Narra Reno:
-¿Quiénes son ustedes? -dijo aquel chico oji-verde-.
-¿Nosotros? -dijo Nathan como todo un líder-.
-Noooo... -habló sarcástico-.
-Creo que tendremos que matarlos -le sugirió un chico alto, con rulos al otro-.
-Aún no. Hay que esperar -contestó- 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13... Son demasiados, tendrán que matar a uno por lo menos-.
-¿¡Qué¡? -dije casi gritando- más o menos será lo mismo-.
-No me gustan los números impares -todos lo miramos extrañados- decidan a quien matarán, tienen 24 horas para hacerlo, o todos morirán -.
-¿Es broma? -reproché- ¿Y con ustedes qué pasa? También son demasiados -.
-Mira -dijo apuntándome con un arma, Ximena con su ballesta a él en la cabeza, otro tipo a ella y después todos levantamos nuestras armas- llegamos aquí primero, el lugar nos corresponde, nuestro techo, nuestras reglas. Aparte, hay mujeres y uno que otro niño aquí-.
-Bajen sus armas -dijo Mario a nosotros y el tipo a los suyos-.
-Nos parece correcto, -dijo Matthew y todos lo miramos confundidos- aceptamos tu oferta, antes, dinos tu nombre -terminó-.
-Antonio, el es Mario, el jefe del grupo yo soy su mano derecha -apuntó al chico con rulos-.
-Mira Mario, -dije susurrándole a Marito- tu tocayo, sólo que menos kawaii -.
-Entonces... -interrumpió- se pueden instalar por allá, en lo que deciden. No molesten a mi grupo y no molestaremos al suyo -dijo para después irse-.
Nos fuimos a un lugar que tenía algunas camas algo viejas.
-Es ahora o nunca... -dijo Matthew- debemos... -.
-Interrumpió Yahir- yo opino que matemos a Luis, es demasiado conflictivo-.
-¡Ey! -dijo Luis-.
-No, yo no me referí... -lo volvieron a interrumpir-.
-Yo opino que a Kristel -dijo Isbak- no ha hecho más que coquetear y sostener una katana -al decir esto Kristel y Matt se sonrojaron-.
-¡Y por qué no te matamos a ti! ¡Eh! -respondió Kristel furiosa-.
-Chicos yo decía que... -trató de hablar Matthew pero volvieron a interrumpir-.
-¿Por qué no a Matthew? -dije- nadie le hace caso-.
-¡NO! -reprochó Kristel-.
-¡A VER! -semi-gritó Matthew llamando nuestra atención- A lo que me refería era que podríamos engañarlos, quitarles sus armas e irnos. O incluso matarlos-.
-Sí es una buena idea, también podrí... -dijo Mario-.
-No. -interrumpió Nathan- No somos así, sabemos que el mundo se esta yendo a la mierda, pero no por eso tenemos empezar a matarnos entre nosotros- explicó- creo que deberíamos hacer un esfuerzo por mantenernos en nuestra naturaleza humana-.
-Nuestra naturaleza humana es destruir todo lo que está a nuestro paso -dijo Renato-.
-Nathan tiene razón -dijo Ximena- no dejaremos que esos tipos cambien nuestra forma de ser-.
-¿Saben qué?- dijo Mario llamando la atención de los extraños- preferimos irnos de esta mierda de bodega con personas de mierda-.
-No mataremos a ninguno de los nuestros, ni a ninguno de los suyos -dijo Isbak-.
-Tomaremos un camino diferente al suyo, Toñito... - mencionó Tobit-.
Narra Antonio:
Cuando nos dijeron eso nos quedamos callados. Pero Fernando, un chico de mi grupo me llamó la atención a base de susurros.
-¿Que hacemos? -me preguntó Fernando-.
-Pues dejarlos ir -respondí-.
-No. -dijo Mario- ¿Qué no vieron la camioneta en que llegaron? Ellos tienen armas, municiones, comida y medicinas -explicó-.
-Es verdad -dije- se nos está acabando la comida y las armas-.
-Necesitamos sus cosas -dijo Mario-.
-¿Por qué no les pedimos que nos den un poco? -sugirió Fernando-.
-No, jamás nos darían nada, pensarían que somos fracasados y que dependemos de ellos, por más que sea cierto -dije-.
-Bueno -dijo Mario llamando la atención de el grupo de extraños- si quieren salir de aquí con vida, tendrán que darnos la mitad de todo lo que tienen-.
-¿Qué? -dijo una chica con una katana- no tenemos nada-.
-Vimos la camioneta, tienen provisiones casi de por vida -dijo Fernando-.
-Olvídenlo -dijo un chico alto y castaño mientras se dirigía a la puerta-.
-¡Alto o disparo! -grité mientras apuntaba-.
-Baja tu arma -me dijo Mario-.
-Pero... -dije pero me interrumpió-.
-Déjalos irse, solo déjalos-respondió sospechoso-.
Narra Tonalli:
Después de eso nos quedamos algo extrañados, pero no me importó y salí de ahí.
-¿Que se van a quedar ahí? -dije-.
Todos salimos de ahí y volvimos a tomar nuestros lugares en la camioneta y empezamos a conducir.
-¿Y bien Mario? ¿A dónde vamos ahora? -dijo Luis-.
-Pues hay una tienda de zapatos por aquí -dijo Mario-.
Empezó a dar direcciones a Renato para poder llegar a un refugio, más bien un súper, antes de que se hiciera de noche.
Al llegar no nos sorprendió que sólo hubiera 3 Obamas, esa tienda jamás había sido famosa. Dejamos la camioneta afuera pero bajamos todas las cosas que conseguimos en el refugio. Luis y Mario se quedaron de guardia para que los demás pudiéramos dormir, pero el que aquel grupo nos dejara ir tan fácilmente nos dejó algo sorprendidos, por lo que opino que nadie descanso realmente esa noche, excepto Isbak el era todo un huevón.
Narra Antonio:
-Jefe los encontré, no están muy lejos en un super-.
-Muy bien -.
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OBAMACALIPSYS
Science FictionUn grupo de chicos se enfrentará a un suceso apocalíptico, a medida que pasa la historia se van enfrentando con diversos problemas, algo estúpidos y sin sentido, con un poco de comedia (según nosotros :v). No todos esperaban que así acabaría el mun...