-Deja de mirarme de esa manera.
Hades podía sentir picor en la nuca seguramente porque Hecate no dejaba de mirarle con desprecio esa zona mientras el se ataba los zapatos. Una neblina empezó a treparle por los tobillos señal de que su amiga estaba enfadada. Lo bueno de tener una amiga bruja es que sus emociones se pueden percibir fácilmente. La niebla tenía un color morado y olía a cuerpo putrefacto.
-Se suponía que la estabas protegiendo. Se suponía que no era lo que todo el mundo pensaba. Pero has acabado hacíendo lo que todo el mundo sabía que harías.
-Estaba muy borracho, déjame en paz...
-No te das cuenta de la gravedad.
-¡Claro que me doy cuenta! Deja de creerte superior a mi y vete.
-Lo haría si no hicieras este tipo de estupideces. Llevas siglos siendo infravalorado por casi todo el mundo, todos piensan que eres una persona mezquina, perturbada...
-Se mejor que tú lo que los demás piensan sobre mi.
-Hades. Deja de ponerte a la defensiva conmigo. Soy una de tus últimas amigas y tú no me lo pones nada fácil.-Finalmente se atrevió a mirarla a la cara pero lo único que vio fue una figura de mujer envuelta en nubarrones oscuros.- Has confirmado lo que todos los rumores decían sobre Persefone y tú. Esos rumores que tú afirmabas que eran falsos... Ya no puedes decir que lo son.
Aparto la mirada, pensando en las palabras de su amiga. Siempre conseguía hacerle sentir miserable.
-La he fastidiado. No, mas que eso, la he cagado. Lo se. Pero de verdad que la quiero proteger, y no voy a dejar que lo que ocurrió ayer afecte a ese echo. Haré lo posible para que todo vuelva a ser como antes. Para que todo vuelva a ser normal.
-¿Y como vas ha hacer eso? Hades, que la invitaste a entrar a tu cuarto y la...
-¡Ya se lo que hice! Hablare con ella y lo solucionare. Siempre lo hago. Me mantendré a cuatro metros de ella para no pensar en nada... indecente.
Su amiga lo miro con lastima, cansada. Tenia que desentenderse de el tema pero no podía, había algo en ella que no quería dejar a esa joven a cargo de Hades después de lo ocurrido.
-Eres el mejor engañándote a ti mismo.
-Lo se.- Le dirigió una sonrisa condescendiente antes de darse la vuelta y agarrar el pomo de la puerta.
Salio de la habitación con los ojos entrecerrados, la resaca hacía que cada rayo de luz le martilleara el cerebro.
En ese momento apareció Apolo por el ascensor con expresión fastidiada.
-¿Sabes donde esta Persefone?-Le pregunto con voz ronca, muy adecuada para el dios de los muertos.
Fue como si derrepente todo se hubiera congelado, la tension creció y creció mientras ambos se miraban en silencio.
Aunque era el dios del sol, no había nada de calided en su mirada.
-Me ocuparé de que no vuelvas a verla.
-Mira, tengo resaca y no estoy para aguantar tus tonterías. Dime donde esta. Ahora.
-Esta en un lugar seguro.
La puerta de al lado se habré de golpe, dando paso a un torbellino de flores, cabello rubio oscuro y risa histérica. Persefone se detuvo al ver a sus amigos mirándola y volvió a reír y a tambalearse. Dionisio se choco con ella al salir de la habitación y ambos cayeron al suelo entre mas risas.
-¡Joder Persefone! ¡Te dije que te quedaras hay dentro sin hacer ruido!-Grito Apolo furioso, ayudando a Dionisio a levantarse. Persefone levanto la mano para que la ayudaran a levantarse y para su sorpresa el que le dio la mano fue Hades.
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Persefone y Hades
RomanceEsta es la famosa historia de Persefone y Hades. No la historia que todos conocen, no lo que contaron en el Olimpo, está es la verdadera historia. Persefone había confiado ciegamente en lo que le habían enseñado y contado en el Olimpo. Desde pequeña...