CAPÍTULØ 4

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Narra Ximena:

-¡Hora de levantarse mini perras! -grité haciendo que todo el mundo se despertara-.

-¿Qué mierdas pasa? -dijo Yahir-.

-Si queremos despejar el interior del refugio, será mejor que empecemos ahora -respondí-.

-Antes hay que comer -dijo Reno sobándose la panza-.

-Si, es cierto. Necesito agua -dijo Kristel-.

-¿Dónde está la comida? -dijo Luis-.

-No lo sé, yo necesito municiones, me quedan cuatro balas -dijo Mario-.

-A mi sólo un cartucho -dijo Isbak aún recostado-.

Todos miramos a Tonalli que era el encargado de traer la bolsa.

-¿Qué me ven? -se escuchaba un poco nervioso Tonalli-.

-¿Tonalli? -dijo el Sr. Secretario- ¿dónde está la bolsa con comida? -.

Puse mi mano en su hombro- ¿Tonalli? -pregunte sonriendo-.

-Eh... Yo... Creo... que se quedó ¿en la camioneta? -dijo cubriéndose el rostro para que no lo golpeara-.

-Okay, entonces sólo iremos a la camioneta y la abriremos, los demás despejaran el área mientras sacamos la comida y lo otro -sugirió Isbak-.

-Chicos... Creo que no es así de sencillo... -volvió a responder Tonalli-.

-¿Por qué? ¿Te cagaste en los pantalones? -cuestionó Reno- Tranquilo, me ha pasado, a todos nos ha pasado -.

La habitación se quedó en silencio, todos miraban raro a Reno

-Total -dije- ¿qué es lo que sucede ahora? -.

-Las llaves están en la camioneta, putitas -dijo Tonalli, relajado para colmo-.

-¿olvidas la comida y las llaves, y te atreves a llamarnos "putitas", putita? -dije furiosa-.

-¡¡Hijo de puta!! -dijo Luis más furioso que los demás y se abalanzó sobre Tonalli golpeándolo-

-¡A ver, ya Luis! -dijo Mario separando a ambos- Lo último que necesitamos en este apocalipsys es pelar entre nosotros-.

Escuchamos un ruido en la parte baja de la bodega, bajamos y vimos una ventana rota, ya que la puerta aún seguía bloqueada.

-¿Pero qué carajo? -dijo Mario un tanto asombrado-.

-¿Oigan, y Tobit? -preguntó Isbak-.

-No están sus cosas -comentó Kristel algo enfadada-.

-No...mames... -susurró Renato-.

-¡Yo les dije! -exclamó Tonalli- no había que confiar en él, seguro se llevo la comida -continuó poniendo excusas-.

-¡Cállate mierda! -dijo Yahir-.

-¡Tú olvidaste lo poco de comida que teníamos! -dijo Kristel

-Ya dejen de quejarse, mejor vayamos a buscar a Tobías -dije-.

Narra Kristel:

Me sentía enfadada, y sedienta, claro. Pero no podía creer que el tal Tobit nos hubiera robado. Digo, entiendo que no podemos confiar en nadie, o al menos ahora lo hago.

-Ahí está -gritó el Sr. Secretario-.

Todos vimos a Tobit doblando la esquina con algo cargado en su espalda, todos corrimos y Luis lo alcanzó, dejándolo acorralado.

-¿A dónde mierdas vas? -preguntó un poco furioso y frustrado-.

-Creí que querían comida, estoy llendo directo hacia allá -.

-Conoces algún lugar, lo sé, lo siento... -cuestionó Reno calmando a todos-.

-¿Qué carajo estás diciendo? -dijo Ximena-.

-Él, él conoce un lugar y lo siento, mi presentimiento creció cuando el apareció, como si estuviéramos conectados, sé que suena algo muy loco y poco original, pero así me siento -.

-Okay, okay. Si conozco un lugar -respondió Tobit- es sólo que no les dije porque no quería que fueran unos aprovechados y me robaran y le contaran a alguien más sobre lo del lugar, en estos tiempos no se puede confiar en nadie, hay que sobrevivir como sea -.

-¿Qué es eso en tu espalda? -preguntó Renato-.

-Bueno, creí que a tí te gustaría esto -se dirigió a Kristel y le dió una katana-.

-¡O por dios!-gritó Kristel-.

Ayer no parabas de ver mi espada, así que creí que te gustaría una parecida -explicó Tobit-.

-¿¡Osea que aparte de comida tienes armas!? -gritó Yahir-.

-No, ¿acaso creyeron que me arriesgaría a que me robaran todo?-dijo Tobit- sólo tengo esa katana y un cartucho de balas, necesitamos despejar el refugio para conseguir mas balas, comida y gasolina -explicó-.

-Primero llévanos a donde dices que hay comida -dijo Isbak-.

-Solo síganme -dijo Tobit mientras caminaba-.

Narra Mario:

Llegamos a un mini súper, casi no quedaba mucho, la gente al entrar en pánico tomó todo lo que pudo. Logramos conseguir 3 latas de atún, 3 de frijoles y 4 de verduras, aunque yo odio las verduras.

-A ver, denme toda la comida,-dijo Kristel-.

-¿Por qué? -preguntó Tonalli-.

-Porque tu la pierdes y Kristel sabe como administrar la comida -dijo Ximena-.

Continuamos caminando por el súper y encontramos unas cuantas medicinas, las cuales me quedé yo, pues antes de todo esto estudiaba medicina.

-Bueno, eso es todo lo que había -dije-.

-Tenemos que aprovechar el día -dijo el Sr. Secretario-.

-Aún tenemos pocas balas, y el refugio seguro tiene todo un arsenal -dijo Luis- ¿¡Kristel, no pudiste traer mas balas!? -preguntó un poco enfadado-.

-A ver, no es mi culpa que ustedes no hayan comprado mas -explicó- ¡además cuando vi la alerta entre en crisis! -exclamó-.

-No van a conseguir nada peleando -dijo Ximena-.

-Eso es lo último que necesitamos -dijo Reno- hay que movernos ya, con suerte hoy podremos pasar la noche en el refugio -explicó-.

Narra Isbak:

-Necesitamos sacar las cosas de la camioneta -dije-.

-¿Pero cómo? -dijo Mario-.

-La putita de Tonalli dejó todo adentro -dijo Luis-.

-Y ahora cómo abrimos la camioneta?-preguntó Yahir-.

Todos empezaron a pensar en como entrar a la camioneta, cuando de repente Tobit rompió uno de los vidrios.

-Qué listo -dijo Renato-.

Entré en la camioneta y tomé la bolsa de comida.

-¿Dónde dejaste las llaves? -le pregunté a Tonalli-.

-En el asiento -me respondió dudoso-.

-No están -dije desesperado-.

Empezó a buscar en sus bolsillos y adivinen qué.

- ¡Aaah no, aquí las traigo! -dijo sorprendido-.

-¡Qué pendejo! -grito Luis mientras le daba un sape-.

Narra Renato:

Cuando pudimos sacar todo de la camioneta, nos paramos frente a la puerta del refugio, dispuestos a dejarlo vacío. Empezaron a llegar cada vez más y más de esas mierditas, el ruido al romper el vidrio los atrajo, pero no oíamos a ninguno de ellos adentro.

Con pánico y con Kristel entrando en una crisis, corrimos hacia la puerta, pero nos detuvimos cuando 2 chicos abrieron las puertas.

OBAMACALIPSYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora