Persefone y Hades

Capítulo 28 Parte 1

He decido partir este capítulo en dos porque estaba quedando demasiado largo.

Además os veía con muchas ganas de saber cual es la sorpresa de Hades... Ojalá os guste, le he puesto todo mi cariño🖤🖤🖤🖤

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La joven diosa de las plantas y fertilidad había confiado en el dios de la muerte, pero aún la tensión no se iba de su cuerpo. Aunque desde fuera no se notaba, ella dudo por un segundo en su palabra pero finalmente entró en aquel portal que había echo Hades. Cuando Persefone salio, todo estaba prácticamente a oscuras y hacía un bochorno humedo con alguna corriente fría ocasional.

Su mente se bloqueo por sentimiento de desconcierto que la invadió. Aquello lo recordaba demasiado al sitio que conocía muy bien...

¡Hades le había llevado al Inframundo a traición! Persefone de sentía profundamente defraudada.

Unos brazos le rodearon la cintura desde la espalda y seguido sentio su respiración entrecortada de Hades en su cuello. Le entraron ganas de estrangularle cuando un olor muy especial hizo que se detuviera.

El mar.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, confirmó que no estaban en en el lugar que ella había pensado. Estaban en el muelle de la isla de Hades, mirando hacia el mar. La única luz que les iluminaba era la luna llena, que se reflejaba sobre el silencioso mar.

-¿Está es la sorpresa?-Preguntó desilusionada. Una vez pasado el shock inicial Persefone seguía esperando una gran sorpresa digna de dios del Inframundo y de la riqueza. Aquello la hizo sentir estúpidamente materialista pero aplastó ese sentimiento a lo más hondo de su mente. Después intento darse la vuelta para mirarlo, él se lo impidió con su agarre.

-Impaciente... Aún no la has visto. Antes, quiero avisarte de una cosa... Llevo preparando esto desde que te encontré, pero no está terminando... Le pedí a Morfeo una semana más, aunque no ha podido ser por lo irritante que eres.

-¡Oye!

-Es broma... Bueno, solo quería decirte que... Ojalá te guste y que lo he echo con todo mi cariño. Siento que no esté terminado.

Persefone apoyo la cabeza contra su pecho y miro el cielo estrellado con una sonrisa. El olor de las flores que tenía enredada en el cabello hizo que Hades deseara enseñarle cuanto antes el regalo, pero debía tener paciencia.

-Jamás vas a dejar de disculparte ¿Verdad?

Hades se rio de vuelta, hundiendo el rostro en su pelo, metiéndose de lleno en aquel olor que lo había embriagado. Jamás se cansaría del aroma de su cabello.

Persefone aprovecho aquel momento para zafarse de su abrazo. Él intento volver a cogerla, alarmado. Tenía más que explicar antes de que viera lo que llevaba preparando desde hacia semanas.

Pero ya era demasiado tarde, Persefone ya había visto la sorpresa.

-¿Has construido una cabaña en medio de la isla?

No le dio tiempo a responder antes de que la joven diosa caminará por la pasarela de madera donde estaba atracado el barco, hacia la cabaña.

Persefone se sorprendió por su simpleza. Hades solía preferir las cosas ostentosas llenas de minerales caros, con adornos modernos y sofisticados. O si no elegía espacios acogedores de piedra caliza, como la ala de invitados del Inframundo en la que vivía Persefone.

Aquella casita era muy diferente comparado con su palacio.

Era de madera blanca, con paredes de cristal que dejaban ver segundo piso por completo. Tras pasar la primera línea de árboles, se podía ver un amplio y acogedor porche con sofá colgado del techo para mecerse viendo el amanecer reflejado en el mar entre los árboles y las palmeras.