaccionó con su propio hermano.

-No sabes cuánto sentía haberle hecho tal cosa a mi hermano, y todavía lo siento.

-Fue en parte culpa suya, no pensó en tus sentimientos Jesús...

-Lo se, pero aun lo siento. Me descontrolé y eso sólo empeoró las cosas. Ya no hablo con nadie, literalmente con nadie Lana. Sólo contigo. Después de ese día, los expertos les dijeron a mis padres que era un caso perdido, o me mandaban a un orfanato o me quedaba con ellos. Supongo que me quedé aquí por el simple hecho del cariño que tenía una madre por su hijo.

-Lo siento de veras por tí.

-Por eso no quiero que te vayas, eres la única que me dirige la palabra en este maldito pueblucho. No te quiero perder...

-Jesús, yo he escuchado tu historia, ahora permite me que te cuente la mía.

(~*-*)~ fin del capítulo ~(*-*~)

Se que estáis rayadas.
Yo también.
Ahre.
Bye.

Hidden Reality ~ Jesús OviedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora