Capitulo 8

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Hades los condujo hasta una sala llena de mesas con sillas y luces suaves. Las paredes estaban llenas de raíces negras como decoración, a Persefone le encanto. Hades pidió la cena a un Esqueleto con uniforme de camarero. A Persefone le pregunto que quería pero a Apolo no, cosa que les extraño a ambos. No lo hizo por ningún motivo especial, simplemente para dejar claro que ese era su territorio y el era quien tenía el poder.

Se sentaron en una mesa redonda y en apenas unos minutosas esqueletos se sentaron en las demás mesas. Parecía que hablaban castañeando los dientes. Le llevaron comida y cuando se la metían en la boca está caia y manchaba las sillas y sus huesos. Persefone supuso que era una especie broma, Hades habría montado eso para dar ambiente de restaurante, para que su amigo no piense que iban a interrogarlo. Trajeron la comida y Hades le dio una propina al camarero. Este se quedó mirando la moneda con sus cuencas vacías y se fue chocándose con las demás mesas, sin apartar la cabeza de su moneda.

Espeluznante pensaron Persefone y Apolo.

El miraba fijamente su plato mientras tragaba saliva. Había un pedazo de carne que se suponía que estaba cocinado pero apostaría todo lo que tenia a que estaba completamente crudo. Hades comía pescado y Persefone unos mangos. ¿Porque ellos podían elegir que cenar? Eso lo sacaba de quicio.

Habia un silencio muy incomodo, aunque Hades fingía que todo era genial con su sonrisa de superioridad. Ella no entendía porque estaban aquí. El silencio era abrumador, lo único que lo interrumpía eran los cubiertos de Apolo removiendo la comida para parecer que esta comiendo. Hades se reía disimuladamente de su expresión. Persefone se dio cuenta y le dio una patada por debajo de la mesa,  el le miro con el ceño fruncido.

-¿Que pasa?- Le susurro furioso. Acerco su rostro a ella para que nadie mas les escuchara.

-Deja de reírte. Esto es serio.-Dijo intentando susurrar y mantener la calma. 

-No me estoy riendo.

-Si que lo estas haciendo, para ya.

-Sabéis que os puedo oír ¿No?

Se separaron avergonzados, era muy difícil mantener la calma cuando estaban juntos.

-Lo... lo siento.

-No pasa nada.-Le respondió Apolo a Persefone. -Pero vayamos al grano, ¿Cual es vuestro plan? ¿Esconderla aquí durante toda la eternidad? Si es que tenéis un plan claro...

-Claro que lo tenemos.-Sonó más brusco de lo que pretendía y todos lo notaron. Sobretodo Persefone, ella estaba alucinando.

-¿Has echo un plan sin consultármelo? Para que hacerlo ¿No? Si tan solo soy una niña, eres como mi madre planificando sobre mi futuro sin decirme nada. Además...

-¿Quieres que dejen de tratarte como una niña? Pues deja de comportarte como tal. Deja de quejarte. En todo el tiempo que has estado aquí no te has preocupado por el futuro, solo te has preocupado por pasarlo bien, así que no me quedo otra opción. Deja de quejarte y empieza a ser responsable, no pienso estar siempre detrás tuyo.

Persefone estaba roja de vergüenza. ¡Claro que había pensado en el futuro! Pero quería hablarlo tranquilamente y no había tenido oportunidad de estar asolas con el. Le dio muchísimo rabia pero en parte tenía razón, se estaba tomando la estancia allí como unas vacaciones. Prefirió no montar una escena y concentrarse en sus mangos.

Apolo no daba crédito a lo que veía. Su mejor amiga no se había puesto a gritar y a lloriquear. No había tenido una pataleta y se había ido de manera dramática como solía hacer.

-Vale, pues me gustaría saber cuál es el plan. Pero primero me gustaría saber qué tal está mi amiga. ¿Nos dejas a solas?

Hades se echo hacia atrás cruzando los brazos sobre el pecho. Estaba sonriendo de manera mezquina, mirando a Apolo.

Persefone y HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora