Persefone y Hades

Capítulo 24

Me he descargado una app para crear personajes y he echo a Persefone tal y como me la imagino Xd

Os gusta? Si os la imagináis de otra manera, comentarmela y podría hacer otra con cómo os la imaginais vosotrxs. He pensado en ponerla de portada, ya que existe otra historia sobre este tema con la misma portadas... Y aunque la mía lleva 4 años (la empecé, la borré hace año y medio y la volví a empezar) y fue primera, no quiero que haya dos historias sobre esto con la misma portada. Pero no sé cuál poner sos.

Ojalá os guste este capítulo, se que muchos lleváis esperando esto hace muchísimo 😉😉

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Hades entro furioso por la del piso y se sintió abrumado nada más hacerlo, por lo pequeño que era. Jamás comprendería como los mortales podían vivir en casas tan pequeñas.

Jamás había soportado las ciudades, le agobiaba estar rodeado de tantísima gente. Hades no dejaba de preguntarse cómo la gente podía está cómoda viviendo en un lugar así. Qué dos metros por encima de tu cabeza podría haber alguien haciendo de vientre y tú abajo, sin enterarte de nada. Le daba náuseas solo de pensarlo.

Miro a Morfeo desconfiado. Él siempre había admirado a los mortales y le gustaba vivir como ellos, pero aquello era como una ratonera.

Incluso su palacio que había sido construido en el interior de una montaña gigante del Inframundo daba menos claustrofobia. Allí al menos corría una brisa agradable. Aquel piso era como un horno.

-Estoy muy ocupado asique date prisa.- Dijo él, acercándose a el balcón para no sentirse tan rodeado de paredes.

-¿Que tienes que hacer pues?-Pregunto Morfeo mientras preparaba unas tazas de té que sabía que ninguno se beberia, pero necesitaba tener las manos ocupadas. Desde siempre había sido bastante bueno mintiendo a gente que no le conocía, pero Hades probablemente le pillaría. Evitaría su mirada todo el tiempo que pudiera.

-¿Es una puta broma?- Hades lo miro furioso e indignado. Morfeo le estaba sacando de sus casillas y no estaba de humor para aguantar estupideces.- Persefone ha desaparecido, tengo a todo el mundo buscándola por todas partes. Si no fuera porque esta mañana he revisado que su nombre no esta registro de muertes del inframundo por quinta vez esta semana ni siquiera estaría aquí.- Soltó él con voz dura y despectiva, sentándose en una de las sillas del comedor-cocina-salón. Enserio, ¿Como podía vivir su amigo en una casa han pequeña?

Morfeo se apoyó en la pared contraria y lo miro sintiéndose culpable, pero no podía hacer nada para evitarlo, había dado su palabra de que no le diria nada. Por eso simplemente iba a enseñárselo.

-¿De verdad crees que podría estar muerta?- Se sorprendió por la mirada que le dedicó Hades. Hacía mucho años que no lo miraban con tanto odio.

Por un segundo Hades pensó en ponerse a discutir con él, pero sabía que aquel era un tiempo muy valioso que podía emplear en ir a intentar sobornar de nuevo a los dioses del viento para que lo ayudarán a encontrar a Persefone.

-Me voy. Esto es una perdida de tiempo.-Dijo mientras se levantaba cabreado. Su amigo que había dicho que aquello era importante, una urgencia. Pero si lo fuera no le habría obligado a ir hasta allí y ya se lo habría dicho. Hades tenía la sensación de que él intentaba hacer tiempo, distraerlo.

Morfeo corrió a la puerta y impidiéndole salir. Hades pensó que era estúpido, él podía crear su propia puerta directa al Inframundo en cualquier pared. Taparle la entrada era una tontería.

-No puedes irte.- Dijo ansioso Morfeo mientras se acercaba a él. Se quedaron mirándose frente a frente en medio de la sala.

- A no ser que tengas información sobre ella, todo esto es una perdida de tiempo.